Genaro Moscariello, un pequeño titán

Genaro Moscariello, quien hoy cumple 13 años, participó el pasado fin de semana del Triatlón Internacional llevado a cabo en La Paz, Entre Ríos, luego de haber superado una leucemia, enfermedad que le fue diagnosticada a principios de 2019 y por la que debió recibir un trasplante de médula ósea.

La historia de Genaro es conocida por muchos, por eso emocionó a todos cuando finalizó la prueba Infanto - Juveniles B, en la categoría de 12-13 años  totalizando un tiempo de 22 minutos con 7 segundos. En el caso de las categorías más chicas las distancias están ajustadas a la edad de los participantes, por lo que los jóvenes realizaron tramos de 200 metros de natación, 6 kilómetros de ciclismo y 500 metros de pedestrismo.

En ese marco, El Diario dialogó con el papá de Genaro, Pablo Moscariello, quien comentó la experiencia y el logro vivido por el joven.

“Genaro empezó a participar en el triatlón a los seis años en el Provincial, a los siete fue por primera vez a la Fiesta Internacional del Triatlón que se hace todos los años en La Paz”, dijo Pablo y agregó: “Es una carrera muy difícil por las altas temperaturas y por la geografía, tiene nivel y mucho calor, se nada en el río Paraná, por lo cual hay varias dificultades”.

“Mi hijo empezó a correr a los siete años y repitió la carrera por dos años siguientes. Unos días antes de cumplir 10, el 4 de enero de 2019, le detectaron leucemia y nos derivaron al Sanatorio Allende en Córdoba. Allí comenzó su tratamiento, el cual fue superagresivo y se debió someter a rayos y quimios”, comentó.

“Los doctores lograron curarlo de la leucemia, pero nos alertaron que necesitaba un trasplante de médula ósea porque si no iba a volver a contraer la enfermedad”, precisó su papá y continúo: “Uno por un hijo hace cualquier cosa. La médica me dijo que me necesitaba para el trasplante y ni lo pensé”.

Pablo explicó que el proceso de donar médula es indoloro y simple. “Previamente te debés aplicar unas inyecciones, específicamente seis días antes te empezás a colocar dos inyecciones por día. Eso activa las células de tu cuerpo y hacen que salgan de la médula para después poder pasárselas a quien lo necesita”, apuntó y añadió: “El trasplante fue el 22 de julio de 2019 y a las dos horas del procedimiento ya estaba libre”.

En cuanto a Genaro, especificó que luego del trasplante comenzó su proceso de recuperación. “Estuvo medio año más con tratamiento, poco a poco logró dejar toda la medicación y hoy está sin nada y después de cuatro años pudo volver al triatlón”, aseveró.

Volver a la pista

“En noviembre pasado participó en un infanto - juvenil realizado en el Kempes, pero fue una carrera mucho más corta y simple, y ya este fin de semana pudo correr la emblemática carrera de La Paz, donde participan más de 250 chicos en la parte infantil y es muy interesante y linda para ellos”, contó Pablo.

A su vez, indicó que Genaro “estaba muy cansado al concluir la carrera, porque es un trayecto muy duro que se corre a las cuatro de la tarde con 35°, pero estaba contento de haber terminado y haber vuelto a estar en esa fiesta”.

La disciplina no es algo particular de Genaro, sino que su papá también es corredor de triatlón desde hace más de 12 años. “Empezó esta actividad calculo que por verme a mí. En esta ocasión Genaro corrió el viernes, día en que se corren todas las categorías infanto - juveniles, y yo el sábado”, comentó Pablo, quien participó en la categoría estándar.

En tanto, explicó que retornar a la competencia no fue un proceso rápido. Genaro, que asiste al colegio Rivadavia, entrenó previamente durante un año y medio y hay días que realiza doble turno en su rutina que incluye ciclismo, pedestrismo y natación.

“Como papá fue mucha emoción verlo durante la carrera y espero que con el tiempo se pueda recuperar del todo porque tiene muy sentido su cuerpo por el tratamiento. Verlo bien a él nos hace bien a todos, sabíamos que anhelaba volver al triatlón de La Paz y pudo volver, lo pudo terminar y ver su sonrisa nos alegró a todos”, afirmó.

Por último, Pablo mencionó que el que se difundan estas historias es “esperanzador para varios chicos y familias que están atravesadas por esa enfermedad, que realmente es muy dura. Es muy duro el tratamiento tanto para el que pone el cuerpo, como para la familia que lo ve desmejorarse día a día, porque lamentablemente para sacar la leucemia y el cáncer se queman células buenas y malas”. “Pero hay que saber que después de eso hay vida, uno  puede seguir entrenando, corriendo, haciendo un montón de cosas que por ahí cuando nos tocó lo veíamos muy lejano”, cerró.