El domingo, a sala llena

Fogón de Piti en el Verdi

martes, 27 de julio de 2021 · 08:25

Alrededor de una hora y media le bastó a Juan Germán “Piti” Fernández para desandar su maquinaria lúdica y singular de versiones country y bluseras por el escenario del Teatro Verdi.

El público local, más acostumbrado a apreciarlo enrolado en enfervorizadas performances como voz principal de Las Pastillas del Abuelo, lo veía por primera vez sentado y luciendo su traje de solista. Por ello, cada tanto, se lanzaban arengas y pedidos de temas desde las plateas, a los cuales “Piti”, más atento a la coordinación con sus dos compañeros en escena y a la afinación de su guitarra electroacústica, solo atinó a mechar un par de comentarios y seguir con la suya.

Auto-bautizados como “Piti y Los Brindis”, con Martín “Tincho” Morales en guitarra y Pechi Pages en cajón peruano y percusión, plasmaron un repertorio cuya estructura se sostenía por “una canción nuestra, una canción de otros y un brindis (con copas en mano), cada dos temas”, a decir del cantante.

En plan “fogonero” e intimista, Fernández -debajo de un sombrero de ala ancha cual ícono country que combinaba de perillas con su abultada barba-, abonó sus divertimentos y ejercicios musicales que primeramente había socializado de manera virtual en plena pandemia.

En esa doble faceta interpretativa, el artista no solo expandió su vozarrón de cronista de postales de suburbio y de berretines literarios, sino también deleitó con punteos endiablados y probó suerte con la armónica, para sacarse todos los gustos de una vez.

Pudo reflotar temas de su primer disco solista, como el homónimo “Conmigo mismo” o adelantos de su nueva placa “Caminos bríos” como “PNL” (referida a la Programación Neuro Lingüística, deudora de su rol de coach ontológico) y el festejado “El cómo y el qué”, mientras regalaba reversiones de reconocidas obras del rock nacional. “Juntos a la par” de Pappo, “Olvídalo y volverá por más” de Hermética, “No tan distintos” de Sumo, “Ultimo bondi a Finisterre” de Los Redondos, “Espadas y serpientes” de Attaque 77, la híper coreada “La balada del diablo y la muerte” de La Renga, además de “Shine” de Las Pelotas y “El 38” de Divididos fueron activando células nostálgicas entre los “de arriba de 30” que llenaron -lo permitido por los protocolos-, la sala local.

A su vez, “Piti” regaló dos perlitas, como su relectura de “Quién se ha tomado todo el vino” y una coda capciosa al final con “La pachanga”. Aunque, para los seguidores “pastilleros”, los momentos sublimes llegaron en los tramos finales con “Qué es Dios”, esa sentida semblanza a Diego Maradona y esa oda al ritual cannábico titulado “El sensei”. 

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