Ecoladrillo, una opción a la hora de la construcción sustentable

Los ladrillos ecológicos se han convertido entonces en la actualidad en una excelente opción para construir pues ofrecen varias ventajas respecto del ladrillo tradicional; algunas de las cuales son su fabricación sustentable, ya que no produce emisiones de carbono; son de fácil manipulación y se agiliza la construcción; los costos se pueden reducir hasta un 40% y tienen un excelente aislamiento térmico y acústico.

Pero no todos las opciones son iguales, y aparecen cada vez más propuestas de este tipo en el mercado alternativos, e incluso la posibilidad de la realización casera.

De qué hablamos cuando hablamos de un ecoladrillo

Ha quedado demostrado a lo largo de varios estudios que los ladrillos que consideramos “comunes” de barro, cerámica o bloques, que todos conocemos pueden ser considerados como contaminantes ya que, entre otras cosas, requieren de la utilización de mucha energía para su fabricación, por lo que su impacto ambiental que genera la producción de los mismos es importante. No ocurre lo mismo con aquellos ladrillos ecológicos. también llamados ecoladrillos.

No obstante, y a pesar de que la conciencia ecológica avanza sostenidamente entre las nuevas generaciones, el uso de los ecoladrillos en la actualidad todavía no consigue igualar al uso del ladrillo común o de bloque, a pesar de que a lo largo de la historia se han utilizado materiales más sostenibles en la construcción. La cultura de la construcción con ladrillos de barro aún es dominante en el mercado.

Pero el esfuerzo por acercar a la mayor cantidad de gente posible las nuevas propuestas en materia de construcción va dando sus frutos y cada vez existen más iniciativas ecológicas que pretenden reinventar o sustituir los ladrillos tradicionales, utilizando materiales sustentables, o que promuevan una mayor sustentabilidad que ayude a ahorrar energía o, incluso, a reducir la huella de carbono.

Entre estas iniciativas se encuentran la fabricación de ladrillos con botellas de plástico. Por lo tanto, los ladrillos ecológicos son aquellos ladrillos fabricados a partir de materiales o mediante procesos de fabricación que no suponen un impacto ambiental tan importante como el de los ladrillos convencionales. Dentro de los ladrillos ecológicos hay algunos más ecológicos que otros, según su sostenibilidad en diversos aspectos. Estos ladrillos pueden ofrecernos la misma o mayor resistencia que los convencionales e, incluso, ofrecer las mismas ventajas en confortabilidad y seguridad de la construcción.

Un estudio reveló que en la República Argentina se tiran alrededor de 12 millones de botellas plásticas por día y que solo el 15% de ese volumen se recicla.

Por otra parte, hay unos cuatro millones de argentinos que no tienen acceso a una vivienda digna.

Desde Córdoba, una solución posible

Desde la ONG cordobesa Ecoinclusión estiman que con los ladrillos ecológicos se podrían reutilizar más de 50.000 toneladas de plástico por año. Con esta cantidad se podrían construir casi un millón de metros cuadrados de viviendas sustentables.

Ecoinclusión es una fundación que lleva adelante un  emprendimiento de ecoladrillos plásticos y ha desarrollado una idea para la fabricación de ladrillos ecológicos a partir del reciclaje de botellas de plástico. Ecoinclusión es una organización sin fines de lucro creada en el año 2014 por tres amigos, que aunaba sus inquietudes de ayuda a la inclusión social y la ecología local. Este proyecto ya cuenta con el apoyo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina.

En su fabricación se usa el poletilen-tereftalato (PET) procedente de envases de plástico descartables, en combinación con un cemento usado como ligante y un aditivo químico que facilita la adherencia entre partículas de plástico y cemento. Mediante estos ladrillos se consigue reutilizar importantes cantidades de plástico, puesto que en cada ladrillo se emplean unas 20 botellas de plástico descartable.

Las ventajas de un ladrillo ecológico

Según los propios investigadores del Conicet, en este nuevo tipo de construcciones, se combina  el ecoladrillo con cemento pórtland como ligante, más un aditivo químico que mejora la adherencia de las partículas plásticas al cemento.

La investigadora adjunta del Conicet en el Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE, Conicet-AVE),   Rosana Gaggino, explica que el proceso se lleva a cabo triturando los plásticos con un molino, luego en una hormigonera común se hace una mezcla con el cemento pórtland y el aditivo, que luego se coloca en una bloquera manual que le da forma a los ladrillos.  “El proceso es simple porque es como hacer bloques de cemento y arena, solo que se remplaza la arena por las partículas de plástico PET”, asegura.

