Cerdos - Cabaña local se trajo todas las cucardas de la Expo de Otoño en Río Cuarto

“Es un premio al sacrificio de la familia”, dijo Granado

La familia que inició la actividad porcina gracias a que ganaron un lechón en una rifa sigue cosechando cucardas por la calidad de los ejemplares que expone en las muestras

Néstor Granado es la cara visible de la Cabaña “Don Mariano”, dedicada a la actividad porcina. El no puede ocultar su orgullo porque con la vuelta de las exposiciones, los ejemplares que presenta siguen cosechando cucardas.

En los últimos días, regresaron de la muestra de Otoño de?Río Cuarto con múltiples distinciones:

-Gran Campeón y mejor Macho Yorkhire de la muestra.

-Gran Campeona y mejor Hembra Landrace.

-Campeón Macho Pietrain.

-Campeóna Hembra Yorkshire.

“Además, otros cachorros que llevamos que tuvieron también premios”, dijo Granado a El Diario Rural.

“Estos premios son importantes para nosotros, porque sentimos que son el reconocimiento al esfuerzo y sacrificio de la familia”, apuntó.

“Por ejemplo, al padre del Gran Campeón lo compré hace dos años a un valor de 200 mil pesos, imaginate cuánto es a plata de ahora. Todo es inversión y trabajo”, dijo.

Sobre el establecimiento donde crían cerdos con el sistema de encierro, hay que señalar que lo desarrollan en un predio propio de cinco hectáreas en el que  tienen 120 madres. “Destinamos la mitad a la cabaña propiamente dicha y la otra mitad al criadero comercial, donde proveemos a nuestro negocio de comercialización de carnes de cerdo y embutidos”, expresó.

Tener todo el circuito de la producción hasta el consumidor final lo ayuda a afrontar las vicisitudes de la actividad. “Hoy, los números te permiten salir empatados. Pero siempre hay problemas, por ejemplo, ahora es una misión imposible comprar maíz, porque nadie te quiere vender, ya que esperan por el tema de los precios”, señaló.

 

Un comienzo singular

En las redes sociales de Mariano, hijo de Néstor, se puede leer lo siguiente: “Un orgullo muy grande por todos estos premios obtenidos al esfuerzo de todos los que forman parte de genética y cabaña Don Mariano y en especial, agradecer a mi viejo, Néstor Marcelo Granado, y a mi abuelo Blas, que se merecen estos premios. Y a toda la familia por el aguante de nuestras locuras con los cerdos”.

Pero... ¿Cómo empezó todo?. Néstor cuenta que el germen de lo que hoy es la cabaña multipremiada inició en 1976, cuando su mamá fue a ponerse una inyección en el dispensario de Villa Nueva -donde hoy está el Registro Civil-. “Vendían un bono contribución con el que sorteaban un lechón. Resulta que lo ganó mi mamá”, contó.

“Yo le dije que no traigamos un lechón para comer, sino una chanchita. Así que mi papá hizo un chiquerito en el patio de la casa que teníamos en Villa Nueva para criarla”, recordó.

Cuando egresó como Técnico Agrónomo de la escuela en Pozo del Molle, adquirió una yunta de cerdos. Era el año 1979 y con esos ejemplares, inició la actividad.

“Tuve que instalar todo cuatro veces, porque siempre alquilábamos, y donde estábamos, llegaba la urbanización y nos teníamos que ir más lejos”.

Finalmente, después de todo el esfuerzo, pudo adquirir cinco hectáreas de campo en la zona rural de?Silvio Péllico para desarrollar la actividad porcina con la pasión que caracteriza a esta familia, pero desde hace una década, en un espacio propio.

Comentarios