La seguridad como bandera y la mente puesta en el bienestar del sector

La precariedad, la informalidad que dominaban la actividad en décadas pasadas los fue reuniendo en torno a la mesa del café. Había personas formadas en otros oficios que hacían las veces de instaladores electricistas y, además, había una disparidad de precios muy grande, por lo que también les pareció adecuado discutir en torno a la creación de una “lista sugerida”, para unificar los criterios.

“En este punto, la idea era equilibrar un poco, porque los precios exagerados de algunos podían representar una pérdida de trabajo para todos, es decir, que la gente terminara llamando a personas no calificadas. Por otro lado, la lista podía ayudar a los que cobraban demasiado poco, para que valoraran más su trabajo... Eran los primeros temas que debatíamos, mientras estudiábamos para ver cómo conformar una organización. Después se empezó a hablar de la Ley de Seguridad Eléctrica y la palabra de los instaladores de toda la provincia de Córdoba fue tenida en cuenta antes de la sanción”. El relato fue realizado por Mariano Gilli, Héctor Minciacca y Leonardo Avila, integrantes de la Comisión Directiva de la Asociación Civil de Electricistas de Villa María y zona en diálogo con un periodista de El Diario.

Gilli, Minciacca y Avila recordaron que dicha norma legal, la número 10.281, fue sancionada en 2015, con una suerte de plazo de gracia para la adaptación de las instalaciones hasta diciembre de 2017. “Es difícil dimensionar la enorme importancia de esta ley. Fundamentalmente en lo que hace a la seguridad, en un país como Argentina, donde hay más muertes relacionadas con la electricidad que con el gas. Y, en relación directa con ello, está el hecho de que a partir de esta ley y su modificatoria, la 20.670 de 2019, ya nadie puede realizar nuestra tarea sin el certificado habilitante que otorga el Ente Regulador de los Servicios Públicos (ERSEP)”, dijeron los integrantes de la Comisión Directiva de la Asociación Civil de Electricistas de Villa María y Zona.

Explicaron que, hoy por hoy, “ya prácticamente nadie puede plantearse realizar una obra sin emplear un electricista habilitado”.

“La ley admite tres categorías: la de los profesionales electricistas, la de los técnicos electricistas y la de los idóneos electricistas, que deben actualizar sus conocimientos, como ocurre ahora con la energía fotovoltaica y solar térmica, que son precisamente los temas de una capacitación que ofreceremos a nuestros asociados el mes próximo en el Parque Industrial, aunque la actividad estará abierta a todos aquellos que quieran participar”, anticiparon.

Y señalaron que “encarar una obra sin un instalador habilitado por el ERSEP, desde el momento de presentar el proyecto hasta la finalización de los trabajos, puede significar recibir multas que ya se han aplicado por montos de 42 mil y hasta 57 mil pesos”.

“La legislación no deja opciones a la inseguridad. Cualquier propietario, cualquier responsable, puede ser sancionado si no contrata a gente habilitada. Y el habilitado le va a exigir que ponga todo material normalizado; porque no va a poner en juego su habilitación por un ahorro que, a la larga, puede ocasionar daños personales o económicos. Imaginate si en una losa vas a poner material de segunda o de tercera. Una losa se hace una sola vez y no se toca más. No se puede pensar en un ahorro que no contemple la seguridad. Ya todos sabemos aquello de que ‘lo barato sale caro’”, explicaron.

En Villa María existen 250 idóneos habilitados por el ERSEP y en toda la provincia son 11.400. En esta ciudad comenzaron a pensar, en torno a la mesa de un bar, que es mejor estar juntos. “Todos para uno y uno para todos”.

Algunas definiciones

- “En el año 2006 comenzamos a reunirnos en el café Monsanto, en la esquina de José Ingenieros y Catamarca. Nos preocupaba el hecho de que había gente haciendo cualquier cosa; personas de otros oficios realizando nuestra tarea. Nos convertimos inicialmente en Cámara de Electricistas, nos asociamos a AERCA y en su sede comenzamos a sesionar formalmente”. Héctor Minciacca

- “El hecho de estar organizados nos permitió avanzar en distintas direcciones. Después de ser una Cámara comenzamos a gestionar nuestra propia personería y ahora somos una asociación civil, como todas las demás entidades hermanas de la provincia de Córdoba, junto a las que formamos la Federación de Electricistas de Córdoba (Fedecor)”. Mariano Gilli

- “El grado de organización alcanzado nos permite brindar beneficios a los matriculados, como los que forman parte del Programa Comercio Amigo, de AERCA, pero también ofrecer capacitaciones como las que brindaremos los días 21 y 22 de noviembre en el Parque Industrial, a cargo del ingeniero profesor Dante Peñaloza, uno de los creadores de la Ley de Seguridad Eléctrica”. Leonardo Avila

Un día con historia

En Argentina el 13 de julio se celebra el Día del Trabajador de la Energía Eléctrica, en conmemoración a la fundación de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza, el mismo día del año 1948. En dicha Federación se reunieron 29 organizaciones gremiales.

Sin embargo, con el paso del tiempo la fecha del 13 de julio quedó muy ligada a los trabajadores de las empresas de energía, algo que excluía en cierta medida a los instaladores independientes.

Así fue que el 24 de octubre de 1992 se celebró el Primer Congreso Nacional de Instaladores, al que concurrieron electricistas profesionales de todo el país. El encuentro fue realizado en la Asociación de Comerciantes y Empresarios de la Electricidad.

Al finalizar el mismo y tras una votación quedó designada esa fecha, el 24 de octubre, como Día del Instalador Electricista.