Cristian Tigero

“En nuestro país la rueda es la clase media y es la que sintió el impacto”

Nació en Villa María, el 11 de mayo de 1979. Sus primeros años los vivió en Villa Nueva. Es empresario del rubro turismo, casado, dos hijos mellizos. Es titular representando al sector privado del Ente de Deporte y Turismo desde su creación. Es presidente de la Cámara de Agencias de Viajes de AERCA

Escribe Nancy Musa
DE NUESTRA REDACCION

Cuando estoy con un entrevistado frente a frente, busco palabras que lo identifiquen. Durante las tres horas que duró la entrevista, café y masitas de por medio, me parecieron importantes dos expresiones: empatía y resiliencia. Cristian Tigero tiene ese toque que le permite sentir el dolor de su prójimo. Y se le agrega su capacidad para fortalecerse en situaciones muy complejas. La familia, la amistad, el amor, el servicio son partes de su rompecabezas. No tiene problemas en ser el “primer equivocado” o el “tripulante de un viaje a Venus”.

Cree en la utopía, en los sueños, en las cosas simples, en el amor, en su ciudad, en la gente. Cree en la utopía y ya es mucho decir.

-¿Con la crisis económica, el turismo se sintió afectado en general o hay sectores que no fueron afectados?

-Se sintió afectado en general. En todo el país, turismo receptivo, turismo para sacar gente fuera del país, turismo interno, aéreo, en bus, en auto. Se sintió en todos lados.

-Sin embargo, en fines de semana largos, se difunden imágenes de rutas llenas como si todo estuviera bien en el ámbito turístico

-No. El último fin de semana que tuvimos con lunes y martes incluido, vos llamabas a distintos lugares y había plazas vacías. Hacía muchísimo tiempo que no veíamos una situación así, hasta puedo decirte que está peor que en 2001.

 

-¿Considerás que la situación está peor que en 2001?

-Yo creo que sí. Estoy hablando del turismo interno. Te hablo, por ejemplo, de la costa argentina. La dueña de un hotel de San Clemente del Tuyú, tuvo diez días de enero gente y luego tiene todo el año el hotel vacío.

El porteño va a Mar del Plata o viene a las sierras, en su mayoría. No hay movimiento turístico en diversos lugares de la costa. Todos nombramos Mar del Plata o Carlos Paz, pero tenemos que mirar lo que pasa en otras localidades importantes tanto de la costa como de las sierras.

Los dueños de hoteles, de restaurantes, están muy preocupados. ¿Cómo hace un hotel para subsistir si no tenés movimiento de gente?  El sector gastronómico, los transportistas están en una situación desesperante. Las pequeñas empresas de transporte, no están trabajando con todos los micros.

Nunca me había pasado que, en enero unos días antes de salir a Camboriú, me llamaran para ofrecerme micros. Y eso me pasó a mí y a muchos colegas de todo el país.

Hay que tener en cuenta, que el turismo no pasa solo por la agencia de viajes. Porque la agencia de viajes es muy amplia y te la podés rebuscar.

El turismo es el transporte, el hotel, el restaurante, las obras de teatro, el comercio de ese lugar que espera los fines de semana largos. Y si no te entra gente, es todo pérdida.

 

 -¿El incremento de los gastos fijos de las empresas, ha tenido una fuerte incidencia?

-Tremenda.  Porque no se puede aumentar las tarifas, si aumentás la tarifa no tenés gente y algunos hasta pierden o resignan la rentabilidad para seguir sosteniendo su hotel o su negocio de gastronomía.

En el caso de los transportistas, que en julio te dan precio para un viaje en octubre. Uno se lo paga y llegado el momento, con los aumentos, puede estar perdiendo dinero o saliendo igual.

Es toda una rueda, que se viene sucediendo hace años. Hasta el Ministerio de Turismo, bajó el rango y hoy es Secretaría.

 

-La devaluación del dólar, ¿qué cambios generó en la actividad turística?

-Generó cambios en dos aspectos, en el empresario que tenía proyectado a un tipo de cambio, en turismo se programa con tiempo. Nosotros, apenas pase el invierno, tenemos que contratar plazas para el verano, sin saber si las vas a vender o a qué precio.

