EN LOS BARRIOS - Hoy, Bello Horizonte
El barrio conocido como Beletti
El barrio surgió como plan de expansión de la ciudad, con planes de vivienda que formaron un sector con vecinos que se conocen desde hace más de 40 años. Sus habitantes orgullosamente lo destacan como un lugar tranquilo, seguro y con todos los servicios
Según la historia de los barrios relatada por Bernardino Calvo, el barrio Bello Horizonte surge como consecuencia de la expansión de la ciudad hacia los sectores donde no había barreras, ya sea naturales como el río o de infraestructura como el Aeroclub en su momento, ya que muchos años después el mismo fue trasladado para ser llevadas sus instalaciones al Aeropuerto local Néstor Kirchner y dar lugar a la instalación del nuevo Hospital Pasteur y el barrio Ramón Carrillo.
De esta manera se conforma el loteo que da origen al barrio “Beletti”, que aludía a la empresa que tuvo a su cargo la construcción de las viviendas, en el inmueble de Ricardo A. Figueroa Bonaparte, Mario E. Figueroa Bonaparte y Beletti Sociedad Anónima Comercial e Industrial.
Fue una de las primeras experiencias de expansión y desarrollo urbano ajustada a planificación que tuvo lugar en Villa María, en un área distante del radio céntrico. Ese loteo se aprueba en el Concejo Deliberante el 1 de octubre de 1975 por Ordenanza 1.569. En esa oportunidad, se dio el visto bueno al plano elaborado por el ingeniero civil Héctor del Campillo. Otra ordenanza designa el nombre de “Bello Horizonte” para el flamante sector, en la misma se dispone también el nombre de las calles. Se ha prescindido de nombres de personas, recurriéndose al correspondiente a ciudades latinoamericanas, dice la nota del comisionado Adolfo Jaca, fechada el 9 de noviembre de 1976 y dirigida al teniente coronel Carlos Villa. Hay que recordar que el país estaba bajo la dictadura militar y debido a ello se exceptuaron en ese momento el nombre de calles de ciudades cubanas.
En la primera etapa, entregaron 250 casas del plan Eva Perón y en otra instancia hicieron 250 más, así lo recuerda Angel Felipe Sánchez el primer presidente del centro vecinal recientemente conformado.
Había llegado al barrio en 1977 y recuerda que antes de empezar a pagar las cuotas de las casas, abonaban una cuota para construir la comisaría, la iglesia, la escuela, el centro vecinal, el correo y el dispensario. Un ejemplo de unión solidaria para el bien común del barrio. Todo fue obra de los vecinos.
Ana María Córdoba era otra referente del barrio en su momento, ya que era la presidenta de la Liga de Madres de Amas de Casa, llevaba adelante actividades de apoyo escolar y un ropero comunitario. La misma recordaba que fueron las necesidades de la gente las que la movilizó para tender una mano a los que más necesitaban. Comenzaron dando consejos, preparando y difundiendo recetas económicas para colaborar en un tiempo donde el país salía de una hiperinflación que había impactado a todos, pero principalmente a los más pobres, recuerda. Eran los finales de los 80 y los comienzos de la etapa de los 90 y sus políticas de ajuste, cuando Lita de Lázzari fundaba la Liga de Amas de Casa. “Nosotros veíamos que era importante ayudar a economizar a nuestras vecinas y así lo hicimos” recordaba.
Parte de una historia que surgió a finales de los años 70 y algunos de los referentes de los tantos hacedores de un barrio que nació cuando la Villa comenzaba a ampliarse.
