Los “Peregrinos de la Esperanza” encabezaron una misa en la histórica parroquia de Nuestra Señora del Rosario
Villa Nueva dio la bienvenida a los “obispos misioneros”
La misión obispal que forma parte del Jubileo 2025 y que tendrá diferentes actividades hasta el domingo, tanto en Villa María como en Villa Nueva, inició ayer en esta ciudad, con los distintos representantes de las diócesis de la provincia de CórdobaEl párroco de Nuestra Señora del Rosario, el padre Maximiliano Savoretti, fue ayer el anfitrión de los Peregrinos de la Esperanza y el encargado de darle la bienvenida a siete de los ocho obispos de las distintas diócesis cordobesas que llegaron a Villa Nueva y Villa María en misión pastoral, con la ausencia de último momento del obispo de la Diócesis de Río Cuarto, Adolfo Uriona, quien por razones de salud no pudo asistir a este largo fin de semana de actividades en el marco del Jubileo 2025.
Sí estuvieron los siguientes obispos: Ricardo Araya (Cruz del Eje), Enrique Eguía Seguí (Deán Funes), Sergio Buenanueva (San Francisco) y Samuel Jofré Giraudo (Villa María), mientras que los tres restantes, representando a la Diócesis de Córdoba capital, son obispos auxiliares Ricardo Seirutti, Horacio Álvarez y Alejandro Musolino, quienes le ayudan al cardenal Ángel Rossi, quien, por el tema del Cónclave donde se eligió al nuevo Papa León XIV, no pudo estar presente, ya que sus actividades en Roma terminan el próximo domingo.
Además, estuvo presente también el intendente Ignacio Tagni, junto con otros miembros del Gabinete municipal.
Cabe señalar que la misión de los obispos, quienes realizarán diferentes actividades desde ayer y hasta el domingo, es la de ser “Peregrinos de la Esperanza”, lema elegido por el propio Papa Francisco el año pasado, y quien falleciera hace casi un mes tras haber estado internado por un tema respiratorio varias semanas, “así como guías en el camino de la fe y promotores de la justicia y la paz, e invitando a todos a ser peregrinos junto a ellos y a vivir la plenitud de la vida en Dios”.
El camino de Francisco
“Esta es la segunda misión que hacen los obispos, después de la que se hizo en abril del año pasado en Deán Funes y después de tomar la decisión de todos los años reunirse y visitar un lugar como gesto misionero, siguiendo así las palabras de Francisco, de una Iglesia en salida, de puertas abiertas, y este año, los Peregrinos de la Esperanza visitan Villa María y Villa Nueva y, en el marco de su misión, realizarán diferentes actividades, comenzando con esta misa donde los recibimos y les damos felizmente la bienvenida”, comentó previo a la ceremonia religiosa el padre Maximilano Savoretti.
El párroco local, visiblemente emocionado de poder ser parte de esta misión de obispos, contó que cada uno de ellos encabezará alguna actividad distinta en casi todas las parroquias de ambas ciudades, y mencionó además “que cada templo se ha organizado para llevar a cabo distintos gestos misioneros visitando hogares de niños y ancianos, instituciones y acciones en los propios templos, algo muy lindo, y será el sábado en la Catedral de Villa María, donde se realizará la misa de las dos ciudades en conjunto, a donde llegaremos desde cada una de las parroquias peregrinando por las ciudades, lo que será un hermosísimo momento”.
Misa por la esperanza
Fue así que los 7 obispos encabezaron ayer la misa en la parroquia de la Nuestra Señora del Rosario, en un momento histórico muy importante para la Iglesia Católica, tras el triste fallecimiento del Papa Francisco y la elección del Papa León XIV, quien parecería seguir el mismo camino que el anterior sumo pontífice argentino, y que aunque nació en Estados Unidos, pero realizó la mayor labor pastoral en Chiclayo, Perú, incluso teniendo esa nacionalidad, de quien Savoretti dijo: “Sin duda hemos recibido con muchísima alegría y con gran emoción, lo que es un regalo para la humanidad y un gran regalo para toda la Iglesia, porque más allá de esta línea cercana con Francisco, es un hombre que nacido en Chicago y se hizo sobre todo, pastoralmente, en Chiclayo, Perú, y además es un pastor que conoce la vida de la gente, que ha estado caminando en medio de ella, y no pasa de su dolor, sus dificultades y realidades, con un llamado muy fuerte a tender puentes, poniendo a Cristo en el centro, pero un Cristo que está muy cercano y que lleva a la paz y, como dijo el nuevo Papa, una paz desarmada y una paz que desarme”.
Mientras tanto, durante la misa, que estuvo casi colmada, el primero en tomar la palabra previa a la misma fue el obispo Samuel Jofre, de la Diócesis de Villa María: “Este año, la providencia nos regaló que viniéramos a nuestra Diócesis de Villa María y nos pareció justo comenzar aquí, en Villa Nueva, que es la primera parroquia de este conglomerado urbano, y que tiene tanta historia”.
Además, el religioso dio formalmente la bienvenida a los obispos que se llegaron de diferentes puntos de la provincia: “Lamentamos la ausencia del cardenal Rossi y del obispo Uriona, quienes por razones de fuerza mayor no han podido acompañarnos en esta misión, que es un pequeño gesto, porque no pretendemos cambiar nuestra vida espiritual, pero tiene su importancia que los obispos hagan esto que el Papa Francisco nos recordaba, de tener una Iglesia en salida, y ya que todos estos obispos vengan aquí es un gesto muy significativo que agradecemos”.
Mandato misionero
Posteriormente, el obispo Sergio Buenanueva, de la Diócesis de San Francisco, durante su sermón, entre varias cosas, señaló lo siguiente: “Comenzamos esta misión e interpreto el sentir de todos los obispos acá reunidos, quienes estamos muy emocionados de estar en esta hermosa parroquia de Villa Nueva, edificada en honor a Nuestra Señora del Rosario, y queremos hacerles saber a todos los presentes nuestra gratitud por estar aquí”.
Además, expresó que “en esta misión que iniciamos están involucrados el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y venimos en esta misión con una idea que nació hace bastante tiempo, allá por 2020, pero la pandemia nos cambió todos los planes. Mas Dios es sabio, y así nos va conduciendo en la vida, y hoy estamos acá, cumpliendo el mandato misionero que nos inculcó Francisco”.