Día del Bombero Voluntario - Los que alentaron a contar con cuerpos activos

Impulso por los Bomberos

No solo fue necesaria la ocurrencia de un siniestro o la disposición de alguna autoridad. En la mayoría de las ocasiones, instituciones y personas recogieron las demandas de seguridad de los vecinos e impulsaron la formación de cuadros de voluntarios

En muchos casos los cuerpos de bomberos voluntarios se hicieron realidad a propuesta de distintas instituciones que se hacían eco de la demanda social.

Era necesario contar con bomberos para protegerse frente a las innumerables contingencias que sufrían las poblaciones. Había que rescatar a los vecinos accidentados, quemados, contaminados, descompuestos, arrastrados por las corrientes, electrocutados, como también había que proteger los bienes y pertenencias, los ámbitos de trabajo y de concentración de personas, a fin de que la población, sin distinciones, se sintiese segura, cuidada y protegida.

En el interior de la provincia de Córdoba existen muchos ejemplos, varios de ellos en nuestra región, por lo que preciso mencionar aquellas instituciones y/o personas que pensaron en ello y alentaron a la formación de los cuerpos de bomberos voluntarios.

 

Ocho casos

El Rotary Club fue una de las agrupaciones que más hizo para engendrar unidades de bomberos en distintas localidades.

Así pasó en Oncativo, también en Hernando y lo propio ocurrió en La Cumbre, donde los rotarios, en este último caso, apoyaron y acompañaron la idea y el esfuerzo del austríaco Sigfrido Scherzer para dotar a la localidad de tan indispensable servicio.

Mientras tanto, en Las Perdices la concreción de un cuerpo bomberil fue el resultado de un proyecto alentado por la Municipalidad, pero realizado por alumnos de quinto año del Instituto Secundario Azkuénaga, en un formidable aporte de los adolescentes de esa vecina localidad.

El puntapié inicial en Pozo del Molle fue dado por el accionar de varios vecinos asociados a la Cooperativa de esa localidad a fines de la década del 70.

Por otro lado, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Ticino se hizo realidad no solo por la necesidad de contar con seguridad, sino también por la experiencia que brindaron asociaciones de Villa María, Dalmacio Vélez, del bombero de Santa Eufemia Domingo Romero, quien fue el primer jefe, y del servidor voluntario de Villa del Rosario Javier Gallo.

En el corredor de Traslasierra, en tanto, la existencia de bomberos en la localidad de La Paz fue consecuencia del impulso realizado por los integrantes del grupo Madre Tierra, una organización ambientalista no gubernamental, con el objeto de proteger el medio varias veces asolado por los incendios forestales.

Finalmente hay que apuntar otro caso muy particular en la formación de cuerpos bomberiles y es lo sucedido en la localidad de Tránsito, donde todos los esfuerzos comenzaron en febrero de 2001 y el primordial objetivo fue “reforzar el accionar policial ante los frecuentes episodios de alteración de la seguridad de la población”. Es decir, los bomberos surgieron a pedido de la Policía.

 

Repasando la historia

[Todos y todas]: Lejos de otros tiempos, hoy los cuerpos de bomberos voluntarios tienen entre sus filas a muchas mujeres que aportan su esfuerzo, su dedicación y protegen a la comunidad.

Es el caso de Arroyo Algodón, donde el cuerpo activo se integra con 23 varones y 15 mujeres, a la vez que una de ellas, la suboficial mayor Verónica Leandra Vélez Pérez, tiene la responsabilidad de la Subjefatura.

De igual manera, la segunda jefa de Bomberos en Pasco es una mujer: Mariana Belén Piccinini. Más aún, los voluntarios de San José de la Dormida están al mando de Natalia Elizabeth Cifuentes. Y eso no es nada. En Salsipuedes la cabo Nora Alejandra Campos es la jefa de Bomberos, mientras que Adela Azucena Villarreal y Mara Estela Loza están a cargo de la Presidencia y Secretaría de la asociación. Pero la mayor presencia femenina se registra en los bomberos de La Granja, donde Sandra Lieva es jefa del cuerpo activo, Belén Monguzzi preside la institución, Mónica Mabel Benito ocupa la Secretaría y Laura Virginia Salas es la tesorera. Es decir, menos la Vicepresidencia, todos los mandos y controles están en manos de las mujeres.

[Las primeras armas] Donaciones: ¿Cómo empezar...? Ese fue el primer desafío de muchas asociaciones de bomberos.

