Una joya asturiana
La Villa María de lujo que está a la venta
El palacio más caro de Asturias se llama igual que nuestra ciudad y es una joya de la arquitectura en España. La obra data de 1890
Está en España, hoy en boca de todos, y es una joya de la arquitectura. Es Villa María, pero la de Asturias, y millones de ojos se posan sobre su belleza.
Tiene ocho dormitorios, 11 baños, un comedor con capacidad para 30 comensales, sala de billar y su enorme jardín de estilo inglés, por su elevado valor patrimonial, está catalogado desde 2014 dentro de los Jardines Históricos de Asturias.
Aunque muchos villamarienses aquí ni siquiera hayan escuchado de ella, en Europa, la Villa María española es la propiedad más cara de Asturias, según el listado que da a conocer todos los veranos europeos el portal inmobiliario Idealista.
El inmueble sigue siendo un palacete construido en 1890 en Gijón, en Somió, y se vende por 8,25 millones de euros, el mismo precio que hace un año.
La construcción de esta Villa María fue encargada por el empresario Tomás Zarracina al arquitecto Juan Miguel de la Calzada en el barrio de La Redonda, de Somió.
La casa, de estilo burgués ecléctico, con base neoclásica y elementos de barroco italiano, tiene una superficie de 1.800 m2 repartidos en cuatro plantas. En la principal se encuentra el hall de entrada que da acceso al impresionante comedor, a la biblioteca y al salón noble, así como a la sala de estar.
Los techos de más de cuatro metros de altura, profusamente decorados, y las paredes finamente paneladas compiten por el foco de atención. Las imponentes puertas acompañan a los suelos de olmo y nogal en el comedor y de roble y ébano en el salón.
No menos impresionante es la amplísima escalera principal con pasamanos en nogal. Coronando el hueco una claraboya que ilumina las paredes decoradas con balconcillos y molduras afrancesadas.
En las dos plantas superiores hay ocho amplios dormitorios con baños, el principal con salón y vestidor. Se completan estas plantas con dos salas de estar y una acogedora sala de billar. Además, hay una segunda escalera también de generosas dimensiones que comunica todas las plantas. En el sótano, enterrado a media altura y con ventanas de iluminación, encontramos una sala de lavandería, una amplia habitación de plancha y armarios y el apartamento del servicio (salita, dos dormitorios y baño).
El lugar se utilizó para bodas especiales y lujoso restaurante durante los últimos años, pero mantenerlo es realmente un desafío para millonarios. Por eso no aparecen compradores con el dinero suficiente ¿Quién se quedará con esta Villa María?