Según señalan los investigadores, el ladrillo fabricado a partir de botellas de plástico descartables presenta una serie de ventajas respecto al ladrillo tradicional de barro cocido. Son las siguientes:

a) Proveen una aislación térmica cinco veces mayor que los ladrillos convencionales

b) Pesan un kilo menos que un ladrillo convencional (ladrillo de PET pesa 1.400 kg)

c) Al tener mayor aislamiento térmico, se pueden construir muros de menor espesor. En vez de hacer paredes de 30 cm se pueden hacer de 15.

d) Los ladrillos de PET y cemento tienen buena resistencia al fuego, ya que los resultados del Ensayo de Propagación de la Llama lo clasifican como material Clase RE 2: material combustible de muy baja propagación de llama.

Por otra parte, este tipo de ladrillo presenta una serie de beneficios ambientales:

e) Es un ladrillo más ecológico que otros tradicionales porque su materia prima principal está constituida por residuos plásticos reciclados.

f) A diferencia del ladrillo de barro cocido, en la producción del ladrillo de PET no se consume suelo fértil, por lo que no genera desertificación del suelo.

g) Dado que el ladrillo se moldea con una máquina manual rodante y no necesita cocción en grandes hornos a cielo abierto (como sí lo requiere la fabricación del ladrillo de barro), no produce contaminación atmosférica ni tala de árboles para obtener la leña necesaria para el funcionamiento del horno.

En la actualidad estos componentes constructivos se utilizan para cerramientos y no con finalidad estructural por lo que se está trabajando en la modificación de la superficie del PET para aumentar la compatibilidad con el cemento, mediante la adición de productos químicos o cambios en el proceso de producción, y mejorar así las propiedades mecánicas de los componentes.

Cómo hacer ladrillos ecológicos con botellas de plástico

Si quiere hacer ecoladrillos para construir su casa o un edificio comunitario en tu pueblo o zona residencial para colaborar con el cuidado del medio ambiente, siga los siguientes pasos:

1- Juntar todas las botellas de plástico que sea posible y limpiarlas y guardar también sus tapas.

2 - Rellenar las botellas con todo el material plástico que encuentre. Por lo general, todo lo que se tira puede servir, incluidos los tapas plásticas y el papel de aluminio.

3 - Empujar con una varilla el relleno hasta el fondo, ya que el ecoladrillo debe quedar bien compacto.

4 - Continuar rellenando y apretando los materiales hasta que esté completa toda la botella. Cerrarla con su propia tapa. De esta manera se obtiene el “tocho” o ecoladrillo.

Cómo hacer un bloque de ladrillos ecológicos

Una vez obtenidos los ecoladrillos plásticos caseros necesarios, ya puede empezar a hacer los bloques de construcción.

Según el objetivo y el tamaño de la construcción deseada se pueden utilizar directamente los “tochos” o ecoladrillo e ir uniéndolos en el proceso de levantar el edificio; o bien se pueden hacer bloques grandes de ecoladrillos  y luego unirlos entre sí, lo que es ideal para construcciones grandes.

1 - Preparar un rectángulo de madera para hacer el molde del bloque de las medidas necesarias o pretendidas. Normalmente, se utilizan siete botellas de ancho por 3 de alto.

2 - Hacer la una mezcla de cemento.

3 - Colocar los ecoladrillos en el molde y verter el cemento en los espacios que quedan entre las botellas entre sí y entre las botellas el contorno para rellenar.

4 - Esperar que el cemento se seque del todo (puede que el secado requiera de hasta 24 horas dependiendo del clima del lugar en el que se está construyendo). Se recomienda, por tanto, fabricar más de un molde para poder preparar más de un bloque a la vez y agilizar el proceso de construcción lo más posible.

5 - Una vez que el cemento esté seco se puede desmoldar el bloque que ya estará listo para iniciar la constitución deseada.

Otras opciones para la ecoconstrucción

Desde luego, los ladrillos ecológicos realizados con botellas de plástico no son los únicos ecoladrillos posibles.

También está el ladrillo ecológico de cenizas de carbón. Fue la primer idea para una construcción sustentable inventada en Estados Unidos. El objetivo era darle utilidad a las cenizas que se acumulaban como residuos en las fábricas de carbón. En Argentina, esta versión se adaptó a los recursos de las economías locales: la ceniza de caña de azúcar. El producto se desarrolló en Tucumán, pero aún no está en el mercado. Se destaca por ser aislante de humedad, mientras que los demás necesitan un buen impermeabilizante.

Otra opción es el ladrillo ecológico de suelo y cemento (o modulares),

Esta variedad es la más trabajada y accesible. Se pueden hacer artesanalmente con una mezcla de suelo arcilloso, cemento y agua. O bien, se pueden comprar en grandes cantidades. Estos ladrillos son prensados con una máquina y luego deben seguir un proceso de secado y curado de 7 días o más.

Su principal diferencia con los otros, es su forma hueca. Por sus dos orificios, se puede levantar la pared a la vez que se arma la red eléctrica e hidráulica. Por su cara lisa, no es necesario hacer revoque y se ahorra en los revestimientos. También son conocidos como “tipo lego” porque parecen los bloques de juguetes para niños, con formas que se encastran.