Día del bioquímico : “Es un profesional que hoy está en la primera línea de acción”

Hoy se celebra el Día del Bioquímico, una profesión que resulta fundamental para los tiempos que corren.

En el Departamento San Martín existen grandes profesionales del sector y uno de ellos tiene una marcada autoridad para hablar de la realidad: el villanovense Carlos Navarro.

Con muchos años en la profesión, Navarro preside la Federación de Bioquímicos de Córdoba, es secretario de la Confederación Unificada de Bioquímicos de la República Argentina (CUBRA) y estuvo al frente además de la Confederación Latinoamericana de Bioquímica Clínica (Colabiocli), nada menos. También integra, lógicamente, el Círculo Regional de Villa María.

Desde ese lugar, Navarro se lamenta de que, en medio de la pandemia, “es la primera vez que, como a muchos, toca festejar el día en forma de aislamiento”, pero destaca que “el bioquímico es uno de los profesionales fundamentales para la sociedad, tratando de cuidar al resto, exponiéndose como todo el equipo de salud para ayudar a la gente”.

En ese sentido, revela que “en la Federación Internacional de Bioquímicos se señala que el 70% de las decisiones médicas se sostienen en un resultado de laboratorio” .

Más allá de la labor de estos profesionales, la situación no es la esperada.

Navarro contó que “la realidad del sector venía bastante golpeada, por falta de actualización de los valores de los financiadores. Esto complica aún más porque hay una disminución del trabajo, pero son distintos factores”.

“Por un lado, el aislamiento social, que cumplieron esencialmente jubilados -que son los que más acuden al laboratorio- y que acataron también algunos profesionales”, comentó.

“Por otro lado, en algunas clínicas y centros médicos tuvieron la política de atender prácticas no postergables, y en el caso de PAMI, para dar un ejemplo de la realidad, hubo una disminución de casi un 65% del control de patologías crónicas no existentes”, agregó.

Para explicar este contexto, Navarro reflexionó: “Antes de la pandemia la gente se moría de diabetes, cáncer, otras enfermedades. Hoy eso continúa, pero con probable agravamiento por falta de controles. Más allá de lo bien que se actuó con el COVID-19, se genera un futuro incierto respecto a la salud pública en general”.

En ese aspecto, indicó que “si postergás un tratamiento como el cáncer de próstata, la situación es más grave”.

“En eso el laboratorio juega un papel fundamental. Para el diagnóstico de todas las enfermedades o para un seguimiento”, añadió.

En cuanto a la pandemia, Navarro resaltó que “el bioquímico es el responsable de la toma de muestra para hacer tanto los hisopados como los anticuerpos. El bioquímico está capacitado para usar las técnicas, para hacer las prácticas bioquímicas, y quien está en condiciones de validar un resultado”.

A pesar de esto, los valores de pago no son los reales, según dicen los mismos profesionales (ver página 30).

Actividad esencial

A nivel nacional, Navarro fue la voz de los bioquímicos cuando hubo que salir a remarcar una injusticia, ya que, desde un principio, no fueron tenidos en cuenta dentro de la actividad esencial, como otros profesionales de la salud.

Consultado sobre esa problemática, Navarro aclaró que, “por  la participación en enfermedades, el laboratorio se convirtió en esencial para la vida”. “Hoy por hoy, si alguien quiere saber si el agua que consume está en condiciones, debería consultar a un bioquímico, el alimento es lo mismo. Si el niño va a nacer sano, el bioquímico. Si alguien quiere saber si está embarazada, más allá de los elementos que se adquieren, quien le va a hacer la precisión real es el bioquímico”, resaltó.

“Entonces, más allá de la participación concreta, en el caso del COVID-19, el bioquímico está en la primera línea de acción por estar en condiciones de tomar esa muestra, y porque da diagnósticos concretos”, aseveró. Y añadió que “está ligado al diagnóstico y también, una vez que la persona se enfermó, hay marcadores bioquímicos que dan pronósticos de cómo evoluciona la enfermedad”.

Es por ello que, sobre el reclamo ante el Gobierno, Navarro contó que “desde el CURBA se hizo creyendo que debe ser un error de quienes generaron el último decreto”.

“En la práctica, probablemente, tengan pocos beneficios”, consideró.

Por el doctor Sánchez

El 15 de junio se conmemora el Día Nacional del Bioquímico, en homenaje al natalicio del doctor argentino Juan Antonio Sánchez, quien fue el propulsor de la instauración de una profesión bioquímica con fuertes bases científicas y profesionales.

Según el portal de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el Doctorado en Bioquímica propendió a realzar los valimientos de la carrera farmacéutica y a constituir no un doctorado más, sino a realizar la aspiración legítima de sellar la hermandad científica entre el bioquímico y el médico.

