Chocados

Al menos cuatro perros fueron chocados por autos o motos durante la última semana, lo que no genera una novedad, aunque deja constancia de una realidad que entristece: la mayoría de los conductores dejó al animal tirado, sin ocuparse.

En todos los casos, no obstante, aparecieron vecinos que vieron los choques y asistieron al perro de diferentes maneras.

En ese contraste de protagonistas de una escena que se repite en las calles, parece que varios todavía no tomaron dimensión del destrato hacia los animales, lo que sería “abandono de persona” si se tratara de un ser humano.

Se vio, por ejemplo, en el bulevar España la semana pasada, cuando un auto pasó superando la velocidad permitida y prácticamente arrolló a un caniche que justo se había escapado de su casa. El auto pasó tan rápido que ni frenó, mientras el perrito daba vueltas como un trompo, mareado y con signos claros de un golpe muy fuerte.

Una vecina que se encontraba en el lugar corrió hacia el centro del bulevar y pidió al resto de los automovilistas y motociclistas que frenaran a mitad de cuadra para no terminar con la vida del animal que se encontraba allí. Después se sumaron más vecinos para levantar al perrito y acercarlo hasta su casa, donde se encontraba un niño que no se había dado cuenta de la salida de su mascota.

Un día después, pero en Villa Nueva, otro perrito no tuvo la misma suerte: sobre calle Libertad, a metros de la cancha de Alem, fue pisado por un camión que “andaba apurado”. El animal quedó sobre la banquina, sin ser visto por otros vecinos (no hay muchas viviendas por la vera) y perdió la vida.

Se espera con ansias que esa calle deje de ser paso de camiones, aunque eso se dará cuando se termine la avenida Circunvalación, cuya obra -de Vialidad- empezó con todo y luego se frenó.

Por otra parte, una proteccionista conocida, Silvina Gómez, relató en las últimas horas un nuevo caso de un animal chocado y olvidado. En este caso, una perrita.

“Así me la encontré, tirada en medio de una calle oscura, chocada y librada a su suerte”, escribió la mujer, mostrando fotos que acompaña.

“Esperando que alguien pase por esa calle y se apiade de su situación y de las cataratas en sus ojitos, quizás los mismos que le jugaron una mala pasada al cruzar y no poder ver bien”, agregó.

La proteccionista remarcó que, esta vez, parece que nadie se apiadó “de esta pobre viejita” que se encontraba tirada.

“La dejaron sola sin ningún remordimiento”, explicó.

Más tarde contó: “Le tuve que exigir a un señor presente que la cargara, claro, yo me hacía cargo de todo, no importa, la flaca está acostumbrada a remarla, lo único que importa es poder ayudarla”.

En el rescate, la perra fue llevada a Doc. Seba y, tal como contó la protectora, “la doctora Marina Cánova le dio la importancia que esta picha tiene, la atendió al instante y la estabilizó; sí, amigos, ustedes me conocen, no pude evitar contener las lágrimas”.

Más tarde, Silvina remarcó que la perra “quedó internada, temblaba demasiado”.

En ese contexto, la proteccionista necesita ayuda con provisorio y, sobre todo, los gastos, ya que no es fácil afrontar los costos de cada intervención de perros rescatados. De hecho, Silvina está también ocupada con Rocco, “el perro con el cuello abierto” y el famoso Rayo, el galgo, que “está nuevamente con quimioterapia”.

“Es imposible seguir ayudando”, deslizó.

Es así que sería bueno darle una mano (en Facebook está como Silvina Gómez Gómez).

Lo mismo pasa con Norma Cusmano y la historia de Coti, otra perra chocada, en este caso por el camión regador, según relató la mujer.

“Las placas mostraron que tiene doble fractura de fémur y en la cadera”, informó Norma, quien también pidió colaboración para afrontar los gastos de la intervención quirúrgica. La perra está en veterinaria Darwin.

Ayudar y ayudar es la única manera de salvar estas vidas indefensas. Ayudar, por lo menos, hasta que se tome real conciencia sobre el cuidado de los animales.