River se abrazó a su historia

Escribe: Federico Gazzoli
Fotos: Víctor Alvez

“Primero hay que saber sufrir”, reza el legendario tango “Naranjo en flor” y a su melodía se aferró el histórico River Plate de Villa María, que tras superar 1-0 a Playosa en tiempo reglamentario debió recurrir a la lotería y el sufrimiento de los penales para lograr clasificarse a semifinales, recuperando esa mística de sus ya lejanos años gloriosos en los que supo ser gran protagonista del fútbol local.

Obligado a revertir la derrota por un tanto sufrida en la ida disputada en la Casa Blanca, el Millonario tomó la iniciativa en la fría y ventosa tarde del Pozo de barrio Almirante Brown.

Aunque sin ser abrumador, el elenco dirigido por Víctor Bengoa dominó la pelota durante los primeros pasajes del cotejo, intentando mayormente atacar por los costados.

Precisamente, por la izquierda generó el dueño de casa la primera chance clara de riesgo, cuando Alvarez ingresó al área rival por ese sector, pero Garetto lo atoró rápidamente y cuando el volante remató de zurda el “uno” cacheteó el balón para enviarlo al córner.

Un par de minutos después, Alvarez remató de zurda desde afuera del área, Ciancio le puso el pie derecho al disparo y le dejó el balón servido a Chiotti, quien remató de derecha una pelota que pasó cerca del poste izquierdo.

El Albo salió del asedio propuesto por River por intermedio de una jugada de pelota parada; García ejecutó un tiro libre en forma de centro desde la derecha, en el corazón del área Aimar ganó de cabeza y el esférico pasó a centímetros del parante izquierdo.

Pero ese planteo que pasó a tener el cotejo, el de reiteradas faltas que provocaron una gran cantidad de ocasiones a balón detenido, favoreció más a un dueño de casa que aprovechó mejor esa circunstancia del juego y por esa vía, a los 33’, llegó la apertura del tanteador. Alvarez mandó centro desde la izquierda, Cristian García ganó de cabeza, de espaldas al arco, y bajó la pelota hacia la puerta del área, donde el “Puma” Rodríguez llegó a la carrera para meter un frentazo, colocar el balón contra el palo izquierdo y establecer el 1 a 0 Millonario.

El gol le dio tranquilidad a River, que afirmó su dominio de la pelota, y nerviosismos a Playosa, que perdió el orden y comenzó a verse superado en todas las líneas, aunque sin volver a ser inquietado hasta que llegó el descanso.

Antes del final de los primeros 45’, el árbitro le perdonó la vida al delantero visitante Ledesma, quien le aplicó un codazo a Marín y solamente fue amonestado.

El inicio del complemento fue de trámite parejo, con muchas imprecisiones por parte de ambos que generaron que la mayor parte de la acción se desarrollara en la mitad de la cancha, donde el juego comenzó a tomar temperatura por los constantes roces que hubo entre los protagonistas.

Esa “maraña” en la zona media se rompió recién promediando las agujas, pero otro error arbitral impidió al Albo ponerse a tiro del empate; es que, en un centro que partió desde la derecha del ataque visitante, dentro de su área Marín frenó claramente la pelota con su mano izquierda, muy despegada del cuerpo, pero increíblemente Jonathan Rodríguez no cobró penal. Reclamo generalizado e impotencia por parte de Playosa, que solamente inquietó con un disparo desde media distancia de Guillermo García que, tras desviarse en un defensor rival, fue mandado al córner por Garofani mediante un cachetazo.

Ni siquiera el ingreso de Servetti, que no fue titular por unproblema físico, le dio a la vista el volumen de juego necesario como para ir a buscar el empate y la habitual gravitación del “Kiko” solamente llegó a través de un tiro libre en el que la pelota se fue apenas elevada.

El tercer gran error arbitral de la tarde dejó en inferioridad numérica a River, cuando el “Puma” Rodríguez se fue injustamente expulsado por una falta sobre Servetti (era, como mucho, para amarilla).

Poco después, Ledesma se tiró dentro del área rival, Rodríguez le sacó la segunda amarilla y el Albo también se quedó con diez hombres.

En la recta final ninguno de los dos equipos pudo cumplir sus objetivos; el Millonario intentó meter alguna contra ante los espacios que dejaba un desesperado elenco playosense que buscó llegar al empate con una gran cantidad de centros al área que nunca llegaron a buen puerto.

Luego, tras el pitazo final, llegó una muy emotiva tanda de penales en la que, con Garofani como héroe, River logró la hazaña de dejar en el camino al vigente subcampeón para meterse en semis, donde se medirá con Universitario.

Garetto también fue protagonista, atajando un par de disparos, pero otra vez, como en la final de Apertura ante Ticino, Playosa volvió a sufrir desde los doce pasos y se quedó nuevamente con las manos vacías.

El árbitro

Jonathan Rodríguez

Mala tarde para el referí cordobés, que falló en jugadas claves del cotejo. Su error más evidente fue el no darle un penal a Playosa por mano de Marín dentro de su área. Exageró en la expulsión del “Puma” Rodríguez y solamente amonestó a Ledesma por un codazo sobre Marín.

La figura

Matías Garofani

Una tarde difícil de olvidar para el “uno” del Millonario, que fue héroe en la tanda de penales al atajar y convertir los disparos decisivos de la serie. Antes, en tiempo reglamentario, se mostró seguro cada vez que fue llamado a intervenir. Cristian García también redondeó una buena tarde en la defensa local.

La definición por penales

P: Nicolás García remató rasante y la pelota dio en el palo (0 a 0).

R: Marín remató fuerte, al medio, y atajó Garetto (0 a 0).

P: Aimar remató ancho hacia la izquierda (0 a 0).

R: López le pegó de derecha y convirtió (1 a 0).

P: Albornoz anotó con un derechazo (1 a 1).

R: Cristian García remató rasante y atajó Garetto (1 a 1).

P: Cossavella puso en ventaja a Playosa (2 a 1).

R: Mayco Sánchez anotó y volvió a igualar la serie (2 a 2).

P: Remató Beltramo y atajó Garofani (2 a 2).

R: “Tula” Garofani anotó el penal decisivo y le dio la clasifiación al Millonario (3 a 2).