Bajó notablemente el nivel de personas internadas

El Hospital Pasteur y las clínicas privadas villamarienses han sido testigos de una “caída abrupta” de los contagios producidos por el coronavirus
sábado, 25 de septiembre de 2021 · 08:00

En los últimos días, nuestra ciudad ha visto una fuerte baja de casos positivos de coronavirus, lo que también se vio reflejado en el nivel de ocupación de camas en las distintas instituciones sanitarias de la localidad.

El Diario dialogó ayer con autoridades locales, quienes brindaron su perspectiva ante la actualidad sanitaria que atraviesa Villa María.

Los casos positivos reportados por el municipio desde principios de este año hasta la actualidad

El secretario de Salud, Pedro Trecco, destacó: “Estamos en una situación epidemiológica ideal y muy buena, de franco descenso de casos. Esto lo podemos ver a partir de todas las variables que analizamos a razón de los casos de los últimos 28 días”.

“El índice de casos sobre el porcentaje de la población está en 8,2 y lo ideal es estar debajo de los 10 puntos, hemos llegado a estar arriba de los 30”, indicó y continuó: “Otra variable es el índice de positividad, lo ideal es estar debajo de 10%, en determinado momento llegamos a estar en 50% y hoy estamos en 2,8%”.

A su vez, en cuanto a los contagios reportados durante este mes, el funcionario municipal mencionó que se producen “en menores de 18 años, que es casualmente la población que recientemente se ha empezado a vacunar”.

“Mucho tiempo lideró la punta la franja etaria que va de 19 a 40 años. En el mes de mayo, que estábamos en una época terrible, se reportaron 1.381 casos correspondientes a dicha franja, mientras que 635 de los contagiados fueron menores de 18 años. En tanto, en septiembre fueron más los casos registrados de menores de 18 años (90), que los que se informaron de la franja etaria de 19 a 40 años (88)”, puntualizó Trecco. Ver gráfico página 7.

“Esto se condice con una baja en el nivel de ocupación de las camas y se vincula al alto nivel de población vacunada. Tenemos prácticamente al 99% de la ciudadanía inmunizada con una dosis y estamos aproximándonos al 70% de la población que ya tiene el esquema completo”, dijo y añadió: “Estamos entrando en una sintonía fina, inoculando a gente que dudaba si se aplicaba la vacuna o no. También hemos llevado la vacunación a los barrios”.

Además, el secretario explicó que con la cantidad de personas vacunadas, “más los 20 mil infectados” que han padecido la enfermedad, “hay una carga de inmunidad en la ciudad muy importante”.

En esto también coincidió el infectólogo Darío Quinodoz, quién explicó: “Creo que no hay un solo determinante en la baja de casos, pero quizás dos de los más importante son la vacuna y la cantidad de personas contagiadas que se han curado de la infección y que por esto tienen inmunidad. Es una sumatoria de inmunidad natural adquirida por la infección e inmunidad otorgada por la vacuna”.

“Tenemos más de 20 mil pacientes diagnosticados, si sumamos este número con las personas vacunadas nos da la mayor explicación a la baja de casos”, precisó.

En ese sentido, Quinodoz comentó: “Tenemos un descenso muy importante de los pacientes hospitalizados, tanto en habitación común como en terapia intensiva. En el Sanatorio La Cañada en este momento no hay ningún paciente en terapia y debe haber cuatro pacientes en sala común, personas que no quisieron vacunarse o solo tienen una dosis aplicada”. Y agregó: “Manejamos entre tres y cinco pacientes en el internado común cuando veníamos con una media de 45/50 personas que necesitaban atención sanitaria. Hoy tenemos el 10% de lo que teníamos previamente”.

Volviendo a la dinámica habitual

Por su parte, el director del Hospital Pasteur, Sergio Arroyo, estableció que el descenso de ocupación de camas “ha sido franco y evolutivo en este último tiempo”. “Nosotros hoy en el piso tenemos solamente cuatro pacientes internados, dos de Villa María y dos de la región, mientras que en terapia intensiva hay dos pacientes, uno de nuestra ciudad y otro proveniente de Oliva, ambas personas que decidieron no vacunarse”, determinó.

En ese marco, el médico indicó que al haber disminuido la patología COVID, “se permite que el nosocomio tome la dinámica habitual antes de la pandemia”.

“El Pasteur siempre ha sido un hospital polivalente, o sea que hemos atendido la patología COVID, pero nunca hemos dejado de atender otras patologías. Hemos tenido 520 pacientes internados en un mes, de los cuales 120 han sido COVID en los meses más terribles, los otros 400 pacientes que pasaron no eran infectados de coronavirus. Esto quiere decir que el Hospital Pasteur en la peor época de la pandemia siempre ha trabajado más con los pacientes no COVID que con los de COVID”, dijo.

Al bajar los casos, el director destacó: “Estamos normalizando todos los servicios, los médicos que estaban abocados al coronavirus volvieron a desarrollar sus especialidades”. “También hay que tener en cuenta que la consulta externa había bajado porque el paciente no venía a no ser que estuviese realmente comprometido. Entonces, especialidades como Neurología, Endocrinología, entre otras, se estaban viendo resentidas y los médicos estaban la mitad de su tiempo abocados en el COVID. Sin embargo, ahora están recuperando su carga horaria en su especialidad”, explicó.

