Piden políticas claras para el biocombustible

Representantes de la Liga Bioenergética de Provincias Argentinas mantuvieron una reunión en la ciudad de Buenos Aires con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, para analizar la problemática que atraviesa al sector.

Tras el encuentro, informaron a distintos medios porteños que fue la primera vez que el Estado nacional asumió el compromiso de dar una solución a la crisis de las empresas Pyme productoras de biodiésel y bioetanol.

Antes de la reunión, los integrantes de la Liga (cámaras productoras de biocombustibles de distintas provincias), emitieron un comunicado en el que expresaron la preocupación por la crisis del sector. "Actualmente las plantas productoras de biodiésel y bioetanol se encuentran paralizadas, con personal suspendido y evaluando despidos de personal, ante la ausencia de respuestas a la falta de actualización de los precios", afirmaron desde el sector.

El primer punto expresado en el comunicado, que resulta más una aclaración a declaraciones públicas de representantes del sector petrolero, es que la “industria de los biocombustibles no está subsidiada”.

Valoran en otro punto que la producción que ellos aportan “evitó importaciones por más de U$D 27.000 millones de dólares en el período 2010-2019”.

Punto por punto, aseguran que procuran contribuir a:

A) Sostenibilidad ambiental

“La utilización de biocombustibles genera un ahorro (en comparación con los combustibles fósiles) superior al 75% en la emisión de gases de efecto invernadero y mejora la calidad del aire que se respira en las ciudades.  A partir de la sanción de las leyes 27.270 y 27.520 Argentina se ha comprometido en cumplir metas, las cuales no serán posible de alcanzar sin el aporte de los biocombustibles.

B) Desarrollo de las economías regionales

La industria de los biocombustibles en nuestro país tiene 10 años de estar en funcionamiento, a través de 54 plantas situadas en 10 provincias (Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos, La Pampa, San Luis, Santiago del Estero, Córdoba -una de las más importantes en Villa María-, Tucumán, Jujuy y Salta), y constituye un claro ejemplo de desarrollo de economías regionales e industrialización de la producción primaria en origen; generando más de 60 mil fuentes de trabajo.

C) Industrialización de la producción primaria en origen

Los biocombustibles constituyen el último eslabón en la cadena de agregado de valor de la soja, maíz y azúcar.

Proponer volver al sistema de exportación primaria del poroto de soja o grano de maíz, además de ser anacrónico, constituye desconocer (o no querer reconocer) la importancia del agregado de valor en origen.

D) Sustitución de importaciones

En el caso del gasoil, nuestro país importa más del 30% del combustible que se consume. Entre 2010 y 2019 se importaron 36.5 millones de metros cúbicos de gasoil (tres veces más que la capacidad de producción local de un año). Estas importaciones generaron salidas de divisas por más de 23.360 millones de dólares.

E) Diversificación de la matriz energética

No se pretende “remplazar” al gasoil o las naftas, sino “complementar” la matriz energética, mediante el aporte de un combustible de origen vegetal, renovable, menos contaminante y de producción nacional.

“Resumiendo, la producción y utilización de las bioenergías constituyen las bases de un país sostenible, contribuyendo al desarrollo de economías regionales, agregando valor en origen, permitiendo el autoabastecimiento en materia energética y preservando el medioambiente”, indicaron.

 

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