Día del Corredor Inmobiliario - Fernando Brussa - Este profesional habló de su experiencia y sobre el mundo inmobiliario local en una época complicada

Optimismo en tiempos de crisis

A pesar del momento, este corredor inmobiliario ve el asunto con la mejor actitud, siempre buscando encontrarle la vuelta a la situación, aunque también señalando lo bueno y lo malo del rubro, que se ve afectado directamente por la incertidumbre y la dificultad económica

Fernando Brussa nació en Villa María. Siempre ha vivido y trabajado en esta ciudad. Es esposo y padre de dos niños, Benito (10) y Alfonsina (7). Del secundario egresó del colegio Rivadavia. Mientras que la carrera la hizo en el Instituto Cervantes de Córdoba, cursada de manera semipresencial en el mismo Rivadavia, y articulada a la Universidad Siglo XXI, la cual terminó en 2009. 

 

Comienzos

Comenzó a trabajar como corredor inmobiliario paralelamente con otro trabajo, hasta en 2013 terminó por abrir finalmente su propia inmobiliaria, y que forma parte del estudio Brussa, Morre y Asociados.

“Yo tenía un trabajo de ventas. Se me daba ser vendedor. Tenía muy buen trato con los clientes. Así que cuando pensé en estudiar pensé en algo que pudiera explotar eso, y elegí inmobiliaria, porque además de que tenía que ver con lo que yo hacía, me permitía estudiar mientras trabajaba.  Así se dio y estoy convencido de que es la profesión que más me gusta”, expresó Fernando.

Brussa trabaja con su esposa, Gisel Morre, quien además de ser su socia y colega, es abogada y se encarga de la parte legal del negocio. Ella hace mucho la parte de los contratos, tanto de compraventa como de alquiler. Mientras tanto, él está en la parte más comercial, aunque también cada uno tiene sus propios clientes.

 

Tiempos difíciles

Respecto a la actualidad del universo inmobiliario, como no podía ser de otra manera, Fernando explica “que está como la misma actualidad del país, hay mucha incertidumbre, principalmente por lo económico, donde hay demasiada inestabilidad en el valor de las cosas, actualizándose los precios todo el tiempo”.

“En el tema alquileres, es complicado. En 2020 se sancionó una nueva ley de alquileres que no convenció a ninguna de las partes. Por un lado, al propietario se le impuso una fijación del monto del alquiler por un año y se extendió el plazo contractual a 3 años.  Lo que hizo que, al ser tan largo este período, la gente dudara en alquilarlo, por si querían venderlo. Y el tema de la actualización del monto en un principio no era un tema mayor, pero a medida que se agudizó la inflación hizo que el precio quedara muy retrasado. Lo cual generó un problema. Los propietarios comenzaron a sacar del mercado sus inmuebles y los inquilinos empezaron a tener problemas para poder alquilar porque bajó la oferta”, señaló.

Expresó que hoy no hay una oferta que cubra la demanda que hay de vivienda, lo que hizo “que los precios se dispararan para prevenir un poco la fijación del precio cada un año. Para el propietario es muy bajo lo que le pagan, y para el inquilino es mucho lo que le cobran.  Los que tienen contratos antes de la última modificación de la ley se le aumenta entre un 116% y 120% que es mucho. Si no tiene una economía fija y prolija, es muy difícil”.

 

Nueva ley

“Ahora que sancionó otra ley, que entró en vigor la semana pasada, mejora un poco las condiciones porque el monto se modifica cada 6 años, pero el plazo de tres años se mantiene. Sigue siendo mucho tiempo para propietario e inquilino. Porque el propietario, si quiere vender o lo que sea, tiene que esperar ese tiempo, y si es alguien, como un estudiante que quiere salirse antes, también se le complica, o alguien que viene a trabajar por un período de tiempo corto. Muchos no planifican a tres años.  Asumir un contrato de tres años también significa al propietario más costos, entre impuestos, honorarios, timbrado, etcétera. Y el inquilino si quiere rescindir tiene que pagar una multa, si no avisa en los tiempos mínimos establecidos”, destacó.

Sobre el tema de la venta, Brussa explicó que la gente no sabe muy bien hoy en día si es negocio invertir o no en la compra de una casa o departamento “porque quien invierte comprando para renta tanto por tema contractual como por rentabilidad lo duda, porque no le conviene. Algunos lo hacen para resguardar el capital, o algunos negocios de ciertos inversionistas que lo hacen por negocio y amor al rubro. Pero esto en el mercado y economía actual se ha reducido”. 

 

Ver con optimismo

“Hoy la pareja joven que se quería comprar el terreno para hacerse la casa son muy pocos, porque no hay planes de financiamiento adecuados y de contado es imposible. Y eso que comprar un terreno hoy sí se ha recapitalizado mucho. El loteo es una oportunidad, porque Villa María ha concentrado mucha gente de la zona, de Córdoba, e incluso de Buenos Aires, de donde tengo varios clientes, quienes se han venido a vivir acá porque la ciudad ofrece esa tranquilidad que no tienen las ciudades grandes. Además, acá hay buena calidad de vida y con poco se puede vivir bien”. Esta ciudad, además de linda, tiene mucha proyección a futuro”, expresó.

Fernando afirma que Villa María es un lugar ideal para ser corredor inmobiliario, porque es una ciudad que ha crecido mucho, con gran calidad urbana “con nuevos y lindos barrios, sobre todo del lado de Villa Nueva, sabiendo que ambas ciudades conforman un solo conglomerado urbanístico. Hay lotes cuyos valores se han duplicado en una cuestión de un año y medio”.

“Pese a la pandemia, la crisis económica y toda la incertidumbre que ha generado eso y junto a las elecciones, ha habido un desarrollo inmobiliario interesante tanto en Villa María como Villa Nueva. Obviamente,  podría haberse desarrollado más en otras condiciones. Pero igual hubo operaciones inmobiliarias, sobre todo porque gente ha comprado anticipándose a la inflación y eso le ha redituado. Y aunque no es el mejor escenario, no está del todo mal. Todos los rubros están en las mismas, viviendo la misma incertidumbre”, dijo.

Fernando Brussa ve el futuro, a pesar de todo, con optimismo.  Sabe que hay que buscarle la vuelta, y también para que todo mejore, la economía tiene que mostrar signos de estabilidad “yo no espero que haya  una baja de la inflación, pero sí que no siga subiendo escalonadamente, que ha provocado una psicosis que hace que la gente aumente, aunque no haya razón, para protegerse de antemano. Es una rueda inevitable. El tema es que se estabilice la economía, con buenos financiamientos, y sabiendo que hay tantos de intereses anuales y que no va a cambiar mucho la economía, ya uno puede proyectar a futuro más tranquilo”. Y sabe que también la clave está en el diálogo entre las dos partes: “Sea en un contrato de alquiler, como en una compraventa, hay que llegar a un punto medio, que ninguno de los dos se perjudique, más allá de lo que diga la ley. La compra venta es otra cosa, el problema es más de los valores, se vende o se compra y ya, pero en los alquileres son relaciones a largo plazo”.

Más allá de este panorama, Brussa con la mejor onda, envió un saludo a sus colegas en su día: “Un saludo y felicitaciones a los colegas. En Villa María nos conocemos todos. Hay muy buena relación. Obvio, que también entre nosotros hay competencia, pero mientras sea en el marco ético y legal, bienvenido sea.  Todos estamos conectados a través de las redes sociales. E incluso compartimos información y nos ayudamos entre todos.

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