Y proyectás con un valor del dólar, y en 2018 su valor prácticamente se duplicó. Y para el que estaba pagando un viaje en cuotas, fue un aumento significativo que le cambió el gasto en pesos que había estimado.

Habrá personas a las que le afectó menos, pero en nuestro país la rueda es la clase media y es la que sintió el impacto.

 

-La clase media ha sido muy perjudicada...

-Está con freno de mano total. Nos damos cuenta, con la venta de pasajes. Antes el que viajaba en micro, daba el salto y viajaba en avión. Ahora está sucediendo a la inversa, el que viajaba en avión, vuelve al micro.

Con esto, no quiero decir que el turismo es un caos, pero es la realidad, el impacto se siente.

Y después está el tema de la competencia, por Internet, con empresas internacionales. Una de esas empresas le compró a un hotel de Buenos Aires, diez mil plazas para 2021. Y la paga el precio de 2019. Los pequeños empresarios estamos perjudicados. Y son plataformas que hoy no tienen ningún control.

 

-Por la devaluación hubo un incremento de turistas extranjeros.

-Sí, pero los medios te muestran Buenos Aires que es un mundo aparte en todo rubro. Te muestran las Cataratas del Iguazú. Pero recorré ahora Villa General Belgrano, Nono y está todo cerrado. El extranjero visita Buenos Aires, norte y surargentino, la mayoría tiene lugares específicos.

Y el país, se mueve con el turismo interno.

 

-Y la ciudad de Buenos Aires está dentro de las preferencias.

-Es un mundo aparte. Estuve en Buenos Aires y es tanta la cantidad de gente que circula. Por supuesto que se siente la crisis, pero no se puede comparar esa ciudad con otro punto del país, en cualquier rubro.

Hay que salir de Buenos Aires y observar las diferentes realidades. En Termas de Río Hondo, abrió un hotel con cancha de golf, tremendo, y está vacío. Un hotel al que fue el presidente y lo inauguró.

Me pregunto, si inaugurás algo cuál es la proyección que tiene. Lo que no comparto es cuando no muestran la realidad.

Si mostraran la realidad, yo no tendría necesidad de decir lo que estoy diciendo. Y estaríamos hablando de cómo salimos adelante entre todos. Pero te cuentan una cosa que no existe.

 

-En este contexto, ¿cómo están posicionados los países limítrofes?

-Hablando de Chile, Paraguay, Brasil, hoy todos se ven superiores, comercialmente. Sí, extrañan mucho el turismo argentino. Y también, los paraguayos, brasileños, uruguayos sienten mucho lo que nos está pasando.

Toda la costa del sur de Brasil, Torres, Florianópolis, Camboriú, tuvo la peor temporada este año, porque antes se llenaba de argentinos. Te digo, cómo lo ven desde afuera.

Y Punta del Este, yo fui el 24 de enero y la mitad de la ciudad estaba cerrada.

 

-¿Y es beneficioso para nuestro país?

-No. Porque antes vos peleabas a la par, porque nuestro turismo interno era fuerte.

 

-A Villa María, ¿cómo lo ves?

-Villa María creció. Creció mucho porque se acomodó todo el sector hotelero, hace años que nos empezamos a juntar y hay colaboración entre todos, también en el sector gastronómico. La ciudad viene acompañando con eventos que atraen a la gente de la zona, con hechos culturales, el Teatro Verdi con sus obras.

La ciudad creció turísticamente, hay circuitos turísticos, los museos, por supuesto la crisis también se siente pero la gente de la zona viene.

Y ni hablar del Festival de Peñas.

 

-La Cámara de Agencias de Viaje que presidís ¿qué tipo de actividades realiza?

-La verdad que si no fuese por AERCA, no la podríamos haber armado. Es un espacio que fue un crecimiento. Todas las agencias habilitadas formamos la cámara y antes íbamos a gestionar en forma individual, y hoy nos movemos como una cámara que nuclea a veinte agencias de viaje y tenemos más fuerza.

Nos juntamos todos los meses, todas hablamos el mismo idioma, ante la crisis nos unimos para hablar con un mayorista. Esto nos permite hacer convenios, estamos trabajando bien, con mucho respeto.

