Caso Antonia Manuela Parra - La mujer que murió por las complicaciones ocasionadas tras una endoscopía

Trece años y medio esperando respuestas del Poder Judicial

Los hijos de la mujer iniciaron acciones judiciales en el ámbito civil y penal, sin ninguna resolución hasta el momento. Roberto, uno de los demandantes, comparó el caso de su madre con el de Débora Pérez Volpin, que ya tiene una sentencia, ratificada en segunda instancia
domingo, 19 de marzo de 2023 · 07:00

Antonia Manuela Parra murió el 18 de octubre de 2009,  13 años y medio atrás. Por entonces, gozaba de un estado general de buena salud. Fue a la Clínica Cruz Azul a realizarse estudios por algunos problemas estomacales y allí le practicaron una video endoscopía digestiva alta (VEDA), le perforaron el esófago y eso generó una serie de complicaciones que terminaron causándole la muerte el 18 de octubre de 2009.

La periodista y legisladora Débora Pérez Volpin murió el 6 de febrero de 2018, hace poco más de cinco años, debido a una perforación en el esófago producida cuando le practicaron una video endoscopía digestiva alta (VEDA), en la Clínica de la Trinidad, en Buenos Aires.

Los casos son similares, las investigaciones en la Justicia no.

En el caso de Pérez Volpin, en agosto de 2019, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº 8, a cargo del juez Javier Anzoátegui, declaró al endoscopista Diego Bialolenkier responsable del homicidio culposo de la mujer y lo condenó a cumplir tres años de prisión y siete de inhabilitación para ejercer la Medicina. Recientemente, una Cámara de Casación confirmó ese fallo.

En el caso de Antonia Manuela Parra, aún no se expidió la Justicia.

El hijo de la mujer, Roberto Ramonda, estuvo en El Diario, una vez más, reclamando respuestas. “Llevamos 13 años y tres meses pidiendo Justicia en los Tribunales de Villa María y todavía nada. No sé, pensando en el caso de Pérez Volpin, lo único que se me ocurre pensar es que los códigos Penal y Civil, que deberían ser iguales para todas las provincias argentinas, no llegaron a Córdoba. O llegaron cambiados”.

“O a lo mejor es porque ella era una mujer conocida y nosotros unos nadies”, dijo Ramonda.

“Los expedientes del caso de nuestra madre deben estar lleno de polvillo y telarañas. No sé  qué hacer, no me parece lógico que después de 13 años y medio te sigan pidiendo siempre un papelito nuevo”, agregó.

 

La causa

La causa judicial en lo civil y penal se inició tras la muerte de Antonia Manuela Parra. En el expediente, se puede leer las conclusiones a las que arribaron los peritos después de analizar la historia clínica y del informe de la autopsia.

Indica que se realizó una VEDA el 27 de agosto de 2009 en la Clínica Cruz Azul. Al hablar de los riesgos de la video endoscopía, indican que las perforaciones de órganos son poco frecuentes. “Entre un 0,02% y un 0,4%”, explica.

Agrega que Parra presentó los síntomas característicos de la perforación a las tres horas de realizado el estudio y por eso, los familiares la trasladaron desde su domicilio en James Craik, nuevamente a la Cruz Azul, donde la internaron en Terapia Intensiva.

El profesional que redacta el informe cuestiona que a los tres días le suministran alimentación, lo que complica más el cuadro de la mujer, que tuvo que volver a internarse. En esta segunda internación presenta un paro cardiorrespiratorio secundario a edema agudo de pulmón. Deben intubarla y permanece con asistencia respiratoria mecánica por 24 horas.

Dado que la mujer sigue grave, por recomendación de doctores ajenos a la clínica, se recomienda trasladarla a un centro de salud de mayor complejidad y así fue como la llevaron al Hospital Italiano. Allí trataron de “reparar” la perforación del esófago, pero fue demasiado tarde. El 18 de octubre de 2009, la mujer fallece.

El médico que redacta el informe indica que si bien los tratamientos fueron correctos, discrepa con “haber comenzado la alimentación oral al tercer día de la perforación, primero líquido y luego semisólidos”, según consta en historia clínica del Sanatorio Cruz Azul. Lo indicado hubiese sido prohibir la ingesta por vía oral, como mínimo, de siete a diez días.

A modo de resumen, el profesional dice que “la señora Parra fallece como consecuencia de las complicaciones de una perforación esofágica, lesión infrecuente que puede darse en el curso de una video endoscopía digestiva alta”.

Con esos informes, la Fiscalía que investigó el caso en lo penal, elevó a juicio el expediente caratulado “Ramonda, Roberto César y otros contra Sanatorio Cruz Azul y otros”, en los que incluye a dos profesionales de la salud que hicieron la VEDA.

El abogado de la familia Ramonda, Guillermo Romero, explicó que el juicio no se va a hacer porque a pedido de los defensores de los médicos acusados, Horacio Escurra y Daniel Pérez Rivera, el Tribunal Superior de Justicia aceptó la probation, es decir, la suspensión del juicio a prueba.

Para que se concrete tal probation, deben cumplirse ciertas condiciones que aún no fueron resueltas por la Cámara del Crimen de Villa María “a pesar de que he pedido expedición en barandilla”, explicó el abogado.

Y en ese camino intrincado del Poder Judicial, pasaron, hasta hoy, 13 años y medio sin Justicia.

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