En ese sentido, se remarca, como dijo Navarro, que en el campo médico actual, al menos un 70% de los diagnósticos están basados en algún estudio de laboratorio. Y resulta ya impensable imaginar un equipo de atención de la salud sin la presencia del bioquímico.

Como se destaca en la página oficial de la Asociación Bioquímica Argentina: “Lo que hoy conocemos como ‘bioquímica’ prácticamente no era ni siquiera nombrada en los inicios del siglo XX, pues se considera que esta ciencia nació con el descubrimiento de la amilasa en 1893. De ahí la tremenda importancia que tuvo la creación del Doctorado de Bioquímica y Farmacia en 1919, por la visión del profesor Juan Sánchez.

Por ese año, Sánchez era titular de la Cátedra de Química Analítica Aplicada a Medicamentos de la Escuela de Farmacia de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires. Elegido consejero por la Escuela de Farmacia, Sánchez, secundado por el joven médico Osvaldo Loudet, ideó y presentó el proyecto de creación del Doctorado en Bioquímica y Farmacia”.

Navarro contó que “este modelo de profesionales existe en Ecuador, Uruguay, Chile, Bolivia; en Venezuela se lo llama bioanalista, pero todos hacemos lo mismo”.

“Desde la confederación impulsamos la creación (en 2015 en Caracas) de una red latinoamericana de formadores de bioquímicos. Ahora coordino una comisión académico-gremial y de gestión. Y en ese espacio se discute el tema de las modificaciones en mallas curriculares, por una cuestión de mercantilización en educación superior”, puntualizó el doctor villanovense.

Sobre esa situación, contó que “las universidades, en lugar de modificar contenidos, crean nuevas carreras que terminan compitiendo con las existentes. Esto termina generando poca fuente laboral. Se generan grises con desocupados por los dos lados”.

“En bioquímica, se dan títulos de biólogos moleculares, pero no tienen relación con la fisiología. Y los microbiólogos, por ejemplo, son parte de una parcialidad de la bioquímica”, aclaró.

“Impulsamos entonces  que hay que hacer una definición de perfil de bioquímica, que las universidades tienen que empezar a escuchar a quienes desarrollamos la tarea a diario. Y en base a eso generar las nuevas mallas curriculares. Si quieren fabricar un bioquímico, todos los que estamos metidos en el ejercicio tenemos que aportar información para que lo que se forme sea lo que se necesita”, apuntó.

El Departamento San Martín cuenta con al menos 70 bioquímicos, muchos de los cuales son conocidos y muy avanzados.

Navarro les envió un saludo a todos sus colegas, esperando que todo mejore en estos tiempos de pandemia, por el bien de la sociedad.

Hisopados - Cuestionamientos a prepagas y obras sociales

Se desconocen los valores establecidos

Los bioquímicos de la provincia están preocupados porque los dos principales financiadores del sistema de salud, PAMI y Apross, prepagas y obras sociales en general, hasta ahora no han reconocido los valores de las prácticas destinadas a detectar el virus SARS-CoV-2 y sus respectivos anticuerpos.

Así lo hizo saber Navarro, quien explicó que para relevar el costo de los análisis se toma como parámetro una Unidad Bioquímica (UB), cuyo valor oscila entre los 45 pesos y los 70 pesos, según los diferentes convenios vigentes con las distintas obras sociales.

Los estudios permitieron asignar 150 unidades bioquímicas a la prueba diagnóstica de referencia por biología molecular (hisopado) y 40 unidades por cada uno de los anticuerpos, lo que en cifras, tomando un promedio de 50 pesos cada unidad, implica que la primera práctica costaría unos 7.500 pesos y la segunda alrededor de 2.000 pesos.

Además, se fijó en 30 unidades bioquímicas (unos 1.500 pesos) el costo de los equipos de protección profesional (EPP) en cumplimiento de normativas de bioseguridad Nivel II (barbijo N95, barbijo quirúrgico, bata de protección, máscara o antiparras, cofia y protector de calzado).

Navarro indicó que se les notificó de los valores a ambas obras sociales sin que, hasta el momento, hayan recibido respuesta a sus reclamos.

El directivo, además, cuestionó algunas publicaciones difundidas por centros asistenciales privados ofreciendo ambos análisis (hisopado y detección de anticuerpos) a un valor inferior al 50% del recomendado por la comisión técnica y presentado en los diferentes organismos nacionales que regulan las prestaciones de salud.

“Esto solo sería posible en la utilización de técnicas con menor especificidad, con obtención de insumos por vías diferentes a la compra, o con prerrogativas impositivas a las que están obligados el resto de los laboratorios de la provincia, lo que genera como mínimo una competencia desleal, consideró Navarro.