Creo que es un trabajo muy positivo y tiene para un crecimiento porque el turismo no tiene techo.

 

-¿El Ente de Deporte y Turismo ha crecido?

-Desde su creación a hoy, ha tenido un crecimiento muy grande. Trabajamos muy bien, muy cómodos. Me refiero a las propuestas que se van haciendo en Turismo, en Deporte, en Recreación. Y esta tarea se ve en la organización del Festival, estamos concentrados en que las cosas salgan bien.

El armado de un Festival de Peñas, hay muchos que creen que hay intereses, y no. Estamos todos, juntos, vendiendo choripanes, viendo si llegan los artistas, todos pensando en la ciudad.

Y el crecimiento del Festival de Peñas, tiene mucho que ver con el Ente.

Hace poco, presentamos un programa de Bici tour en el marco del Club del Pedal de la Agencia Córdoba Joven, que le va a permitir a los turistas contar con un circuito autoguiado por puntos históricos y casonas emblemáticas.

Además, trabajamos en conjunto con el Instituto del Rosario que tiene la carrera de Turismo y hacemos muchas actividades.

Hay buena conjunción con todos los clubes. La veo muy positiva a la tarea del Ente. Marcos Bovo vive para eso, Fer Badrán hace un trabajo enorme en Deporte, está Sergio Gilabert. Yo estoy en la parte privada y la relación es excelente. Si no fuera así, yo no estaría. Lo hago con mucho gusto.

 

-¿De dónde surgió esa pasión que tenés por el turismo?

-Siempre le digo a mi vieja que yo nací dentro un colectivo, me parió en un colectivo (risas). Desde que tengo uso de razón, me acuerdo de mi viejo lavando el colectivo en la puerta de casa, cuando vivíamos en Villa Nueva. Engrasar el micro, es una pasión que viene de mis abuelos, de mi viejo, ahora estamos nosotros que somos tres hermanos.

Mi señora es odontóloga y ella está viendo una película, alguien sonríe y ella ve el diente torcido, yo vivo viendo lugares y pensando deberíamos llevar gente para que conozcan (risas).

Y lo que tiene el turismo es que nunca te aburguesas. Es cambio, permanente. Es dinámico. Es amplio, tiene diversos servicios.

 

-Te voy a llevar a tu infancia ¿qué recuerdos tenés de esa etapa de tu vida?

-Villa Nueva, Parque Hipólito Yrigoyen, jugando a la pelota hasta las 11 de la noche y los gritos de mi vieja: Cristian (risas). Una época muy linda, yo iba a la Escuela Belgrano, vivía en la calle Lima, recuerdo que había una planta de mora y me he empachado mil veces con las moras (risas).

Y el fútbol, siempre jugué al fútbol desde chiquito, iba a la escuela con el guardapolvo y los botines para no llegar tarde al entrenamiento.

No soy tan viejo, pero hoy es distinto, hoy no dejaría a mis hijos ir a jugar a la pelota hasta las 11 de la noche.

Pero esas épocas de perder noción del tiempo, no había protocolo en mi casa. Y somos tres varones.

 

-¿Eran traviesos?

-Sí, los tres. Y mis amigos tenían la edad de mis hermanos, porque yo era el más chico y me llevaban.

 

-¿Fuiste el mimado por ser el más chico?

-Era mimado. Sí. Y a los 15 años me fui a Buenos Aires, solo, a jugar en San Lorenzo. Agarré el bolso y dije: quiero ponerme la camiseta de San Lorenzo y me la voy a poner. Llegué a Buenos Aires, al otro día me consiguieron un lugar para quedarme y me quedé. Entrené con Reserva, con Primera.

Pero, había algo que supe siempre desde chico. Desde la primaria yo sabía que había que trabajar. Y los fines de semana me venía a trabajar, en vez de salir, yo trabajaba.

Ayudaba en la oficina, a los 15 años empecé a coordinar.

Siempre tuve eso de trabajar, y me ganó más eso.

 

-Le ganó al fútbol, en realidad tu sueño era el fútbol...

