Campaña nacional de la Federación Argentina de Cardiología

Lanzaron “Cuidá tu peso, cuidá tu corazón”

Señalan que entre 2005 y 2018 el sobrepeso en el país aumentó del 34,4% al 36,2%, mientras que la obesidad se “disparó” del 14,6% al 25,4%

En el marco de los alarmantes datos sobre obesidad y sobrepeso que arrojó la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) 2019, la Federación Argentina de Cardiología (FAC), junto con la Fundación Bioquímica Argentina (FBA), lanzó la 13ª campaña “Cien mil corazones para un cambio saludable” con el objetivo de movilizar a toda la comunidad a realizar acciones que contribuyan a un cambio de hábitos para reducir la tasa de factores de riesgo cardiovascular.

Bajo el lema “Cuidá tu peso, cuidá tu corazón”, la propuesta se inició el 28 de septiembre con una serie de actividades y se extenderá por un mes y medio hasta el 14 de noviembre, cuando se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, enfermedad que es uno de los principales factores de riesgo para la salud cardiovascular.

“Este año, en vista de los resultados de la última ENFR dada a conocer por las autoridades, que dicen que la obesidad ya afecta a uno de cada cuatro argentinos, hemos decidido concentrar nuestra campaña anual en la concientización y prevención de este factor de riesgo que vincula directamente la forma en que comemos con el deterioro de nuestra salud y de nuestra calidad y expectativa de vida y donde toda la comunidad, en especial la familia, puede ser el factor de cambio decisivo”, sostuvo el doctor Jorge Camilletti, médico cardiólogo (MN N° 110356) y presidente de la FAC.

La última encuesta dada a conocer este año por la Secretaría de Estado de Salud muestra que, a diferencia del tabaquismo, que entre 2005 y 2018 ha bajado desde casi el 30% de los argentinos hasta un 22%, el sobrepeso (IMC entre 25 y 30 kg/m2) ha aumentado del 34,4% al 36,2% de la población y la obesidad (IMC mayor que 30 kg/m2) se disparó: en 2005 afectaba al 14,6% de los argentinos, y hoy el 25,4% es obeso. Uno de cada cuatro argentinos tiene obesidad y sumada al sobrepeso afecta al 61,6%, cuando en 2005 esa proporción de gente con este factor de riesgo era menor al 50% del total de la población. El Indice de Masa Corporal (IMC) se calcula dividiendo el peso en kilogramos por la altura (en metros) al cuadrado.

“Las enfermedades cardiovasculares son las más prevalentes; son la primera causa de muerte y en la mayoría de los casos obedecen a causas prevenibles, por eso toda la sociedad, y los que formamos parte del sistema de salud en particular, debemos asumir la responsabilidad de trabajar por la salud de los argentinos en este sentido”, sostuvo por su parte el doctor Claudio Duymovich, bioquímico (MP N° 2161 Buenos Aires), presidente de la FBA, la cual a través de su programa Procordis participa desde los inicios de esta campaña anual, que involucra a entidades de todo el país.

El doctor Luis Horacio Cicco, médico cardiólogo (MP N° 222.473, provincia de Buenos Aires), presidente de la Sociedad de Cardiología Sierra y Centro de Buenos Aires, miembro de la FAC y codirector de la campaña “Cien mil corazones...”, añadió, por su parte, que el incremento de peso “es el factor que involucra más riesgo de enfermedad cardiovascular, porque es el que a su vez genera la aparición de la hipertensión arterial, el aumento del colesterol y la diabetes tipo 2, por lo que se habla de “diabesidad”.

La dieta actual se concentra cada vez más en alimentos altamente calóricos, con hidratos de carbono ultraprocesados y grasas saturadas, es escasa en frutas y verduras y el organismo paga el precio: “La obesidad es la madre de todas las condiciones para que enferme el árbol arterial y a través de un cambio en la forma de vivir podemos hacer mucho para cuidar el corazón”, señala este especialista, quien explica que la campaña, justamente, intenta “motivar la acción, con un objetivo tanto educativo como de movilización concreta de todos los actores de la salud para alinearse en esta lucha contra los factores de riesgo cardiovascular”.