En Ballesteros, por ejemplo, Lucía de Martellono cedió gratuitamente un salón para el cuartel el 29 de julio de 1980 y un año después, con los fondos recolectados mediante rifas, carreras de caballos, aportes de socios y subsidios provinciales, compraron el inmueble por 37 mil pesos.

Por su parte, el primer cuartel de los bomberos de Ausonia fue un viejo galpón “que se llovía por todos lados y se padecía mucho frío”, relataron los servidores. A su vez, los voluntarios de Cintra empezaron en un galpón alquilado y luego pasaron a uno del ferrocarril.

Más precario resultó el de Serrano, cuyo primer cuartel fue un garaje. En Tancacha los bomberos se iniciaron en una pieza de 2x2 prestada por el intendente. En 1981 tienen la sede en el Hotel Moderno, a la vez que dos tornados derrumbaron las paredes del nuevo cuartel.

En tanto, en Bialet Massé los bomberos empezaron en la vieja Policía, construcción hecha de adobe y paja, para pasar luego a un galpón de una estación de servicios.

[Ballesteros – Morteros] Bautismo de fuego: Es imposible no asociar la acción de los bomberos con el combate del fuego.

Al respecto, los bomberos de Ballesteros tuvieron su primera intervención el 6 de agosto de 1981, cuando debieron sofocar el incendio de una plantación de eucaliptos.

La institución tenía poco más de un año de vida y 22 días antes recién había logrado comprar el salón donde, en un futuro, funcionaría el cuartel.

Por su parte, los voluntarios de Morteros tuvieron su bautismo de fuego el 14 de agosto de 1976, cuando las llamas hicieron presa de los estudios de la emisora radial de esa localidad del este cordobés.

[Vicuña Mackenna] Gran extensión: Muchos cuerpos bomberiles del interior de la provincia de Córdoba se encontraron, al comienzo, con el problema de tener que atender los requerimientos de una enorme extensión de la llanura del sur cordobés.

Es lo que ocurrió con los bomberos de Vicuña Mackenna, quienes debieron proteger nada menos de 4.800 kilómetros cuadrados azotados por fuertes vientos.

Además, durante los años 1977 y mediados de 1978, los servidores no tenían vehículos para recorrer semejante llanura.

[Ausonia - Monte Cristo] Idea en un lema: todos los cuerpos de bomberos tienen una razón de ser y, como ocurre con todos los proyectos provida y solidarios, se asientan en ideas que se expresan en distintos lemas, algunos de los cuales se registran en sus emblemas, banderas y hasta se recitan a viva voz.

Es el motivo que empuja a los servidores a poner todo de sí para asistir y acompañar al prójimo.

Entre los distintos lemas incluimos en este suplemento dos expresiones puntuales. Una de ellas es la que agrupa y empuja a los bomberos de Ausonia: “¡Una razón por la que luchar!”.

Por su parte, el lema que preside el cuartel de los bomberos de Monte Cristo reza de la siguiente manera: “¡Hay que estar preparado para lo que nunca va a suceder, antes de que suceda algo para lo que no estamos preparados!”.

[Carrilobo – San Basilio] Eran tan pocos: La historia de los diferentes cuerpos de bomberos de la región cuenta con innumerables episodios y situaciones dignas de ser conocidas.

Uno de los hechos más extraños se produjo en el año 2006, cuando Carrilobo formó su cuerpo de voluntarios. Claro que, por entonces, la institución contaba con un plantel activo integrado por un solo hombre, mientras que 13 efectivos solo alcanzaban el rango de aspirantes.

Otro caso similar sucedió en San Basilio, donde eran tan pocos los bomberos que ante una urgencia también concurrían los directivos a colaborar.

Además, la sirena para convocar a los efectivos estaba instalada en la Municipalidad e incluso usaban el camión regador de la comuna para apagar los incendios.

[Noetinger – Jovita] Con la fe del Cura: Prácticamente todas las asociaciones de bomberos voluntarios fueron el resultado de la iniciativa de las llamadas “fuerzas vivas”. Entre estas “fuerzas vivas” es menester mencionar a dos párrocos que alentaron y mostraron un especial empuje por la formación solidaria.

En mayo de 1974, en Noetinger se quemó la Cooperativa Agrícola. Fue el padre Carlos Gómez Ramos quien reunió al pueblo en el salón parroquial y llevó la voz cantante para dar curso al cuerpo de bomberos, para lo cual contó con el valioso aporte del jefe villamariense Juan  Bautista Gianinetto.

