Cuando el río se convierte en una peligrosa amenaza

Los vecinos de Aguaclara reiteraron su preocupación por el avance sostenido que ha tenido el cauce del río Ctalamochita sobre el terreno del barrio, con cada crecida. El problema es de larga data, pero solo en los dos últimos años, en esa zona donde el río hace una curva, se han perdido seis metros de costa.

En 2015, habitantes de ese sector de Villa Nueva dieron a conocer este problema ante El Diario. Ahora, la presidenta del centro vecinal del barrio, Mercedes Valle, dijo que se habían comunicado con el intendente Natalio Graglia y hasta con el director de Municipios y Comunas, Marcelo Frossasco, en busca de una solución, pero se lamentó por la falta de respuestas. 

“Ya hablamos en varias oportunidades con el intendente Graglia, hace cerca de un año y medio que tuvimos la primera reunión para plantearle esta situación, fue al inicio de nuestra gestión y le pedimos una solución para el problema de la costa, porque cuando el río arrastra gran cantidad agua la va socavando y se la fue llevando de a poco. Esto se siguió agravando, en los últimos dos años perdimos seis metros de superficie, solo la crecida de abril pasado nos dejó con dos metros menos de costa, y la furia con la que viene el agua en cada crecida amenaza con llegar hasta la calle”, explicó.

“El intendente nos dijo que es una obra muy importante y que debería hacerse a nivel provincial, pero no tenemos noticias de que la Provincia haya hecho algo hasta ahora. A fines de marzo lo convocamos nuevamente, preocupados por el tema, y le pedimos que al menos tiraran bloques de cemento y escombros para frenar el río e ir deteniendo el deterioro hasta que le dieran respuesta desde la provincia. Algunos bloques de cemento tiraron, pero después han lanzado raíces de árboles y restos de poda”, precisó.

“Días antes de las elecciones lo citamos y vino con su equipo, se mostraron preocupados y dijeron que se iban a ocupar, pero lo que estamos viendo son montañas de tierra y basura que tiran, desechos que no están sumando porque se los termina llevando el río”, indicó.

“Me comuniqué con Frossasco para ponerlo al tanto de nuestra preocupación y le pedí que, como es una obra que debe afrontar la Provincia, se acercara a evaluar qué se podía hacer antes de que sea demasiado tarde. Frossasco me dijo que iba a hablar con Graglia para conocer la gestión que había hecho ante la Provincia para apurarla, o de lo contrario, realizarla, pero de ninguno de los dos tuvimos más noticias. No estamos teniendo respuestas”, remarcó.

“Mientras, el agua va socavando la costa por debajo y el terreno va quedando sin sostén, ya no se pueden ni estacionar los autos ahí, porque es un peligro. El río ya se comió seis metros de costa y si esto sigue así, vamos a perder la calle porque ya quedó a dos metros del cauce, en algunos lugares. Esto lo advertimos el año pasado, lo renovamos en mayo y aquí estamos, perdiendo la fisonomía del barrio por desidia del Estado”, enfatizó.