­­­“Vemos que va para largo y somos los más perjudicados”

Los dueños de los salones de fiestas y eventos se reunieron con el intendente Natalio Graglia con el fin de llevarle sus inquietudes respecto a la situación económica actual que les toca atravesar con motivo del aislamiento obligatorio decretado ante la pandemia de coronavirus.

El Ejecutivo, tras la reunión, se comprometió a hacer llegar un protocolo a las autoridades que tienen potestad en ello, con el fin de poder desenredar la situación que los tiene en jaque.

Sergio Hidalgo, propietario del salón La Bodega, tras el encuentro dialogó con un periodista de El Diario y pintó el panorama que les toca en suerte.

“Estamos muy preocupados porque nadie dice cuándo se va a reactivar nuestro sector. Vemos que va para largo y somos los más perjudicados en ese sentido”, aseguró.

Al mismo tiempo, sostuvo: “Le dijimos al intendente que queremos trabajar. Hicimos varias propuestas y hay gente que está elaborando un protocolo, pero consideramos que Graglia lo plantee. Nosotros no somos quiénes para decir qué se tiene que hacer”.

Realizando una comparativa, el propietario del salón del barrio Sarmiento destacó: “Tenemos una ventaja, el que hace una fiesta sabe la gente que va a asistir, esto no es como una confitería donde abrís la puerta y puede entrar cualquiera”.

“Si nosotros podemos hacer un test rápido como los que se usan ahora, le podemos decir a la gente que si está en condiciones, lo haga”, agregó.

Al ser consultado sobre la posibilidad de realizar una celebración con una concurrencia más bien reducida, Hidalgo fue categórico en su negativa: “¿Cómo hacés para decirle a la gente que se casa que tiene que invitar al 50%? Tenemos que abrir y abrir...  Si no, vamos a tener que cerrar, no sé cómo vamos a hacer. No se aguanta... no hay posibilidades”, graficó.

Con mucha gente detrás

Hidalgo, junto con otros empresarios del sector había conformado una comisión durante el año pasado en la que también confluyen sus colegas de Villa María. En este marco, valoró la importancia de aquella unión.

“Tengo entendido que los de Villa María van a hacer lo mismo. Acá la única forma de sostenerse es no pagando. Hay también empleados eventuales que lamentablemente, si no van, no cobran”, afirmó.

“La industria de la fiesta tiene mucha gente detrás, cocineros, mozos, decoradores, fotógrafos y demás”, aseguró.

“Del tema de la electricidad todavía no hablé y habría que ver la forma de conseguir créditos blandos para contener esta actividad. Las facturas no mermaron mucho, no sé qué pasó, hay que averiguar”, dijo Hidalgo.

“Nosotros teníamos acumuladas mercaderías en algunas heladeras y freezers. Tras un mes, o mes y medio, empezamos a sacar todo y a tirar para que quede lo indispensable. Perdimos cosas como bolsas de hielo y demás. Decidimos que no estén más”, apuntó.

En Villa Nueva, La Bodega, La Isolina, La Quinta y Monet (espacios que participaron de la audiencia) son los escenarios de gran porte que sostienen un 80% de las asistencias a eventos, según palabras del mismo Hidalgo.

Respecto a la función del Ejecutivo, agregó: “El intendente se portó muy bien, nos entendió y se comprometió a ponerse a ver qué posibilidades hay de abrir lo antes posible”.

“Está bien predispuesto, pero hay un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) por el que nosotros no podemos trabajar... hay que ver cómo se modifica eso a nivel nacional”, remarcó.

“En medio de todo esto, opino que a la gente no la va a poder sostener. Aquí es un lugar donde no hay infectados, entonces si no los hay, no sé cuál es el inconveniente. El Centro de Operaciones de Emergencia (COE) y los responsables van a tener que flexibilizar”, consideró Hidalgo para finalizar.