Una mano amiga

Mariana Piccinini

“Para mí es muy emocionante ayudar a otro, me siento contenta cuando puedo ayudar a alguien de diferentes maneras, ya sea en un accidente o en cualquier otra circunstancia, y sin recibir nada a cambio porque lo hacemos de corazón, lo sentimos. Cada vez que suena la sirena me sube la adrenalina y tengo ganas de ir, de salir, de ayudar, eso es lo que me motiva, cuando ayudamos a alguien en lo que sea, esa persona se alegra por esa acción. Y eso llega. En un momento de desgracia tienen una mano amiga y se sienten con esa confianza.

Hace 10 años que me recibí de bombera, pero hace mucho más que pertenezco al cuartel. Ingresé desde muy chica, a los 9 años, entonces hacíamos prácticas sin salir, después dejé un tiempito por motivos de estudio, pero volví y me recibí.

En estos 10 años tengo varios momentos lindos de esta actividad, casi todos relacionados con el ‘después’, que es el agradecimiento y reconocimiento de la gente de que estamos para ayudarlos. Después de un incendio o un accidente hay personas que se llegan al cuartel para agradecernos, eso es una de las cosas que más me gusta. 

El recuerdo de una intervención feliz lo tengo por haber podido salvar a unos animalitos. Un día tuvimos un incendio en un basural y en medio de las llamas escuchamos gritos de animales, cuando miramos había una bolsa llena de perritos, que rescatamos y después cada uno encontró un hogar. No fueron los únicos, en varias oportunidades hemos salvado a animales de morir quemados, que después les dimos un hogar, y eso es bueno.

También tuvimos intervenciones felices haciendo RCP que salvaron vidas. Otra actividad grata que hacemos es darle charlas de primeros auxilios a los niños de jardín y primaria y enseñarles qué hacer en caso de emergencia, a través de simulacros”.

Piccinini es subjefe del cuartel de Pasco y trabaja como docente.