Un recordatorio al expresidente Kirchner

Hay hombres que están en el lugar y en la fecha indicadas.

Hombres, por caso, como Néstor Carlos Kirchner que nació un 25 de febrero de 1950, el mismo día en que vio la luz José de San Martín allá por 1778.

Hombres patriotas, pragmáticos, que escapaban a la mera cintura política -de estos hay un montón- para abrir su corazón y respirar el aire de los tiempos.  Se entregan al pueblo, al otro, a los otros, sin moverse de sus creencias y convicciones justamente, porque la esencia de estas últimas los marca para actuar de aquella manera.

Néstor, un hombre necesario si los hubo para años vaciados de economía, de política, de descreimientos y rifados a las especulaciones. Un hombre que propuso “un sueño” para recuperar nuestra identidad de argentinos. Será por eso, que a miles y miles se nos escaparon lágrimas de dolor porque una parte nuestra se fue con él. Hoy se lo extraña. Y con porfía le recrimina su viaje a otro plano, pero la razón nos sacude y no podemos dejar de decirle “gracias, Néstor Kirchner”.

Recordarlo nos da una cierta nostalgia abonada con alegría, la misma que despertó Evita en los “grasitas” que recibían con justicia lo que nadie antes les había dado; la misma que los obreros empoderados sintieron por Perón, la misma que Maradona nos entregó con su gol a los ingleses.

Una bandada de pájaros libres salieron de las decisiones que tomó Néstor y aunque hoy parecen atrapados entre nubes de incertidumbre, invocar a nuestro expresidente es necesario como el hombre que fue.

Ana Gómez

DNI 10.857.210