NOTA Nº 759, escribe Jesús Chirino

Final de la guerra en Europa: grandes concentraciones en Villa María

El dolor y la naturalización del horror son verdades en tiempo de guerra. Las posiciones que mantienen los bandos en las contiendas viajan hasta lugares muy remotos, donde la gente toma posiciones favorables a un lado u otro. Eso pasó en Villa María durante la Segunda Guerra Mundial. Pero cuando finalizan los ruidos de las armas renace la esperanza de poder construir un mundo sin tanta destrucción. En 1949 llegó la noticia del final de esa gran guerra que duró seis años y 1 día y se llevó la vida de entre 50 y 70 millones de personas.

 

Los soviéticos tomaron Berlín

  Luego de años de lucha, cuando se acercaba el final de la Segunda Gran Guerra, se produjo el avance definitivo de las fuerzas de los Aliados sobre las Potencias del Eje. El último día de abril de 1945, Adolf Hitler se suicidó y Alemania comenzó una caída sin retorno. El segundo día de mayo, las tropas alemanas se rindieron en Italia. En la misma jornada, los soviéticos conquistaron la ciudad de Berlín. Dos días después se rindieron las tropas en Dinamarca, los Países Bajos y el norte de Alemania. El 7 de mayo, en la ciudad francesa de Reims, el resto de tropas alemanas aceptó su derrota. Si bien algunos siguieron resistiendo hasta el 12 de mayo, el 8 de ese mismo mes, los Aliados occidentales celebraron el "Día de la Victoria en Europa", por su parte, la Unión Soviética, el 9 de mayo, conmemoró el "Día de la Victoria".   

 

Celebración de la victoria en Villa María

  Con la mayor celeridad que permitía la tecnología de entonces, la noticia recorrió cada rincón del mundo. También llegó a Villa María, donde la evolución de los acontecimientos bélicos, durante toda la guerra, fueron vividos con intensidad. Estaban quienes simpatizaban con los países integrantes del Eje, en tanto que muchos otros preferían la victoria de los Aliados. El sábado 12 de mayo de 1945, el periódico local Tercero Abajo, publicó una nota de tapa bajo el título "Fue impresionante la manifestación por la victoria de la Humanidad".  Se refería a la gran manifestación pública que se había desarrollado en la ciudad celebrando la victoria de las fuerzas aliadas en Europa. La mayoría de los participantes de aquella jubilosa reunión fueron jóvenes. El periodista escribió "un grupo de estudiantes en forma espontánea organizó un acto con el fin de festejar la victoria de las armas aliadas, y en contra de todos los fascistas del mundo, y principalmente los de Villa María". Recordemos que el fascismo, con importante desarrollo en nuestro país, también tuvo adeptos en la ciudad,  donde desarrollaron actos y pegatinas de afiches. Incluso en alguna escuela, los docentes se quejaron porque el director les obligaba a tener colgado un retrato de Benito Mussolini.

  Si bien había terminado la guerra en Europa aún quedaba el frente de oriente donde EE.UU. lanzaría las bombas atómicas. Los festejos en Villa María, al decir del mencionado periódico, "transcurrió dentro de esa norma invariable que tiene nuestra juventud, recorrió las calles en el mayor orden, depositando sendos ramos de flores en la estatua del General San Martín y Sarmiento... En repetidas ocasiones, dejaron oír gritos de viva, la Policía democrática de Villa María, luego de pronunciar discursos alusivos al gran día de la victoria, la manifestación que sobrepasaba las tres mil personas... se disolvió en el mayor orden, dando gritos a la democracia y al triunfo de las naciones unidas". Pero no solo los jóvenes celebraron, también el comisionado municipal organizó un festejo e hizo embanderar la sede del municipio local en calle Mendoza.

 

Seis mil italianos festejando en Villa María

 La noticia continuó teniendo repercusiones locales. En los medios de la ciudad se publicaban novedades acerca de gente, en diferentes lugares del mundo, agradeciendo el final de la guerra en Europa. La prensa local también daba cuenta de lo que sucedía donde la contienda continuaba. Consultando la prensa de la época, se encuentran noticias acerca del racionamiento de combustibles; problemas para importar elementos; falta de neumáticos; campañas de ayuda para los europeos; etcétera. Todo propio del impacto de la guerra en nuestro país que, oficialmente, se mantuvo neutral hasta cerca del desenlace final del conflicto bélico. Pero también pueden leerse acciones que intentaban reparar las heridas que se habían abierto a partir de diferencias ideológicas entre inmigrantes cuyas naciones participaron de la guerra.

  Es así que el mismo Tercero Abajo, el sábado 19 de mayo, anunció que "Seis mil italianos se concentrarán en Villa María, festejando el día de la victoria". El periódico dice que la Comisión Directiva de la Sociedad Italiana organizaba "un acto" al que concurrirían italianos "de diversos puntos de la provincia, con la idea de festejar el Día de la Victoria de las Armas Aliadas". Pero también se deja en claro que el encuentro tenía el propósito de "formar también la unidad moral y política de todos los  italianos de nuestra zona, tan divididos en otros momentos entre fascistas y democráticos". Quienes lideraron la organización del acto, que fue exitoso en cuanto a concurrencia, fueron Carlos Anselmo, presidente de la Asociación Italiana, y Fernando Bonfiglioli.

  El periodista, que escribió la nota, habla claramente de lo beneficioso que sería ese encuentro, dado que se trata de la posibilidad de "que después de tantos años, se sentaran por fin en la mesa cordial, de la paz y de esa íntima camaradería que siempre gozaron los italianos de todo el país, hasta que un día el fascismo los dividió en forma irreconciliable". Al mundo aún le quedaba vivir el horror del arma más destructiva que construiría el hombre que, el 6 de agosto, mataría 70 mil personas en Hiroshima y, el 9 de agosto, 80 mil en Nagasaki. Luego de eso se conocerían los horrendos crímenes cometidos durante la guerra. ­­­

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