No aprobaron en goles

Escribe: Diego Pellegrini (h). Fotos: Víctor Alvez

No pasaron del cero, el empate reinó en el Campus. Quien se fue más contento con la igualdad fue el visitante. Universitario y River completaron el cero a cero luego de un trámite parejo, con los dirigidos por Néstor Tissera mostrando una mejor cara que su rival.

Deslucido, sin ideas ni actitud para revelarse ante la situación adversa, el último campeón no encontró los caminos nunca como para poner el trámite del juego a su favor. Si bien es cierto que el partido estuvo para cualquiera, siempre dio la sensación que iba a llegar el momento donde la “U” iba a acelerar para ganar el partido, pero ese instante nunca llegó.

Por contrapartida, cuando River se quedó con uno menos por la roja a Mayco Rodríguez en la recta final del pleito, fue justamente el equipo de la banda, quien siguió insistiendo en busca del arco de Simón Mellano. Una imagen clara de la tarde.

No obstante, Universitario continúa como líder de la Zona Centro y al elenco de Tissera las matemáticas todavía no le dan y necesita sumar de a tres imperiosamente.

Ayer, el juego nunca apareció. Quien hizo su negocio fue River, que con cinco volantes, más un solo punta (Francisco Santunione), se las ingenió para superpoblarle el mediocampo al local, quien nunca tuvo espacios para generar pequeñas sociedades.

Entonces, los pelotazos de la última línea de la Uni, cotizaban en bolsa y ahí fue cuando los centrales del visitante (Morales y Marín), despejaron absolutamente todo.

La primera etapa fue amarreta en situaciones de peligro. Algunas para Universitario en los pies de Gastón Moyano, una clarísima tras un centro potente de Juan Acosta, el Chino no la pudo empujar con el arco a su disposición, antes, había tenido también una linda media vuelta de zurda, más una definición de derecha que salió desviada.

Todo esto con Universitario sin continuidad en el juego, pero con algunas apariciones peligrosas.

Por el lado de River, poco en ofensiva, por esto de protegerse más en el primer tiempo y salir a buscar en el complemento. En esos cuarenta y cinco iniciales, Mayco Rodríguez se la robó a Juan Wartel y en lugar de la definición, optó por el pase para Santunione, que Pablo Piccotti despejó de manera épica.

Así se cerró el primer tiempo.

El complemento fue más abierto, River salió un poco más y Universitario lo sufrió, aunque también tendrías las suyas como para festejar.

Nicolás Rodríguez, como volante más adelantado apareció en un par de oportunidades con pelota dominada en la puerta del área, tuvo algún remate peligroso, más otra chance de Alvarez, quien no llegó a cerrar con claridad.

River insinuaba pero la Uni también tendría la suyas. Primero con Tomas Pratti, quien perdió el mano a mano con el siempre seguro de Matías Marenco. Pero la más clara sería la que tuvo Franco Goroso, tras centro de Lucas Sosa, pero el cabezazo del lateral murió en la “bolsa” de Marenco.

Así el partido se fue diluyendo, con la impresión de que cualquiera lo ganaría. En el final, la bronca del visitante, por una fuera de juego de Alvarez, quien se iba al gol y parecía habilitado. Por este motivo, Mayco Rodríguez se fue de boca y vio la roja.

Final y honores divididos. Un punto para cada uno, con Universitario y el gustito a poco y River, con la sensación de que pudo más. No pasaron del cero.

La figura: Martín Morales: el central se mostró sólido como el resto de la defensa del Millonario. Sacó absolutamente todo, al igual que Lautaro Marín. Buen  partido también de Nicolás Rodríguez y Matías Alvarez en el visitante. En el local, sobresalió Pablo Piccotti, el único aprobado.

El árbitro: Jorge Prósperi: arbitraje correcto, con autoridad. Bien con las amarillas, expulsó a Mayco Rodríguez a instancias del línea dos, Medrán, quien también estuvo en la polémica por un fuera de juego a Alvarez, quien parecía habilitado. El único lunar fue la falta de continuidad del juego. Adicionó poco.

El Pato sufrió un accidente

Hubo una jugada curiosa en el primer tiempo, cuando Brian De Castro impactó sin intención con su botín el rostro del entrenador rival, Joselito Bernadó, quien estaba parado en el corralito de su banco de suplentes.

El Pato terminó con un pequeño corte en el rostro, más el sangrado de sus fosas nasales, por el golpe. Por suerte, al DT lo atendieron rápido y solo fue un susto para el entrenador, quien rápidamente se metió otra vez en el partido.