Bomberos Voluntarios

Con cuartel diagramado se asegura el servicio

Henry Mandaio, jefe del cuerpo activo, explicó de qué manera trabajan los servidores públicos en esta “nueva realidad”. La unidad conseguida ya está disponible para ser retirada en Buenos Aires, pero esperarán que la pandemia afloje para no provocar contratiempos
sábado, 11 de julio de 2020 · 08:59

Henry Mandaio, jefe del cuerpo activo de Bomberos Voluntarios, dialogó con un periodista de El Diario sobre la actualidad de los servidores.

En una época donde “la accidentología ha bajado muchísimo”, algunos casos como el rescate de perros o gatos han tomado mayor visibilidad (pero no son algo nuevo).

Adaptarse al aislamiento por COVID-19 marcó también un nuevo escenario en el espacio de los servidores públicos domiciliados sobre calle Santa Fe al 1150.

“Desde que comenzó la pandemia hicimos un diagrama con respecto al personal porque no pueden ir todos al cuartel”, destacó Mandaio, y describió que “se tuvo en cuenta a las personas que son de riesgo (dos o tres) y también se les dio el aislamiento hasta que pase todo esto”.

“A los que están brindando su tarea se los dividió en dos equipos: uno para seguir con salidas y al otro se lo capacitó y destinó al trabajo que tiene que ver con el COVID-19 con ropa adecuada y demás por si tenemos que actuar con el protocolo para la pandemia”. En tanto, a esta última mitad se la subdividió en grupos de tres con el fin de que no se crucen, y si alguno tiene síntomas compatibles, solo se deba aislar a esos tres que compartieron la labor.

“Al momento de ingresar siempre se les revisa la temperatura; mantienen la distancia, no toman mates, no se pueden quedar en la Guardia después de sus turnos y llevan los tapabocas”, definió el entrevistado, que también afianzó que tal dividendo “al principio costó un poco porque todos querían salir. Hubo que adaptarnos y explicar para ver cuál era la forma de trabajar de parte de la jefatura para cuidarnos entre todos porque cualquiera se puede contagiar”.

“Queremos llevar tranquilidad a los vecinos, queremos seguir en el servicio y el cuidado, más allá de todo; el cuartel debe estar abierto todo el año y con bomberos, que son personas capacitadas, por eso nuestra tarea es insustituible”, resaltó.

 

Con calle propia

Días atrás, el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad que una calle de la ciudad llevará el nombre de Bomberos Voluntarios. Aún no se sabe cuál será tal arteria, pero se aguarda que para el próximo 6 de marzo, fecha en la que cumplirán dos décadas de servicio, esté lista para poder inflar el pecho de orgullo.

“Estamos muy contentos por que la ciudad nos brinde este reconocimiento a través del Concejo. Es bueno saber que estamos en el camino correcto. Vieron que nuestro trabajo es acorde a lo que es el crecimiento de la ciudad y es algo que cayó muy bien. Uno no hace nada para que vengan estos reconocimientos, pero agradecemos a todo el Concejo, ya que desde que se formó Bomberos siempre tuvieron las puertas abiertas para nosotros y más ahora que está esta iniciativa”.

“Para los 20 años tendremos una arteria propia que nos inserta aún más en la ciudad... no cualquier institución puede tener una calle. Ese reconocimiento la verdad que es muy importante y llega al sentimiento de todos los bomberos”.

 

Ajustados, pero bien

Pensando en lo económico, más allá de los ajustes necesarios por la crisis, el trabajador voluntario no diagnosticó que la situación fuera mala.

“Este no será un año de compra, pero el autobomba que se adquirió el año pasado en Holanda ya está en Buenos Aires, en la Aduana, y solamente hace falta un papel”, señaló haciendo referencia al camión de abastecimiento que ronda los 14 mil litros en un estado casi nuevo y que hoy, por el salto del dólar, sería imposible de acceder.

“De igual manera, no lo vamos a ir a buscar por ahora porque a la vuelta deberíamos estar en cuarentena y no queremos ninguna baja. Queremos que la fábrica la pueda trasladar a una zona blanca y a la semana o a los 10 días ir a buscarla y traerla... pero no tenemos apuro”, redondeó.

 

Por otra parte, el jefe de Bomberos destacó que en esta época existen varias complicaciones en cuanto a la inhalación de monóxido de carbono. La llegada de las bajas temperaturas, conjuntamente al encendido de artefactos de calefacción que no tuvieron un mantenimiento adecuado pueden generar situaciones por demás dramáticas. “Todo lo que es ventilación se suele obstruir porque entra tierra, y como pasa un año hasta volver a encender el calefactor, se hacen nidos, se tapan o queda óxido”, dimensionó. Otro de los puntos a tener en cuenta es dejar una abertura para que en los domicilios pueda ingresar el oxígeno. Asimismo, hay que cerciorarse de que funcionen bien, no tengan pérdidas y, en el caso de los leños, también generar un espacio donde el aire circule.  

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