Histórico recital frente a un mar de gente

Sencillamente, la Bersuit

La presentación de la icónica banda en el Parque Hipólito Yrigoyen, ante miles de personas, fue el punto de ebullición de las cuatro noches. Hasta Fabricio Rodríguez participó de un show inolvidable
martes, 19 de noviembre de 2024 · 07:45

Durante las primeras horas de ayer, cuando el último sonido rockero dejaba un sello en la ribera villanovense, quedaba una sentencia incuestionable: el mayor acierto de la renovada edición de la Fiesta de la Cerveza Artesanal fue haber traído a Bersuit Vergarabat.

“No te confundás, Peluca”, dijo uno de los músicos, antes de cantar que “se viene el estallido”.

Para un momento de fiesta, en la tierra carnavalera de la “Negra murguera”,  en tiempos donde es necesario refrescar conceptos básicos en la conciencia social y en una noche donde mover los brazos era indispensable para despejar las bajas temperaturas, Bersuit estuvo para llenar todos los casilleros. De paso, dejó en claro que el rock, en su abanico de colores, sigue más radiante que nunca.

De otra manera no se explica la cantidad de gente que hizo un mar de cabezas sobre el viejo campo de la doma, pegado al río.

Si alguien se paraba y, por un segundo, alejaba la vista del escenario para llevarla hacia el público, registraba el momento idílico del fin de semana largo, ya que observaba a miles y miles de personas ocupando esa belleza natural del conglomerado local para disfrutar, sencillamente, de la música.

Ante esto, Bersuit se brindó como la banda histórica que es, más allá de las ausencias, como remarcando que no hay nombres que sean más importantes que el equipo. Y ese mensaje no es nuevo en su vida musical.

Sus propias canciones dan testimonio del significado de ponerse la camiseta, aunque solo lleven pijamas sobre el escenario. Y como muestra solo vale lo que motorizó la presentación de Fabricio Rodríguez, quien se subió a tocar dos temas, entre las voces -todavía impecables- de Daniel Suárez y el Cóndor Sbarbati.

El último de esos temas fue nada menos que el temón: “Un pacto”.

“El poder siempre manda/Si para tenerte aquí habría que maltratarte/No puedo hacerlo/Sos mi Dios/Te veo me sonrojo y tiemblo/Qué idiota te hace el amor”, sonaba sobre el escenario y sobre el Parque. Pareció que nadie desconoció la letra. Y en el final, cuando la emoción se apoderaba de los bersuiteros, Suárez resaltaba que Fabricio “es de acá a la vuelta” y, por lo tanto, había que cuidarlo.

El propio Rodríguez había dejado la noche en plenitud con un show impecable también, en la previa, demostrando que la armónica es como parte de su cuerpo porque, de otro modo, no se explica cómo toca tan perfecto ese instrumento.

 

Soledad y estallido

Como siempre se caracterizó por ser una banda que llegó con mensajes sin medias tintas, Bersuit entró de lleno en la medianoche desde su primera canción, “La soledad”.

Y justo la primera estrofa quedó como un presagio para todo lo que iba a venir: “Esperaría que no te asuste/Este instante de sinceridad”, reza la canción, de arranque.

Desde entonces hubo show de calidad, al menos desde la propuesta de Suárez, el Cóndor, Juan Subirá, Pepe Céspedes, Carlos Martín, Nano Campoliete y Juan Bruno, los “sobrevivientes” de la banda.

Esa mencionada calidad vino con lemas propios de una banda que fue voz de protesta en los 90 y que sigue levantando esas banderas en tiempos de injusticia social.

En ese contexto, sonó como sacudón necesario el himno “Señor Cobranza” (“si la habremos cantado en La Caleta”, contaba uno), insultando hacia el Congreso y la Casa Rosada. Y en esa lista que la gente ovacionó, aparecieron “La argentinidad al palo” (donde Subirá nombró directamente a Milei como el hambreador de estos tiempos) y “Se viene”, cuando los saltos de miles de personas iban acompañados de la frase “Se viene el estallido”.

No obstante, en esa seguidilla de clásicos no faltó “Vuelos”, la hermosa canción que Bersuit le dedica, desde un principio, a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.

Además, en la lista de ‘una que sepamos todos’ entró de lleno “El tiempo no para”... Y “hoy veo al futuro repetir el pasado”.

 En medio del recital, cuando el Cóndor se bancó solo el temazo “Sencillamente”, la gente ya tenía a Bersuit en el corazón.

Pasaron luego “Negra murguera” y algunos temas nuevos, entre los que sonó “Me la pego”, una obra maestra que refleja cómo el argentino se repite en darse contra la pared.

¿Faltaron clásicos? Sí, muchos se quedaron con ganas de una “Desconexión sideral” o  una “Murguita del sur”. Pero Bersuit es eso, tiene tanta música en su historia y su presente que hasta no alcanza con un recital, aunque haya cumplido o superado expectativas.

Al menos esta vez, hizo que una fiesta mirada de reojo por muchos dejara un sello inolvidable; quizás, el mejor show del año.

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