Análisis político

Massa y Cristina coparon el centro del tablero

En el tablero de la estrategia del presidente Alberto Fernández dos piezas elementales dominaron el centro de la partida: Sergio Massa y Cristina Fernández
lunes, 23 de diciembre de 2019 · 12:00

Escribe: Nancy Musa (de nuestra redacción)

“Ustedes entregaron superpoderes al Fondo Monetario Internacional (sin pasar por el Congreso). El presidente anterior no podía tomar una medida sin consultarlo... Nuestra misión es desendeudar. Independencia económica, soberanía política sin el FMI y si quieren busquemos juntos el camino a la justicia social”.

Las palabras del senador formoseño del Frente de Todos, José Mayans, se esparcieron entre las bancas y los rostros cansados de los legisladores en la madrugada de sábado.

Cinco minutos después el reloj marcaba las 3.53, la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva quedó cocinada y lista para servirla en la mesa, previa a la Navidad, del Ejecutivo. En el tablero de la estrategia del presidente Alberto Fernández dos piezas elementales dominaron el centro de la partida: el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y la presidenta del Senado y vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.

El reloj de arena comenzó a marcar el tiempo el pasado miércoles, con frentes de tormenta y en 72 horas el trámite estuvo resuelto. Las movidas se sucedieron una tras otra, utilizando el elemento sorpresa que dejó al adversario sin elementos contundentes para frenar la decisión y llevarla a un plano de debates interminables frente a las urgencias del momento.

Al flamante mandatario no le dieron tiempo ni a saborear las infusiones de la Casa Rosada. Al primer movimiento de la cucharita de café, los drones sobrevolaron a su alrededor amenazantes, por derecha, por izquierda, por la retaguardia y por la avanzada.   Los opositores se pintaron la cara en pie de guerra al ritmo de cacerolas, toneladas de piedras y rostros sombríos murmurando “no dejaremos que nos pasen por arriba”.

Postales de una semana extraídas de una obra del absurdo. Escenas de una comedia de enredos, en medio de la gravedad de la situación que debe afrontar el gobierno elegido, el pasado 10 de diciembre, para sacar al país de la emergencia que ellos dejaron.

Mientras el presidente intentaba llegar a acuerdos para aliviar la odisea de los empujados al hambre y a la pobreza, por la gestión económica saliente, el interbloque de Juntos por el Cambio se puso los botines para salir al campo de juego y quedarse a un costado de la cancha. “No daremos quorum”, precisaron públicamente con cara de “somos los defensores de la democracia” y haciendo presagios apocalípticos como si Alberto fuera la reencarnación de un monarca francés en la previa de la toma de la Bastilla.

La decisión del interbloque presidido por el cordobés Mario Negri no cayó muy bien en los gobernadores radicales que rápidamente salieron a marcar el territorio a través de sus cuentas de Twitter. Tampoco fue bien vista por un sector de la UCR que está harto de ser un peón del PRO y está convencido de que el centenario partido debe recuperar su identidad.

Con el equipo mostrando grietas, el director técnico agarró la pelota, se subió a un avión y se fue a Catar o Qatar, dejando a sus jugadores haciendo catarsis al compás del tango “Cuesta abajo”. El dolor de ya no ser.

Extraña criatura la derrota, cuando las vanidades nos envuelven en su manto de egoísmo y soberbia.

 

No era fútbol, era ajedrez

El trío Fernández-Massa-Fernández ubicó las piezas en el tablero desde el minuto cero. Táctica y estrategia. Fueron dando a conocer sus movimientos poco a poco, sin anticipar la próxima jugada. Les molesta un artículo, sacamos el artículo, quieren retoques, retocamos. Y así, sucesivamente.

Es ingenuo pensar que cometieron errores, son tres dirigentes de fuste, de experiencia, de alto nivel de conocimiento en el pantanoso terreno de la política. Y fue en ese plano, precisamente, donde se desarrolló la partida. Idas y venidas, retrocesos y avance, defensa y ataque.

El Alfil y la Dama coparon el centro. Las negociaciones en Diputados fueron intensas, sumando aliados para lograr el quorum necesario. Los que tenían pensado no dar el número necesario para la jura de los nuevos diputados se encontraron con la firmeza del Ejecutivo. “Si tienen que renunciar ministros para volver a la banca, lo harán”, señalaron desde el oficialismo. Hubiera sido una actitud antidemocrática, alejada profundamente de la esencia del partido de Alem e Yrigoyen.

Finalmente primó la madurez y la sesión en la Cámara presidida por Sergio Massa se desarrolló en un clima distendido y de normalidad. Hubo debate, fuertes cruces, chicanas que Massa manejó con tranquilidad y firmeza. Los legisladores de Consenso Federal y los que responden al gobernador cordobés, Juan Schiaretti, dieron su voto para lograr los 134 que coronó la media sanción y el pase a la Cámara de Senadores.

A la oposición le resultó difícil fundamentar, con cierto grado de convencimiento, la negativa a dar una herramienta tendiente a “ordenar el desastre económico”, planteado por los oradores en el recinto con datos precisos.

El mayor recurso fue la futurología, la preocupación por los jubilados, los superpoderes. Complicado negarse al fondo de la cuestión que es aliviar a los más frágiles del sistema, una promesa de campaña, además, del presidente que asumió el pasado 10 de diciembre.

Hubo discursos interesantes y otros para el olvido.

