Día del Corredor Inmobiliario - Ricardo Bazán - El arte de tasar y otros aspectos de este trabajo
Ser un inmobiliario
Nos dio detalles de cómo es el día a día de un profesional del ramo, y cómo es que hacen para realizar las tasacionesRicardo Bazán lleva 12 años en este ámbito. Además, es martillero público y judicial. Explicó que “los corredores inmobiliarios somos un nexo entre el locador y el locatario, e intervenimos en toda la actividad del corretaje, promoviendo y ayudando la concreción de contratos, y asesorando, que hoy en día es fundamental, tanto como para el alquiler como para la compra de una inmueble”.
Con respecto al propietario, explicó que lo principal es “poner a la venta la propiedad, por ejemplo, a través de publicaciones, y asesorarlo y hacer una evaluación respecto al precio para que esté orientado y enfocado a un valor acorde al mercado inmobiliario. Este es muy fluctuante y hay que tener bastante cintura y saber moverse. Se debe tener un real conocimiento del precio y valor- tierra, que es fundamental. De hecho, en mi caso, integro una comisión del Colegio de Martillero y Corredores Públicos local donde estamos formando los precios de los barrios de Villa María, Villa Nueva y localidades de nuestro Departamento”.
“Entre los parámetros que se deben de tener, obviamente el primero es el valor-tierra, que depende de la locación: ciudad, barrio, calle y el entorno. De acá se saca el valor del metro de tierra de la unidad. Respecto al valor de la propiedad en sí, hay distintos parámetros, a través de un grupo de reglas e información de valor a nuevo que sacamos del Colegio de Arquitectos y del Colegio de Ingenieros de Córdoba. A partir de esos se ve la depreciación correspondiente de la vivienda a lo largo de los años que tiene la construcción y del uso que tiene la vivienda, la superficie, las características, los materiales utilizados y la calidad de la mano de obra”, expresó.
Bazán explicó que, a base de lo anterior, se obtiene un valor, y también utilizan un cuadro comparativo “de distintas unidades, que pueden ser de casas o departamentos similares en el mismo barrio, que ayuda a obtener un valor”, y destacó que algo que es muy importante, y donde siempre interviene lo subjetivo, es “el buen ojo del tasador de estar parado frente a un inmueble y tener la certeza del precio más real posible”. “Hay muchas cosas, la cantidad de metros cuadrados del terreno, de la superficie construida, o cuántos metros cuadrados la tiene hacia arriba, y sí, el entorno y la zona, define mucho el valor”.
Explicó que obviamente hoy los precios son un poco más difíciles de tasar, por la situación económica, y expresó “que la nueva ley tiene falencias, y creo que van a tener que sentarse nuevamente para hacer un trabajo más preciso, donde intervengan directamente los distintos Colegios del país, que se trabaje en algo mejor hecho, y se perjudique menos a todas las partes. El tema es que esta situación supera a la profesión en sí, porque depende de la inflación y una crisis que va más allá de nosotros”.
Entre otras de las cosas que hace un corredor, además de tener que estar muy bien informado de los valores, de la oferta y de la demanda, del trato diario con los clientes, es “estar, en mi caso específico, de lunes a viernes, desde muy temprano. Por ejemplo, los primeros días del mes ya tengo los recibos hechos y las liquidaciones correspondientes para los propietarios. También cobro los alquileres, a veces en la oficina o a veces los cobro a domicilio porque algunos inquilinos no se pueden llegar. Hago la rendición de esos alquileres. Y bueno, es estar siempre asesorando, mostrando propiedades, sea para venta o alquiler. Hablar con las personas que hacen los mantenimientos. Haciendo contratos y el papeleo que se tiene que realizar día a día en relación con el rubro. Es un trabajo realmente muy movido”, concluyó.