La polémica por el edificio del barrio Palermo se dirime ahora en Tribunales

El ambicioso proyecto en altura que prevé la construcción de 150 departamentos en el barrio Palermo, sigue siendo eje de una polémica que ahora se dirime en la Justicia. Cabe recordar que la obra inició con los permisos municipales pertinentes, pero en agosto de este año la misma Municipalidad ordenó por decreto detener los trabajos en virtud de que Recursos Hídricos de la Provincia dictaminó que estaba dentro de la línea de ribera y, por lo tanto, la obra estaría en infracción.

Ante ese decreto, el fideicomiso responsable del proyecto decidió acudir a la Justicia. El 10 de septiembre, con la representación de los abogados José Luis Bertoldi, Eduardo Pedro Domenech y Miguel Ortiz Pellegrini, presentaron un recurso de amparo en la Cámara Civil de esta ciudad.

Los magistrados admitieron la acción de amparo y le dieron trámite, por lo que ahora es la Municipalidad la que debe plantear su posición en la Cámara, para que esta se resuelva.

En diálogo con El Diario, Bertoldi informó que interpusieron ese recurso “a los fines de pedirle a la Cámara que declare la nulidad del decreto que ordena la suspensión de la obra”.

“Lo hicimos porque ese decreto nos parece una verdadera brutalidad”, calificó.

Al hacer un repaso de los permisos originales, señaló que “como una cuestión de forma se le pidió al fideicomiso que determinara la línea de ribera”.

“Esto es una formalidad, que se ha puesto en el plano, no en el permiso, porque es evidente que no se puede autorizar una obra en base a un concepto provisorio”, indicó.

El abogado señaló que, según la línea de ribera original, la obra evidentemente no estaba en infracción y por eso se autorizó. “Cómo lo van a cambiar después, con una estructura ya hecha”, planteó.

Según los técnicos consultados por el letrado, la línea que define el espacio que “pertenece” al río siempre va a ser provisoria porque depende del momento o de las obras que realicen en cualquier punto del cauce, como, por ejemplo, embalses. Y en consecuencia, “siempre va a ser provisoria y no por eso van a estar trasladando las casas ya construidas en función de esos cambios”.

Y aquí planteó el entrevistado un punto inquietante. La “nueva” o “definitiva” línea de ribera deja dentro de ese espacio “en infracción” no solo a la obra del edificio Amalfi, sino a muchas casas ya erigidas hace tiempo.

“Eso expone al Estado local a juicios multimillonarios por daños y perjuicios, no solo de nuestros clientes, sino de todos los que quedaron atrapados en la nueva línea de ribera”, afirmó. En caso de ser así, Bertoldi precisó: “Esos juicios van a ser de terror, pero nosotros vamos a hacerlos extensivos a los funcionarios que propiciaron este desaguisado”.

Agregó otro punto: dentro de ese nuevo límite impuesto por el estudio de Recursos Hídricos, está también la avenida costanera, la bicisenda y hasta los juegos que instaló la misma comuna. “¿Van a ir con la topadora volteando todo lo que hicieron?”, se preguntó Bertoldi.

Finalmente, dijo que el decreto que paralizó la obra tiene otro defecto, porque “nunca se escuchó” a sus clientes. “En los fundamentos se incorpora el reclamo de los vecinos, que por supuesto tienen derecho a reclamar, pero nada de lo que argumentan los representantes del fideicomiso. Esto es una flagrante violación del derecho a defensa”, concluyó.

El trámite judicial continúa ahora con un plazo otorgado a la Municipalidad para que argumente los motivos que la impulsaron a paralizar la obra a través de un decreto y así los jueces pueden decidir quién tiene la razón.