Lo propio ocurrió en Jovita donde, “con la llegada de la democracia (1983) fuimos un grupo de jóvenes que queríamos hacer algo por nuestro pueblo”, comentó un bombero, y con la ayuda de la Municipalidad, los vecinos, “pero sobre todo del cura, armamos el cuartel”.

[Villa del Dique] ¿Municipales o Bomberos?: Villa del Dique, en el corazón del turístico Valle de Calamuchita, al pie del Embalse del río Tercero, escenario de numerosos incendios forestales y otros siniestros, necesitaba sí o sí contar con bomberos voluntarios propios.

Y así fue que en 1986 logró la creación de un grupo activo, pero con una particularidad: no tuvo bomberos, sino que fueron los empleados municipales quienes eran convocados para integrar el cuerpo activo.

El primer vehículo con el que contaron fue un Rastrojero que recorrió cuestas, cerros y atravesó arroyos. En una ocasión, incluso, los intrépidos agentes municipales de Villa del Dique, transformados en bomberos, se trasladaron con el viejo Rastrojero a prestar ayuda a una zona de la provincia de Santiago del Estero.

[Tancacha - Dalmacio Vélez] Espacios de adiestramiento: indudablemente que los bomberos voluntarios, activos y aspirantes requieren de una preparación física, pero también de un ejercicio para proceder ante las distintas circunstancias generadas por los siniestros, como así también para coordinar el trabajo grupal.

En los primeros años de la década del 80, de acuerdo a la historia compaginada en Tancacha, los bomberos de esa localidad simulaban siniestros en el salón del Club Belgrano, para lo cual se ataviaban con trajes de agua amarillos.

En tanto, el actual Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Dalmacio Vélez cuenta con un campo de adiestramiento en el que realizan instrucciones y diferentes prácticas.

La institución da cuenta que el mencionado campo de adiestramiento se encuentra a disposición de aquellas entidades bomberiles que requieran realizar ejercicios propios a la preparación de los servidores voluntarios.

[Pozo del Molle] Hecho por el Mula: La capacidad y solidaridad de Juan Carlos Mulinetti fueron reconocidas entre todos los bomberos de la región. Así por ejemplo, en Pozo del Molle los bomberos del lugar incorporaron en 1980 el primer autobomba que fue diseñado y fabricado por quien fue jefe del cuerpo activo de Villa María.

Pero sus intervenciones también fueron reconocidas por los bomberos de Arroyo Algodón, que formaron un destacamento en 1982 por iniciativa de Mulinetti y el intendente Gonzalo Rial Núñez.

No menos importante fue el empuje y la capacitación realizada por el Mula a la incipiente formación bomberil de Ausonia en 1982; experiencia que también llegó a los bomberos de Ticino.

[Alicia – El Fortín] Por los accidentes: casi siempre la formación de los distintos cuerpos de bomberos voluntarios se concretó a raíz de diferentes siniestros que golpearon a las comunidades, sobre todo cuando los hechos fueron reiterados y, en no pocos casos, luctuosos.

Es lo que ocurrió en dos localidades hermanas situadas junto a la ruta provincial 13: Alicia y El Fortín, próximas a Las Varillas, ante la sucesión de accidentes carreteros que cobraron varias vidas.

La pavimentación del mencionado camino, que une el centro este cordobés con el centro oeste santafesino, si bien fue un aporte al desarrollo (sobre todo para el transporte de la producción del campo al puerto), resultó también escenario de numerosas colisiones y ambas comunidades decidieron contar con bomberos voluntarios propios.

[Cintra-Freyre] Incendios fatales: En otros puntos del interior provincial el principal motivo de la fundación de cuerpos de bomberos sobrevino por la sucesión de grandes incendios, en algunos de los cuales perdieron la vida personas del lugar.

Es lo que ocurrió en Cintra en noviembre de 1999, donde por un escape de gas se prendió fuego una vivienda y murió una mujer.

Por la misma razón los habitantes de Freyre pensaron en contar con bomberos propios, luego de que en 1985 se registrara un pavoroso incendio en una empresa en el que dejó de existir una empleada.

De igual manera, los residentes en Bouchardo proyectaron la creación de un cuerpo activo luego de un gran incendio que, en 1994, destruyó la totalidad del Comedor Infantil Municipal.

Lo propio se produjo en Serrano, en este caso motivado por el incendio del cine del lugar; también Río Cuarto, cuando el 4 de marzo de 1943 se quemó en pleno centro el local de Tienda Los Vascos; caso al que hay que sumar en 1951 en Villa María el incendio declarado en una fideera.

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