Se van cayendo los tabúes

Conforme a los avances en la conquista de derechos de las minorías sexuales, al empoderamiento femenino en distintos ámbitos de la vida pública y cotidiana, a la proliferación de la literatura alusiva y al desembarazo paulatino de tabúes anquilosados sobre prácticas y deseos sexuales, nuestras comunidades comienzan a abrirse a experiencias vinculadas a temáticas del placer.

Meses después de concretarse la tercera y exitosa edición de la “Villa María Erótica” en el Centro Favio de Villa María, se llevó a cabo el domingo pasado la primera fiesta y muestra erótica bajo el nombre de Club Sense en La Bodega, Villa Nueva.

Organizada por Sebastián Trecco y un sexshop local (Sexbuster), se montó una exposición para público adulto que contó con: strippers femeninos y masculinos, bailes eróticos, performances lésbicas, drag queens, stands de lencería y accesorios y un sector destinado al BDSM (bondage/disciplina, dominación/sumisión, sadismo/masoquismo), a cargo del colectivo Lust de Córdoba.

Acaso esta última propuesta fue la más llamativa dado que se basa en la inmovilización parcial o total del cuerpo a través de ataduras y cuelgues más el juego consensuado de infligir “castigos” en forma preestablecida. Vale señalar que en ningún momento hubo sexo explícito.

En la pasarela, el centro de atención fue captado por Gustavo Moro, el reconocido imitador de Moria Casán, quien ofició de histriónico animador de la velada.

Lo destacable del evento resultó la participación desinhibida del público, más de mujeres que de hombres, en cada actividad propuesta.

Según los organizadores, se pretenderá redoblar la apuesta en una nueva edición en los próximos meses y donde se corregirán algunos errores en la dinámica de la presentación.

Juan Ramón Seia