 

“Presidenta, senador, presidenta”

La partida continuó en el Senado, donde la personalidad de Cristina Fernández se impuso desde el inicio moderando la sesión ajustada al reglamento. El protagonista destacado en el principio y en el final de la sesión fue el senador de Formosa, José Mayans. El titular del bloque oficialista la llamó presidente y rápidamente fue corregido: “Presidenta”, señaló Cristina.

El justicialista, por otro lado, se llevó el crédito al final con una oratoria pintoresca, incisiva que se llevó aplausos y sonrisas. El Frente de Todos logró 41 votos a favor, mayoría calificada, para dar la sanción definitiva a una ley cuyos resultados se irán viendo en los próximos meses. En contra votaron 23 legisladores y hubo una abstención.

La norma fue apoyada, además de la bancada del Frente de Todos, por Lucila Crexell, una antigua militante del Movimiento Popular Neuquino que fue atraída a las filas de Juntos por el Cambio por Miguel Pichetto.  El exgobernador de Río Negro, Alberto Weretilnek, y el santafesino Carlos Reutemann también levantaron la mano.

El debate duró ocho horas, 33 senadores hablaron, y a la madrugada se juntaron para cerrar los dos representantes de Formosa, titulares de sus bloques respectivos: Luis Naidenoff de Juntos por el Cambio y José Mayans del Frente de Todos.

Naidenoff intentó hacer una autocrítica y enumerar “los logros” de la gestión de Mauricio Macri. Lo consiguió a medias, porque Mayans fue muy duro en sus conceptos y habló de la fiesta financiera, de la deuda que dejaban expresando que “enriquecieron a empresas que ya eran ricas para empobrecer a millones”.

La última perla del reloj de arena cayó a las 3.53 con la sanción definitiva. Naidenoff se quedó reclamando y ligó otra de las frases de Cristina: “No sea amargo, senador”.

La partida había terminado.

 

Entre las bancas

Vaya con las vallas: la diputada radical cordobesa Brenda Austin chicaneó al oficialismo, con el hecho de que el Congreso estaba “vallado”. La ironía le salió mal. Sergio Massa le aclaró que la decisión había sido del jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y no de la Presidencia de la Cámara.

Un poco de agua para pasar el mal trago.

Una balanza por aquí: “las 14 toneladas de piedras que nos tiraron se las tendrían que devolver duplicadas”, tuiteó Patricia Bullrich en referencia a la ley de emergencia propuesta por el Gobierno. En sus oratorias diversos diputados hicieron referencia a las piedras que les tiraron con la reforma previsional. Uno habló de siete toneladas, otro de 17, otro de 18.

Massa en un momento de la sesión indicó, sonriente: “Necesitaríamos una balanza para pesar las piedras”. Tonelada de risas.

Que cada noche sea noche de bodas: La sesión de Diputados tuvo un momento especial cuando Facundo Suárez Lastra llegó al recinto después de haberse casado y en plena noche de bodas. Sus pares le pusieron la marcha nupcial y todos aplaudieron al novio. La novia se debe haber quedado cantando el tema de Sabina, “Que cada noche sea noche de bodas, que no se ponga la luna de miel”.

Y se va, se va, se va: Elisa Carrió estuvo poco en el recinto. Llegó tarde, hizo su show, se fue antes de votar. En el momento que se retiraba Sergio Massa la vio: “¿Se retira diputada?”, le pregunto. Seguidamente agregó: “Felicidades, si no la vemos”.

Ta ta ta: el senador José Mayans se dirigió a Cristina llamándola “señora presidente”. “Presidenta”, respondió ella. Sonriendo el senador dijo: “La palabra presidente no tiene sexo”. “Eso dicen los machistas”, replicó Cristina.

 

Clasificados

“En campaña el presidente dijo que le iba a pagar a los jubilados con plata de los bancos. Acá se le paga a los jubilados con la plata de los jubilados que ganan un poco más… Esto no es cerrar la grieta, no es buscar consenso ni trabajar juntos”. Martín Lousteau

“Resulta que nosotros hablamos mucho de que nos faltan dólares, pero no nos faltan dólares. Los dólares de los argentinos están afuera. Un informe público de la AFIP al 2017 dice que hay 37 mil residentes argentinos que tienen un total de 72 mil millones de dólares en fondos especulativos”. Oscar Parrilli

“Repiten como un mantra cuestiones que son mentira. Una de ellas es cuestionar si estamos en emergencia o no, minimizando las condiciones económicas y sociales en que han entregado el país. La otra es la sobreactuación discursiva sobre la República”. Anabel Fernández Sagasti

“En líneas generales y muy mayoritariamente pretende negar la gravedad de la situación en la que han dejado el país. La Ley de Emergencia, la reconstrucción, la necesidad de tomar medidas especiales, todo eso no se justifica si se logra limar la idea de que estamos efectivamente al borde del precipicio.” Jorge Taiana

“A una semana de que asumimos, nos están diciendo cómo hacer las cosas. Qué lástima que no se lo dijeron a Macri”. José Mayans

“¿Para qué se quieren nueve emergencias? No tienen necesidad de esta delegación. Para nosotros, bajo este paraguas, esta ley esconde un ajuste enorme. Hay que decir las cosas como son”. Luis Naidenoff

“Las retenciones van en contra de nuestra Constitución y perjudican a las provincias. Son un derecho de exportación no coparticipable que tenemos que debatir”. Alfredo de Angelis

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