“Ser travesti es un ser resiliente”

El actor y performer será dirigido por primera vez por la cantante y licenciada en Letras Modernas en la puesta “Penas y alegrías de un transformista”. La función se hará esta noche en el cierre del “Villa María Erótica” en el Centro Cultural Leonardo Favio

Escribe Juan Ramón Seia De nuestra Redacción

 

Julieta Aiello se hallaba de paseo el año pasado por las sierras cordobesas, en Semana Santa -vaya paradoja vista desde el presente-, y con un libro en la mano: “Teatro queer”.

Dentro del mismo volumen se encontraba el texto de la obra “Eusebio Ramírez: penas y alegrías de un transformista” del dramaturgo marplatense Mariano Moro.

“Apenas leí dos páginas me dije: ‘Esto es para Juan; no podía dejar de pensar en él’”. Julieta -cantante, licenciada en Letras Modernas y crítica de cine- hacía referencia al actor y performer Juan Pablo Amante.

“Apenas volví le dije: ‘Tengo esto y quiero que lo leas’. En principio se me ocurría que él lo interpretara, pero después pensé: si no hay drama, si te animás, lo hacés vos y lo dirijo yo, siempre pensando en desarrollar una construcción de a dos”.

Meses después se condensaría la puesta “Penas y alegrías de un transformista”, que se estrenará esta noche a las 21.30 en el Centro Cultural Leonardo Favio (Sabattini 200), en el marco del cierre de la tercera edición del “Villa María Erótica”.

Julieta Aiello

“Medio border”

“El personaje tiene mucho de mis propios personajes, especialmente de La Yanni”, comentó Amante en alusión a su histriónica, esperpéntica y a la vez entrañable criatura femenina nacida en “Las Villas Nuevas”. “La Yanni es como mi antagónico, incluso me río de mí mismo y hablo de mí a través de ella. Eusebio Ramírez es medio border como son casi todos mis personajes y también habla del under, de donde vengo y donde nos conocimos con Julieta. Incluso, Eusebio se come el viaje de que es el mejor transformista del mundo y nunca ha salido de Argentina. Se come esa artisteada (sic) de creerse de que somos demasiada cosa para este país y que afuera nos van a recibir mejor, como lo merecemos”.

En rigor, el personaje de “Penas...” cuenta con varias referencias históricas de Argentina, desde los años 70 en adelante, como también alusiones a España.

“Eusebio, quien va de ser transformista a convertirse en una travesti, vive en una fantasía nostálgica. Es fanático y está como enamorado de divas de otra época como Sara Montiel, quien vendría a ser como la Coca Sarli de España, pero sin tanta teta”, comentan a dúo.

Juan Pablo Amante

Almodóvar y la militancia

Tanto las reminiscencias a la “madre Patria”, como la clave kitsch que opera en relieve sobre la estética de la obra, se vincula un tanto consciente y otro tanto inconsciente con una puesta anterior donde ambos artistas habían trabajado en conjunto.

Al filo de la década pasada, en el marco de las recordadas “Fiestas BauHaus” (que celebraban de manera itinerante el extinto espacio cultural donde ahora funciona Polaroid), Amante y Aiello intervinieron en los “Homenajes a Pedro Almodóvar”, cineasta icónico de esa vertiente temática.

A su vez, subraya Aiello, es una pieza atravesada por la militancia. “Por un lado expresa lo hermoso que es habitar un escenario, dado que Eusebio vive como un artista y es un transformista. De hecho, la puesta es como el ensayo de una de sus obras y se presenta como el monólogo donde repasa su trayectoria. Pero también cuenta la realidad de una travesti, de la prostitución, de los círculos autoritarios y conservadores, de pasarla mal, del maltrato, de cagarse de hambre. Es cierto que la obra fue escrita a principios de los años 2000, cuando todavía no había leyes de Identidad de Género o proyectos de Cupo Laboral Trans, pero no escapa a la actualidad todavía vigente”, reflexionó.

“Siempre se dice que las travestis son las que mejor saben reírse de sí mismas. Y aquí hay algo de eso, de ese humor incómodo que me encanta desarrollarlo. Porque a veces decoramos situaciones con gracia pero que si las analizás en frío, son muy bravas. Por eso este personaje muestra a un ser resiliente, alguien que ha podido superar la adversidad”, agregó Juan.

 

Con música en vivo

El proceso de abordaje de la obra comenzó en mayo del año pasado en el desaparecido espacio Escena, donde Amante oficiaba como uno de sus responsables. “Nos juntábamos todos los viernes para intercambiar referencias literarias o audiovisuales o, si no, cuestiones más teatrales. Cuando cerró Escena en octubre hicimos un parate hasta marzo, cuando volvimos a darle manija hasta ahora”, señalaron a dúo.

“Ese tiempo me permitió repensar algunos pasajes que yo estaba empecinada en que fueran de tal forma y después me di cuenta de que no. Nos hizo bien tomar ese aire”, confió Aiello.

Julieta, al mismo tiempo, admitió que para ella este proyecto implica un desafío. “Nunca antes había dirigido. Sí había formado parte de la producción y de los guiones de vídeos de Harén (su banda), pero nunca en este rol. Además, significó borrar por un momento la amistad que tenemos con Juan, alguien que tiene mucha experiencia arriba de un escenario”, añadió.

No obstante, se involucró en la puesta con una premisa: “Quería que la gente que vio mil veces disfrazado de mujer a Juan, se encuentre con algo diferente”.

Para tal fin echó mano el maquillador Martín “Tin” Amante, quien también oficia de “drag queen”, cuyo trabajo demanda alrededor de dos horas de preparación. “Es tan impresionante el ‘make up’ que Annette (Morale, la fotógrafa encargada de las imágenes de promoción) quedó impresionada, y eso que me conoce desde hace años”, indicó Juan.

El equipo que rodea a la puesta se completa con Cornelia Pineda en vestuario, Ariel Nocelli en técnica, Rubén Vázquez en coreografía, Valeria Valls en interiorismo, Maxi Ponce en vídeos, Kay Robles en diseños y -atención- tres músicos de la Villa María Big Band: Fabricio Amaya en guitarras, Matías Sánchez en bajo y Sergio “Pelado” Alonso en saxo.

“La pieza cuenta con varias canciones, aunque no llega a ser completamente un musical. Por eso, queríamos música en vivo”, indicó Julieta.

“El año pasado, en el marco del Día de los Enamorados, actué como mi personaje Ubal Ubelto junto a la Big Band y flasheé (sic). Quería hacer algo de nuevo con ellos y se dio esta oportunidad”, aportó Juan.

“Se van a sorprender con cómo va a cantar. Además dos personas me dijeron antes que Juan cantaba bien: mi viejo (el músico y productor Enrique ‘Cacho’ Aiello) y el Pelado Alonso. Así que de entrada confié en que iba a salir todo bien”.

Otras lecturas posibles

Como dato anecdótico, Aiello contó que meses atrás brindó un seminario sobre literatura argentina e introdujo el texto de esta obra como material de lectura obligatoria.

Uno de sus alumnos se excusó en cumplir con dicha tarea alegando de que se definía como “homofóbico”. Julieta le ratificó que el texto iba a ser abordado en clase pero él estaba en su derecho en abandonar el cursado. Al tiempo, el alumno no sólo leyó y conoció la historia y se divirtió con el personaje, sino que además le confió a su profesora: “No sabía que una travesti podía vivir de ese modo”.

“Nuestra intención es esa también, mostrar esta historia de vida en alguien que tal vez tenga prejuicios de antemano y que de este modo pueda conocer y conectar con esa realidad más de cerca”, concluyó.

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