Día del Cerealista - HAB SA - Pablo y Gastón Bertone analizan la situación del sector

Casi medio siglo generando confianza entre los productores de la región

El presidente y el vice de la firma Héctor A. Bertone (HAB) Sociedad Anónima dialogaron con El Diario sobre el sector cerealero. El acopio, los silobolsas y la logística son algunos de los temas abordados en esta entrevista

HAB SA es una empresa villamariense fundada por Héctor A.  Bertone, un visionario que en 1973 comenzó a vender un novedoso herbicida que era resistido por los proveedores de agroquímicos por la razón de que era insospechado por esos tiempos que un producto, sin afectar el cultivo, impidiera la aparición de malezas, algo que hoy es moneda corriente.

Con esa visión, fundó una empresa que hoy tiene 10 sucursales además de la sede central en el barrio Industrial de Villa María y 22 agrónomos que permanentemente asesoran a los productores de la región.

Sus hijos Pablo y Gastón, presidente y vicepresidente de la firma, dialogaron con El Diario para el suplemento del Día del Cerealista.

“En esta cadena que va del campo al puerto, los cerealistas somos el vaso comunicante y todo es posible gracias a la confianza. Porque te llaman por teléfono y te dan una orden de venta y sin que haya nada escrito, se respeta la palabra. Esta actividad es posible gracias a la confianza que nos deposita el productor a nosotros y la que depositamos nosotros en los operadores”, dijo Gastón.

Al hablar sobre la realidad en este 2020, señaló que se profundizó una tendencia que es que los productores han estado embolsando el grano en sus campos. “Debido a todo lo que ha sucedido por la situación de incertidumbre y temor que generó el quebranto que han tenido algunas empresas como BLD o Vicentin y algunos corredores, y también por cuestiones de inestabilidad, al no saber cuál va a ser el rumbo, el productor se siente más cómodo teniendo en silobolsas sus granos y así va comercializando a medida que lo necesita o lo decide”.

No estuvo ajena a la charla la situación de inseguridad que vivieron muchos productores en todo el territorio nacional por daños intencionales a esos silobolsas. “Esto no quiere decir que se vuelque a los acopios esos granos, porque el productor busca ser lo más eficiente posible y entonces la idea es llevar directo del campo a puerto. Lo que ha generado la situación de inseguridad es que no le quede otra más que vender. Las acciones de vándalos lo que hacen es azuzar al productor porque una vez abierto el silobolsa, su contenido queda expuesto a las inclemencias climáticas y lo que tenés que hacer es reembolsarla, que tiene un costo elevado, o comercializarla”, dijo, remarcando que es llamativo que cuestionen al productor por retener granos “y no lo hacen con los que tienen plazo fijo o dólares, que también guardan y retienen”.

 

Logística

HAB SA tiene su planta de acopio desde el año 2000. “Antes no nos dedicábamos a la comercialización de granos. Los recibíamos como moneda de pago por productos y servicios. En 2006 comenzamos con esa actividad”, dijeron las autoridades de la firma.

“Son dos ramas distintas, con ritmos diferentes cada una: vender insumos es algo más planificado; pero la comercialización del cereal es más instantánea, de momento, por eso tenemos dos canales comerciales”, dijo.

A la hora de hablar de la cadena del campo al puerto, dijo que “siempre la logística termina siendo un cuello de botella que dificulta bastante la comercialización; porque por lo general, se ha crecido muchísimo en lo que hace a la maquinaria y la capacidad de cosecha. Entonces, la demanda de camiones es muy alta y cuando la cosecha se concentra, no tenés cómo conseguir un camión. El silobolsa vino a mitigar ese problema y entonces el productor no para de cosechar. Hoy un productor que tiene que parar de cosechar porque no tiene camiones, está expuesto a las inclemencias climáticas, a que una pedrea le lleve una cosecha que ya tenía lista”, planteó.

También remarcó que muchas veces los puertos están saturados por el alto movimiento que se genera en épocas claves de cada año.

 

Pandemia

“Este contexto de pandemia nos ha hecho adaptarnos a todas las necesidades que impuso la cuarentena. Pero la actividad nunca cesa, los tiempos del campo son un reloj que no para. Cuando tenés que sembrar, tenés que sembrar, y lo mismo cuando llega el tiempo de la cosecha. No podés dejar de producir. Por lo tanto, nosotros nos adaptamos y el ritmo lo marca el productor y el campo, lo que hacemos es adaptarnos a ese ritmo. Por suerte la actividad no ha tenido una depresión, sino que simplemente ha bajado el ritmo, no estamos afectados como otras actividades que lo están pasando muy mal”, señaló.

Las capacitaciones, que son un rasgo distintivo de HAB SA, se realizan de manera virtual y organizaron la modalidad de trabajo en dos turnos para reducir el nivel de exposición, a los fines de disminuir el riesgo de contagio de COVID-19.

Los ingenieros siguen yendo al campo cada vez que se requiere y lo que valoraron tanto Pablo como Gastón Bertone es que “el contacto con puntos distantes, como por ejemplo, con nuestras sucursales que están en un radio de 70 kilómetros, se hace más fluido a través de la tecnología, que la teníamos disponible antes, pero no la usábamos tanto como ahora”, concluyeron.

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