PROVINCIAL / Zona 5 /?3ra. fecha

El que pega primero, pega dos veces

Con tantos de Paolo Arbarello (uno de los hijos del Perro, DT del local) en los comienzos de cada tiempo, Talleres le ganó 2-1 a Alumni en Ballesteros y lo alcanzó en la tabla. Ambos vuelven a enfrentarse (el jueves) en la Placita
lunes, 6 de febrero de 2023 · 07:58

(Edición impresa). Talleres tuvo su noche revitalizadora frente a un Alumni que mostró su actuación de mayor confusión, con secuelas importantes: primera derrota y la expulsión de su principal figura, Maximiliano Delgado.

El trámite fue 2-1 para Talleres, que festejó y mucho su primera victoria en el certamen y por ser el verdugo de un Alumni que perdió después de varios meses. Con este marcador, ahora ambos comparten la segunda colocación de un grupo muy parejo y volverán a verse las caras este jueves, en Plaza Ocampo, para cerrar un ida y vuelta clave para las pretensiones de clasificación.

El primer gol de Paolo Arbarello, en el amanecer del partido

El elenco de Javier “Perro” Arbarello pegó de entrada en ambos tiempos y, aunque pasó sofocones ante la dinámica y búsqueda del rival, contó con dos jugadores determinantes en las áreas: Gavagnin, en su propio arco, y Paolo Arbarello (uno de los hijos del DT) en la portería rival.

Ya en el amanecer del juego, Paolo escapó a potencia y velocidad (en posición dudosa) y cara a cara con Scalzo definió rasante y cruzado, para el 1 a 0 que rompía rápido la paridad en el tanteador.

Bloqueando las subidas de los laterales con dos extremos definidos y mucha disciplina para achicar espacios en zona media, Talleres le cerró los circuitos a un Alumni sin pase claro y carente de profundidad.

Igualmente, y pese a tener controlado a un Alumni que no podía tener circulación de balón, Talleres tampoco sostenía la pelota y la rifaba constantemente. Ante esto, cuando Alumni -con mayor presencia de jugadores verticales y veloces- encontró ritmo, promediando la etapa, y la verticalidad de Tejeda por izquierda, se instaló definitivamente en campo rival y empezó a merodear el área rival con pelotas paradas (tiros libres o tiros de esquina).

A los 30, precisamente, Kranevitter robó sobre Herrero y llegó la primera nítida para el equipo de Suescun, pero Gavagnin le ahogó el tanto a Bencivenga.

Y a los 37 llegó el 1 a 1. En otro córner generado por Tejeda, Depetris desvió en las alturas y por atrás de todos apareció Stablum para estampar el empate parcial.

Ese último cuarto del primer tiempo fueron los mejores minutos de Alumni en el partido, que igual repitió errores tras el entretiempo, pero esta vez no pudo levantarse.

Nuevamente, como en la primera etapa, sufrió otro gol en los primeros instantes del complemento (5 minutos); esta vez, con una acción de laboratorio del local: en un tiro libre hubo movimiento y distracción en el área para dejar solo a Paolo Arbarello, quien conectó de cabeza y sentenció el 2-1.

Y ahí nomás, Rivero ganó en las alturas, pero Scalzo salvó con una buena volada. Eran minutos de zozobra del villamariense.

Por eso, el DT del Fortinero, con Martini en cancha desde el reinicio, no esperó al ver que su equipo no reaccionaba y mandó a Delgado y Hauer a la cancha.

Delgado, entonces, fue la llave para la mejoría de Alumni, con un par de desbordes que pusieron en riesgo la ventaja rival: cabezazo apenas desviado de Martini y tiro al lado del palo de Tejeda.

Sin embargo, fue un momento efímero. Porque, a los 22, Delgado impactó sobre la pierna de Lasserre en acción dividida y el referí le mostró la roja directa.

Esa expulsión impactó en Alumni, anímica y futbolísticamente, que igual renovó casi todos los puestos de mitad de cancha hacia adelante, sin dividendos productivos.

Alumni buscó y arriesgó desde allí hasta el final, por el empuje de Kranevitter y la movilidad de Hauer, pero no ponía la pelota en zona de definición.

Talleres, en tanto, tenía claro su libreto y la salida de Delgado le simplificó la postura de defender, cuidar la pelota y contragolpear; así lo hizo a los 28, cuando Sartén Arbarello estuvo a centímetros de su “hat-trick”, con un tiro alto apenas elevado.

La distancia mínima en el marcador, de todos modos, mantuvo las expectativas de Alumni, que a los 44 minutos estuvo muy cerca de igualarlo, pero llegó la (doble) atajada del partido del villanovense Gavagnin. El Gato logró atajar un cabezazo de Depetris y también tapó el tiro exigido de Tejeda, en el rebote.

Con esas notables intervenciones de Gavagnin, el partido cerró sus persianas. Ganó Talleres, para dejar en claro que está vivo y quiere más. Cayó Alumni después de mucho tiempo y con el aliciente de tener rápida revancha, aunque sin su jugador determinante.

La figura: Paolo Arbarello

Eficaz en las pocas que tuvo, audaz para inquietar y generar complicaciones con su potencia. También su lució Gavagnin, con una sobresaliente doble atajada en el cierre del partido. En Alumni, Tejeda fue de los más gravitante.

El árbitro: Juan Cruz Caldez

No convenció, pero acertó en la roja a Delgado y en algunas faltas complejas. En ciertos lapsos se mostró muy permisivo. Quedaron muchas dudas en la posición de Paolo Arbarello en el primer gol.

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