También hubo debate en torno a la falta de atención de las obras sociales y del Estado

Madres de chicos con discapacidad expresaron su “absoluta soledad”

Lo afirmó la integrante de Villa María Sin Barreras, Cristina Goupillat, quien estuvo presente durante la proyección del documental “La Ire”, que narra la historia de una joven con parálisis cerebral

“La Ire” es un documental que dirigió Verónica González Bonet. “La Ire”, por cierto, es Irene Cuevas, una chica de Alta Gracia, de 19 años. Es una estudiante de sexto año del secundario con especialización en Ciencias Sociales, escritora y militante de Derechos Humanos por el reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad.

Resulta que ella nació prematura, con parálisis cerebral. Usa audífonos y necesita lentes para mejorar su visión. Además, le hacen falta una serie de equipos para que se pare y movilice con el objetivo de evitar un deterioro, a lo que se le suma la importancia de hacer hidroterapia y un apoyo psicológico.

Este sábado, a las 11, en el Espacio INCAA local, se organizó un cine-debate: se proyectó la película -su directora estuvo presente- y luego se generó una instancia de diálogo entre los presentes. Allí estuvo la joven, “La Ire”, quien se comunicó a través de un software y contó cómo es su lucha. Asimismo hubo gente de la Mesa de Trabajo en Discapacidad y Derechos Humanos de Córdoba y de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI) -por esta última entidad asistió Gabriela Alejandra Troiano, quien se ha desempeñado como vicepresidenta 1ª de la Comisión de Discapacidad de la Cámara de Diputados-.

Otra de las personas que estuvo en la sala fue Cristina Goupillat, activista y miembro de la organización Villa María Sin Barreras. En diálogo con El Diario, dijo, primeramente, que se expusieron “todas las carencias que hay en cuanto a políticas hacia la discapacidad y cómo influye eso en la vida de las personas”.

Respecto de lo que ocurrió durante el encuentro, manifestó que muchas madres de niños y jóvenes con discapacidad “expresaron su absoluta soledad y desprotección en la lucha por ganar esos derechos para sus hijos”, a causa de “la falta de atención tanto de las obras sociales como del Estado municipal, provincial, nacional”, lo que lleva a que la calidad de vida empeore día a día.

Seguidamente, destacó que “La Ire” tiene que batallar significativamente para que Apross le otorgue “todos sus apoyos”. Así, describió que la joven “está totalmente capacitada para estudiar, para aprender, es ávida de conocimiento, es curiosa” y que, recientemente, fue escolta en el secundario. A la vez, subrayó que en el documental se aborda el tema de la educación inclusiva y se muestra que es posible porque Cuevas ha podido hacer, con apoyo, el trayecto escolar desde sala de cuatro. “¿Cuántos chicos están perdiendo esa oportunidad? ¿Cuántas personas no reciben, lo mínimo, los apoyos razonables para que se pueda desenvolver: desde una rampa en una vereda hasta maestras integradoras, fonoaudiólogas, profesionales que los asistan para que puedan vivir independientemente?”, reflexionó.

“Apross nunca cumple con lo que debe cumplir. Es un caso que llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y aun así no cumple con los apoyos que tiene que brindarle a Irene y a tantos chicos que están en la misma situación y que quizá no tienen las posibilidades de Irene de llegar donde llegó con su lucha”, insistió.

Luego, hizo referencia a lo mencionado por una de las madres que participó de la jornada y que tiene que ver con “la falta de presencia de funcionarios en la proyección de la película”. En este punto, habló de una “eterna invisibilización de la problemática”.

Y añadió: “La lucha es diaria, es cotidiana, no tiene fin. Cada trámite que empezás es engorroso, es dificultoso, te piden mil papeles. No sé cómo explicarte: es como que tenés que vivir pidiendo disculpas, pidiendo por favor, recursos de amparo. Y esto no es solo de Apross, sino de muchas obras sociales”.

En otro plano, hizo referencia a la Ley de Discapacidad y sostuvo que, actualmente, tiene una mirada relacionada con lo médico, con los diagnósticos y con los tratamientos, cuando “la Convención tiene una mirada social”, que piensa en “cómo eliminar las barreras para que las personas con discapacidad puedan formar parte de la sociedad como cualquier otra”. Posteriormente, agregó: “Si no hubiera las barreras que hay, podríamos actuar en cualquier nivel de la vida”.

Por último, remarcó que, el sábado, asistió muy poca gente al encuentro: alrededor de 15 personas. “Estamos acostumbrados a que sea así. Es un tema que, en general, se trata de evitar. Y ya aprendimos a valorar que el trabajo es de a poquito,  pero incesante”, cerró.

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