¿El seguro, un gasto o una inversión?
Previsibilidad, la cultura que nos falta
Generar cultura aseguradora es uno de los grandes desafíos del sector de los seguros.
Al respecto, el presidente de la Asociación de Productores de Seguros (AAPAS), Sebastián Del Brutto, expresó: "En la Argentina, el seguro es visto como un gasto y no como una inversión que resguarda el patrimonio. Si bien hay nociones básicas del ahorro y la protección, todavía nos queda mucho para aprender para no estar expuestos a la incertidumbre".
Generar cultura
Según la mencionada asociación, el monto anual que un argentino gasta en seguros es de $15.589. En torno a ello, Del Brutto explicó: "El seguro es un servicio que se contrata, como de televisión por cable o de telefonía celular. Y tiene un parentesco técnico con el sistema de medicina. En países donde la economía es previsible, los ciudadanos adquieren, desde muy temprano, seguros de vida y de capitalización".
Cuesta pensar
La entidad que nuclea a los productores de este servicio estimó que esta resistencia se deba, quizás, a que la previsibilidad no esté tan arraigada en el gen argentino. Y justamente, la previsibilidad, la planificación y la protección constituyen la esencia del seguro.
Sin embargo, las cada vez más frecuentes crisis económicas y, en especial, las consecuencias que deparó la pandemia por COVID provocaron cierto cambio de actitud. Los argentinos están viendo que, además de los seguros para automóviles, existen otros tipos de seguros, como los seguros de asistencia al viajero, los seguros de vida, los de riesgos del trabajo e, incluso, los seguros del hogar, muy poco frecuentes antes de la pandemia.
De a poco, y haciendo mucha docencia, desde AAPAS están logrando derribar ciertos mitos instalados, como, por ejemplo, la idea de que no necesariamente un seguro es caro.
"Hay herramientas que son económicas y que, al tenerlas, evitan grandes problemas. La cuota de un seguro para el hogar puede no ser más cara que el servicio de Internet o la prepaga. Tener un seguro de vida puede cambiarle la vida a todo un grupo familiar. A veces, se incendian comercios que no estaban asegurados y en los que trabajaban dos personas. Ese hecho no solo deja a esas familias sin ingreso, sino que, además, puede afectar al vecino de ese local", explicó Del Brutto.
¿Puede cambiarse un seguro por otro más económico? Claro. Lo conveniente es, cada tanto, hacer una revisión. El espíritu es que el productor de seguros aborde a su cliente de manera integral, ayudándolo a elegir, como si fuera un traje a medida, cuál compañía le conviene (en cuanto a cobertura, valores y solvencia).
Finalmente, Del Brutto concluyó: "Un seguro no debe ser entendido como un mal necesario, sino, más bien, como un factor de previsibilidad a lo largo de los años y una herramienta para minimizar riesgos y, también, para crecer. Un imprevisto puede cambiarte la vida".