“Al país lo rige el mundo financiero”

Desde que terminó su función en el Ministerio de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada está al frente de un centro de estudios de la Universidad Nacional de San Martín. Ayer, estuvo en esta ciudad para participar como disertante del Primer Congreso Latinoamericano de Ciencias Sociales, que se está llevando a cabo en la Universidad Nacional de Villa María (UNVM).

“No sé si hablar desde lo político o desde lo académico o, para decirlo de otra forma, no sé si hablar de por qué Cristina eligió a Alberto o por qué el trabajo ha perdido presencia en el país”, indicó el exministro al iniciar la charla en el Teatrino de Música ubicado en el Campus de la UNVM.

Antes de su charla, el abogado dialogó con El Diario sobre la política actual, la participación de Pichetto en la fórmula con Mauricio Macri y acerca de la realidad laboral.

“Está claro que este gobierno, venía, no a gobernar un simple cambio de administración, sino a modificar la estructura socioproductiva del país. Claramente en un sentido regresivo, pasando de un país que estaba en un proceso de reindustrialización a un país donde lo que rige las decisiones económicas es el mundo financiero. De un país que tenía soberanía política a ser un país absolutamente dependiente, hasta en los detalles, del FMI”, dijo.

-¿Cómo repercute eso en el mundo del trabajo?

-Era evidente que como consecuencia de esa política, se iba a producir una precarización del empleo y un aumento de la desocupación; con la idea de generar un disciplinamiento laboral para introducir reformas que modificaran la relación entre el capital y el trabajo (en beneficio del primero).

Por cierto que lo intentaron, han avanzado mucho, pero a esta altura podemos decir que no han logrado la hegemonía que aspiraban.

-¿Por qué cree que no lo lograron?

-Creo que ha habido un piso de conciencia colectiva por los doce años anteriores y por el otro, una resistencia en la calle expresada por sectores más o menos dinámicos, pero que en general llevaron a que no pudieran imponer, como ejemplo simbólico, la reforma laboral. Y esto hoy es imposible sobre todo porque el movimiento popular ha pasado a la ofensiva, especialmente a partir del mes de diciembre de 2017, cuando se genera esa gran movilización contra la reforma previsional. A partir de allí, este gobierno ha entrado en una caída sistemática de credibilidad, lo que hizo imposible que siguieran con su plan de reformas laborales.

Por supuesto que esto en el campo de la política se traduce en el debilitamiento del Gobierno nacional y un fortalecimiento del campo popular.

A esta altura, se puede decir que ha fracasado, no porque no haya cumplido sus objetivos, sino porque los que cumplió, no los logra instalar para que sean aceptados por el conjunto de la sociedad.

Ese debilitamiento del gobierno no significa que hayan perdido, todavía están en condiciones de colocarse en una situación de triunfar en las próximas elecciones.

Esto quiere decir que hay un enorme desafío en el campo popular, que hemos aceptado en el sentido de construir mayorías, sobre todo desde el peronismo entendemos que no hay otra forma.

-Puede haber más de una fórmula peronista. ¿Cuál los representa?

-Estamos hablando del campo popular, en términos políticos eso empieza a ocurrir cuando el kirchnerismo empieza a recomponerse, el peronismo empieza a confluir en el ámbito del Partido Justicialista y cuando vamos viendo que distintos dirigentes, muchos de ellos enfrentados durante años, empiezan a darle forma a un sentimiento mayoritario en la sociedad que es el antimacrismo.

El punto más alto de la construcción de mayorías se da cuando Cristina (Fernández), a quien todas las encuestas la daban como ganadora, no se conforma y propone a Alberto Fernández como candidato a presidente.

-¿Cómo explica que Miguel Angel Pichetto, compañero suyo de gestión, integre la fórmula con Mauricio Macri?

-Siempre Pichetto ha pensado de esta manera. Que haya sido un buen gestor de las distintas leyes que se trataron en el Senado durante el kirchnerismo, no modifica esa opinión.

De mi parte, no se trata de cuestionar personas, creo que su ideología lo lleva a buscar ese espacio en el macrismo.

-¿Pero la ideología de Pichetto, no es el peronismo?

-Creo que el peronismo, a pesar de todo lo que se escribió y se sigue escribiendo, tiene algunos principios fundamentales. Y no se pueden buscar atajos, porque terminan mal. Para decirlo brevemente: la independencia económica, la soberanía política, la justicia social y le podríamos agregar las políticas de Memoria Verdad y Justicia y el sueño de la Patria grande, son los principios de cualquiera que se diga peronista. Cuando uno vota leyes que van en contra de estos principios, si bien yo no tengo el peronómetro, no se puede decir que sea un peronista.