Como bien señala el eslogan de la campaña, “cuidar el peso es cuidar el corazón y las arterias, porque la obesidad abdominal no es sólo grasa alrededor de la panza ni queda solamente ahí, sino que funciona como una glándula que trastorna todo el metabolismo y al pasar al torrente sanguíneo, produce el taponamiento y deterioro de las paredes de las arterias”, remarcó el especialista. Así, la obesidad es el origen, por un lado, del síndrome metabólico, que es la alteración de los mecanismos biológicos que regulan interactivamente el metabolismo de las grasas, azúcares y sales en el organismo (y con ello, factores que van desde el propio apetito hasta la presión arterial) y, por otro lado, se “traduce” en el aumento del colesterol LDL o “malo” y de los triglicéridos, que incrementan el riesgo de arterioesclerosis, infarto y ACV.

 

Poca o ninguna actividad física

Otro de los datos preocupantes revelados por la ENFR 2019 es que la proporción de argentinos que realizan poca o ninguna actividad física aumentó del 55% al 65% en los últimos 10 años, lo que indica que uno de los hábitos más saludables como factor de prevención -que la mayoría de las personas podría lograr con unos 30 minutos de caminata diaria- no está siendo puesto en práctica. “Si, como asegura la Encuesta Nacional y como cualquiera puede ver alrededor suyo en cualquier parte del país, seis de cada 10 personas tienen obesidad o sobrepeso hay que pensar que además la mayoría de ellas le suma a eso otro factor de riesgo, que es el sedentarismo”, sostiene Cicco. “Por eso, no es necesario que cada uno se convierta en un deportista -señala-, simplemente hay que ponernos en marcha”.

“La base de una dieta saludable es el consumo de verduras, frutas y de agua”, remarca Cicco, quien en lo que respecta al consumo de grasas recomienda “reducir al mínimo el consumo de carnes, rojas o de cualquier tipo e incorporar las grasas que son más saludables, como las que provienen de los aceites vegetales crudos, pescados de mar profundo o frutos secos”. Estas recomendaciones son la base de dietas como la mediterránea o la DASH, promovidas en todo el mundo como modelo de alimentación saludable para reducir el problema global de la obesidad y la consiguiente pandemia de enfermedad cardiovascular.

El doctor Ricardo López Santi, médico cardiólogo (MP Nº 16471), expresidente de la FAC y titular del programa Procordis de la FBA, sostuvo a su vez que para tratar públicamente el tema de obesidad es necesario tener en cuenta tres cuestiones relevantes. “La primera es que durante mucho tiempo ha sido subestimada como problema, mientras que hoy sabemos que la presencia de grasa en las vísceras segrega sustancias que llevan a la diabetes, la hipertensión y la inflamación de las arterias, y este es un tema al que se le da cada vez más relevancia como generador de la enfermedad cardiovascular”, afirmó.

Esta subestimación hizo que la gente infravalore sus problemas de peso: “Hay estudios en los que se consulta a la gente sobre su peso, y mucha gente obesa piensa que su peso es el normal”, agregó López Santi. El tercer punto, sostuvo, es que mucha gente interpreta sus problemas de peso como una cuestión estética y no de salud. “Por eso hay que sensibilizar a toda la población, decirle que cuando va a su médico se haga controlar el peso, el Indice de Masa Corporal y el perímetro de cintura, de la misma manera que controla su presión arterial o los valores de sus análisis clínicos”.

 

Más tiempo de vida

“Esto no es una cuestión estética, sino que está directamente relacionada con más tiempo de vida, porque un paciente que por sobrepeso ha adquirido diabetes tipo 2, por ejemplo, vivirá entre cinco y seis años menos que una persona sin diabetes”, dijo el especialista.