No es este el caso de la Clínica de Especialidades, donde en estos momentos “solo hay un sospechoso que aparentemente podría ser COVID, pero no está confirmado”, según indicó el responsable de la institución, Guillermo Abramián.

El médico argumentó: “Para nosotros la baja de casos es un problema porque no nos podemos relajar, simplemente porque no tenemos en claro qué puede pasar. Ojalá que no tengamos otra ola, pensábamos que iba a ser a fines de este mes o principios de octubre, esa era la lógica que se veía. Lo que nadie se imaginaba es que iba a haber una caída tan abrupta de contagios. Creo que iba a haber un nivel mínimo de permanencia de casos y de golpe se paró”.

“Lo peor que podemos hacer es pensar que la pandemia está superada porque nosotros lo sufrimos muy duro. Tenemos que trabajar con las dos patologías (COVID y no COVID). Si viene una nueva ola va a ser un problemón por varias causas, primero porque va a atacar a gente más joven y más niños y segundo porque la gente que está con dos dosis y no está vacunada hace la vida normal y tiene la patología habitual, los accidentes normales y todo lo demás, por lo cual hay una demanda de lo habitual y una demanda por coronavirus, entonces podría poner al sistema en riesgo. Esta es la realidad”, sentenció Abramián.

 

Testeos sorpresa

Ante la actual situación sanitaria, Trecco precisó que están “reorganizando una nueva estrategia de hisopados”. “Los pacientes que tienen síntomas saben que tienen que concurrir a testearse, pero son los asintomáticos los verdaderos peligrosos porque transmiten la enfermedad sin saberlo”, advirtió y continuó: “Muchos vacunados pueden contagiarse y estar asintomáticos por el efecto de la vacuna y hay que detectarlos. Por eso, vamos a estar realizando 12 horas diarias de testeos, de lunes a sábado de 8 a 14 en la Asistencia Pública y de 14 a 20 en el Anfiteatro. De igual manera seguiremos preservando las burbujas en el Centro Cívico”.

“La novedad es que vamos a agregar testeos sorpresas en eventos. Cuando se realice un evento de determinadas características donde concurra gran cantidad de gente, vamos a testear en la puerta de entrada del mismo”, destacó el secretario.

 

A seguir con los cuidados

Todos los especialistas coincidieron en que la baja de contagios se da mayormente por la vacunación, pero también alertaron a seguir con los cuidados necesarios para prevenir la propagación del virus.

Con respecto a las nuevas medidas que dispuso el Gobierno nacional y se implementarán a partir del 1 de octubre, Quinodoz dijo: “Hay algunas medidas que comparto y me parece que es el momento adecuado para establecerlas. Pero, me generan ruido las que se refieren a las aperturas y flexibilizaciones en lugares cerrados y con mucha cantidad de gente, son espacios con mayores probabilidades de contagio y que pueden producir una nueva ola”.

En tanto, Arroyo remarcó: “Que quede claro que la pandemia no terminó y que todas las flexibilizaciones por ahí extremas pueden llevar a brotes que pueden impactar en la salud de la gente, hay que tener cuidado en ese sentido”.

Por su lado, Trecco indicó: “Si la gente entiende que esto no es una liberación total y respeta las medidas sanitarias que se están bajando, vamos a tener una situación muy buena que nos podría llevar a tener al menos hasta marzo o abril del año que viene una época de relativa tranquilidad”.

“Nos sigamos cuidando con responsabilidad, aprovechemos esta suerte de nueva forma de vivir con cierta libertad y roguemos que no haya otra ola. Pensar que de un día para el otro esto se resolvió me parece muy optimista y con un sesgo de irresponsabilidad. Ha fallecido mucha gente, muchas familias fueron diezmadas, hemos tenido problemas muy serios como para de un día para el otro nos olvidemos”, finalizó Abramián.

 

"La Delta se comporta distinto en nuestro país"

Con respecto a la variante Delta del coronavirus, Quinodoz hizo énfasis en teorías que indican que dicha cepa se está comportando en nuestro país de una forma distinta a como lo hizo en el resto del mundo.

El médico desarrolló: “La circulación de las variantes virales es competitiva, cuando ingresa una cepa como la Delta, que es altamente transmisible, desplaza al resto de las cepas y estas otras dejan de circular”.

“De este modo, la Delta se hace la más predominante, pero en nuestro país tenemos circulación de la cepa Manaos que también es transmisible y que produjo un montón de infecciones. En ese marco, se observa que el comportamiento de Delta con la circulación de Manaos no es el mismo que lo que pasó en otros países del mundo”, destacó y añadió: “Es una de las hipótesis que indica que la alta circulación de manaos de alguna manera está enlenteciendo la circulación de la cepa Delta”.

El médico precisó: “Por supuesto que cuánto más se postergue la aparición de la Delta en circulación comunitaria de alto nivel es mucho mejor, porque da más tiempo para que se sigan vacunando las personas.

 

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