Día del Corredor Inmobiliario - Matías Zuccón - Con 10 años de actividad en el rubro, piensa que esta es la clave para mejorar el ámbito inmobiliario

“Más créditos para la gente”

El profesional, antes de empezar, saludó a todos los colegas, “deseándoles que siempre tengan compromiso, seriedad y profesionalismo con la profesión, algo que hace mucha falta en estos tiempos”

Matías Zuccón tiene 34 años y es orgullosamente villamariense. Hizo la primaria en la escuela Florentino Ameghino, y el secundario en el Rivadavia y otra parte terminó haciéndolo libre. Después de esta etapa, egresó de la carrera de Martillero y Corredor Público en la UTN e hizo la especialización de Perito Tasador Judicial en Córdoba. Desde hace diez años tiene su propia inmobiliaria en el mismo lugar.

  “Hace 10 años que me dedico al corretaje. En mi inmobiliaria hacemos lo que es alquileres, tasaciones, venta, administración de propiedades, y hasta hace poco, administración de consorcio”, detalló Zuccón, que empezó muy joven a trabajar en esta profesión.

  Casado con Gianina y con dos hijos, Felipe y Emilia, contó que tomó la decisión de estudiar y dedicarse a esto porque “me gustaba, y me gusta, mucho las relaciones públicas más que nada, y la otra opción que tenía y me había planteado era la de visitador médico.  En un principio me entusiasmaba la idea de ser más que nada rematador, ser martillero, que tengo la matrícula, pero al final no me dediqué a esa parte”.

  “Con el correr del tiempo me empecé a interesar más  en todo el tema de las tasaciones, y lo del corretaje inmobiliario. Y creo que interesó porque soy bastante aficionado a la arquitectura, y si a eso le sumás que también me gusta hablar  bastante con la gente, pues la profesión era ideal. Y hace poco con un amigo también empezamos una empresa constructora, así que ahora es el combo completo”, señaló.

  Obviamente, la parte que más le gusta -como a todos- es la venta, “pero igual va todo de la mano, porque no todos compran para vivienda, sino que  hay muchos que compran para alquilar como negocio, así  que cuando una compra así, el comprador se la deja a la inmobiliaria para que la administre, es toda una cadena”.

  Y sobre la actualidad que vivimos dijo: “La situación hoy está complicada como lo está en todos los sectores en general. Si bien hay oportunidades para comprar, porque siempre capitalizarse en inmuebles es bueno. Pero la incertidumbre, la rentabilidad de los inmuebles y los valores que por ahí están dolarizados, y luego sus disparadas que hacen una diferencia en pesos, lo complican todo. Y más aún también cuando no hay acceso a créditos, créditos blandos, créditos hipotecarios. Esto también frena la actividad porque la capacidad de ahorro está tocada. Pero bueno, es algo cíclico en el país” indicó

  Sobre el tema de alquileres, expresó que “el problema más grande es la inflación, y los costos impositivos y de mantenimiento que tiene un inmueble son muy altos, y la rentabilidad en dólares es baja. Y a la vez los sueldos no acompañan el valor de los alquileres, porque la gente destina un 40% o hasta 50% en pagar un alquiler. Y para el propietario no le es rentable en relación con el capital que tiene. Es complicado”.

  “Creo que la solución no es regular ni bajar los índices, como ahora que modificaron la ley de alquileres. Son parches al problema más grave que tiene el país, que es la inflación. La ley es más de lo mismo. Si no se soluciona la inflación y los ingresos, no hay solución posible. El que se actualice cada seis meses es tal vez un salto menos grande para el inquilino que el anual, pero para el propietario, son menores los índices de Casa Propia de lo que eran los índices ISL”.

  Matías Zuccón desea que, a pesar de la crisis, su negocio siga creciendo como lo hace, despacito, pero a paso firme “con confianza y con seriedad, que es lo que uno siempre trata de brindar a los clientes, así como con conocimiento y compromiso. Y con la perspectiva de que haya un poco de estabilidad y acceso a créditos, que creo que es eso lo que moviliza al rubro inmobiliario. Porque cuando se hace un edificio no solo es el albañil, es el ingeniero, el arquitecto, el escribano, el proveedor, quien te vende los materiales, es una gran cadena. Pienso que debe haber créditos que la gente pagar y que los devuelvan, que no sea un regalo. Y que todos puedan acceder”.

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