Duymovich explica que “la diabetes, la hipertensión arterial, el deterioro de las arterias por el exceso de colesterol y de triglicéridos y la enfermedad renal están entre los principales factores de riesgo para la salud cardiovascular y otras enfermedades crónicas, y en todos ellos los análisis clínicos son una herramienta imprescindible para el diagnóstico y el control, por lo cual el papel de los profesionales bioquímicos puede ser estratégico para la detección de esos factores de riesgo en etapa temprana”.

En este sentido, destacó, las recomendaciones de ayuno previo, las etapas previas al análisis y las condiciones de atención al paciente en el laboratorio -además de ser tareas imprescindibles- pueden ser ocasiones para la intervención de los profesionales como agentes de salud.

El apoyo a los pacientes en la prevención y el control va incluso más allá, explica, porque “el personal de laboratorio también cuenta con una capacitación sobre los factores de riesgo, ya que, por ejemplo, sabe que los valores de referencia para los pacientes en prevención primaria no son los mismos que en quienes están en tratamiento o prevención secundaria, y en este sentido trabajamos en conjunto tanto con los pacientes como con los médicos y otros profesionales”.

La continuidad en la concientización sobre esta problemática también apunta a replicar en otros ámbitos los buenos resultados obtenidos en la lucha contra el tabaquismo, añadió.

 

Fuentes: www.fac.org.ar y www.fba.org.ar

 

Diabetes e insuficiencia cardíaca

La relación entre diabetes e insuficiencia cardíaca (IC) es cada vez más clara. La diabetes tipo 2 puede ser causa directa de insuficiencia cardíaca, incluso en ausencia de enfermedad coronaria; mientras que la insuficiencia cardíaca puede generar, con el tiempo, la aparición de diabetes. En el marco del Día Mundial del Corazón, el pasado 29 de septiembre, los médicos reafirman la importancia de la prevención, diagnóstico y tratamiento temprano de la insuficiencia cardíaca para mejorar la calidad de vida del paciente.

 La diabetes tipo 2 y la insuficiencia cardíaca comparten mecanismos fisiopatológicos (causas) comunes, explica Paula Pérez Terns, médica cardióloga especialista en Insuficiencia Cardíaca. De hecho, se estima que cerca del 40% de los pacientes con insuficiencia cardíaca tiene diabetes. A su vez, la diabetes acelera la progresión de la enfermedad cardíaca, aún cuando haya un buen control glucémico y de todos los factores de riesgo. Los hombres con diabetes tienen 2,5 veces más riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca que los que no tienen diabetes, y en las mujeres el riesgo se multiplica por cinco. El pronóstico empeora para el paciente cuando se asocian ambas patologías y por eso es tan importante prevenir el desarrollo de insuficiencia cardíaca, concluye la especialista.

La insuficiencia cardíaca es la incapacidad del corazón de bombear sangre en forma adecuada para cubrir las necesidades del organismo. Esto puede deberse a una falla en la relajación del músculo cardíaco (IC con fracción de eyección preservada) o a una falla en la contracción del mismo (IC con fracción de eyección reducida). Se caracteriza por síntomas como falta de aire ante el esfuerzo, edemas y aumento de peso.

Los datos a nivel global indican que la prevalencia de diabetes en la población adulta oscila entre el 6% y el 11%, dependiendo de la región; mientras que la de IC es del 1,5%. En Argentina el índice de prevalencia de la IC es del 2%, mientras que el de diabetes es del 12%.

La insuficiencia cardíaca en Argentina está aumentando cada año y el incremento se debe al envejecimiento poblacional y la mayor sobrevida de otras enfermedades cardiovasculares como el infarto agudo de miocardio. En nuestro país, la incidencia de la insuficiencia cardíaca representa alrededor de 120 mil casos por año, más de 200 personas internadas por día y un costo en salud anual que representa el 9,5% del PBI, afirma Pérez Terns. Es la primera causa de internación en mayores de 65 años y tiene una mortalidad promedio del 50% a 5 años.

 

Fuente: AstraZeneca

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