Cayó más del 50% la venta de fármacos típicos del invierno

A través de un relevamiento que este medio decidió realizar para conocer si la sociedad en general cambió el hábito de consumo de fármacos durante la pandemia, la principal conclusión esgrimida por los farmacéuticos consultados fue que, en relación a años anteriores, se produjo una notable merma en cuanto a la venta de medicamentos típicos de los meses más fríos.

En ese contexto, el primero de los entrevistados, José Devalis, propietario de una farmacia que lleva su apellido, comenzó relatando que “en nuestro caso lo que cambió, al no haberse registrados tantas enfermedades estacionales del invierno, es que bajó mucho la venta de jarabes, antibióticos y antigripales”.

“Creo que así se dio porque la gente usó mucho el barbijo y eso en muchos casos evitó que las personas contrajeran afecciones típicas de la época más fría del año, como por ejemplo gripes y resfríos”, opinó, señalando a la vez que “la venta de esos fármacos se redujo más de un 50% en relación a años anteriores” y aclarando también, como se suponía, que “en lo que si se notó un gran cambio positivo fue en el consumo de barbijos, alcohol, alcohol en gel y aerosoles y toallitas desinfectantes, elementos en los que se duplicaron los niveles de ventas”.

En otra conducta diferente de su clientela durante la pandemia, Devalis relató: “A comienzos de la pandemia se supo decir que una droga llamada ivermectina ayuda a prevenir el coronavirus. Varios clientes fueron a consultar por ella y algunos hasta llegaron a comprarla, pero no es que se dieron grandes ventas”.

Un tiempo después se dijo lo mismo de la hidroxicloroquina, lo que generó que la gente también fuera a la farmacia a buscarla y de hecho hubo unos días en los que estuvo en falta. Se dieron casos de personas que compraron esas drogas por las dudas, pero evidentemente después no los habrán utilizado”, añadió.

Finalmente, en contraste con lo que sí sucedió en otros puntos del país, Devalis aseguró que “no se notó un aumento en la venta de ansiolíticos y antidepresivos, sino que los mismos se siguieron vendiendo a clientes que ya los venían comprando anteriormente”.

 Por la falta de clases

Por su parte, Lucas Martinetti, dueño de Farmacia Avellaneda, coincidió con su colega al afirmar que hubo “una merma muy grande en la venta de jarabes, antibióticos, antigripales y anticongestivos”, pero a diferencia de Devalis justificó que esa merma se produjo porque “los chicos no fueron al colegio y así mermaron mucho las enfermedades respiratorias”.

“Además, la gente se automedicó mucho más de lo habitual, remitiéndose a los consejos médicos de tomar únicamente Tafirol”, añadió.

Seguidamente, Martinetti expresó: “Me animo a decir que esa caída en las ventas, con respecto a lo sucedido en años anteriores, fue mayor a un 50%. Se trabajó con el remanente que quedó del año pasado y todavía nos sigue quedando stock disponible”.

Por otra parte, el entrevistado sostuvo que “no comenzó a venderse en mayores niveles algunos fármacos que antes de la pandemia no eran tan vendidos, sino que se siguió vendiendo lo clásico, como el Paracetamol y los que sirven para los clásicos dolores de muelas”.

“Lo bueno de toda esta situación es que la gente ha tomado conciencia y ha asistido a los nosocomios para hacerse ver ante cualquier síntoma”, consideró.

En relación a la ivermectina y la hidroxicloroquina mencionadas por su colega, Martinetti contó que “hubo muy pocas consultas, pero fueron drogas que prácticamente no se vendieron”.

Y para finalizar sostuvo: “Sé que en distintos puntos del país durante la pandemia ha aumentado la venta de ansiolíticos y antidepresivos, pero eso no sucedió en mi farmacia. Fueron los clientes habituales quienes siguieron comprándolos”.