-Sí, y hasta el día de hoy soy un apasionado del fútbol. Pero me ganó el trabajo familiar, el trabajo con mis hermanos. El trabajo en sí, sabiendo que teníamos que laburar para irnos un fin de semana en carpa. Nunca pensamos que todo venía de arriba, desde chico fui consciente de que había que trabajar y creo que por eso me hice peronista.

 

-¿La relación con el trabajo te llevó a identificarte con el peronismo?

-Sí, y solo me hice peronista. Mi abuela era radical, todavía tengo la calcomanía de Angeloz con “Se puede”, su eslogan de campaña. La Blanca Rovila, la mamá de mi vieja, iba a hacer ravioladas al partido. Nos criamos con ella y me llevaba al comité.

Pero después, uno va leyendo, va militando y me identifiqué con el trabajador y me siento peronista por una cuestión social.

 

-¿A qué edad descubriste el peronismo?

-A los 15 años, lo descubrí a través de su doctrina. Me sentí identificado con su doctrina, pero no militaba. En ese momento estaba ocupado con el fútbol, el trabajo, la familia.

A mí me mete de lleno a la militancia, muchos años después, un amigo de la infancia que es Javier Ludueña. Me fue a buscar a la oficina, conociéndome cómo era de chico, y me dijo que me tenía que sumar.

Al principio le decía que no, que no tenía tiempo, hasta que fui y me sumé al espacio que trabajaba para la candidatura a presidente de Néstor Kirchner.

-¿Qué dirigente te recibió en ese momento?

-Me recibió Golo Magrín, un amigo que tengo hasta el momento. Un excelente tipo y con Golo y Javier Ludueña empecé a hacer política. Para colmo faltaba poco para las elecciones (de 2003), íbamos a los actos, y el Golo me adopta (se ríe) y me hizo sentir bien, hicimos una amistad, nos quedábamos hasta la madrugada tomando café, hablando de política y me volví loco con la política.

 

-¿Tu familia qué dijo cuando empezaste a militar activamente?

-Que estaba loco. Todos en mi casa me dijeron que estaba loco. Ellos no son políticos ni mi viejo ni mi vieja ni mis dos hermanos. Sé a quiénes votan, sé cómo piensan, pero no estuvieron en la militancia. Y tal vez, si Javier no me hubiera ido a buscar yo tampoco hubiera participado.

Pero creo, que Néstor Kirchner trajo mucha gente a la militancia que no creía en la política.

 

-Fue en un momento muy crítico para la política, la gente pedía “que se vayan todos”.

-Sí, la política estaba muy desacreditaba y por eso te decían que estabas loco al participar. Y desde ese momento, estuve en todas las campañas de Eduardo Accastello, acompañé a Martín Gill, nunca más dejé la política.

 

-Siempre mantuviste el perfil bajo...

-Siempre, no me desespero por la foto ni por dónde me voy a sentar, siempre el perfil bajo. A mí me gusta la política para ayudar, me gusta como servicio.

 

-¿No sos de los que corren detrás un cargo?

-No, y lo podría haber tenido. Nunca voy a entrar en un cargo público solo, si algún día acepto algún cargo es para estar con un equipo que yo sepa que van a responder. Mirá, yo quiero dormir con los dos ojos cerrados, y para eso necesito saber que lo que hice durante el día, hasta que llegué a mi casa, está bien.

 

-¿Tu militancia partidaria te ha traído problemas a nivel de la empresa?

-No. La gente de Villa María que me conoce sabe cómo soy, y al que no me conoce, lo escucho, acepto todas las opiniones.

 

-¿Cuál es tu mirada sobre la manera de hacer política?

-Ayudar, gestionar, ser como es uno en su vida privada, sin mentiras, sin falsedades, si no se puede hacer algo, decir no es posible y no jugar con las ilusiones.

Escuchar a la gente, ser frontal y gestionar con un buen equipo que conozca en profundidad su área.

 

-Normalmente, en las campañas políticas se miente, se promete, se evade la realidad, esto pasa desde hace mucho tiempo.

-Sí, me parece que hoy está más arraigado por el tema de los grandes medios. Antes escuchabas una radio importante y te aturdían con todo lo que pasaba, hoy hace quince días que están hablando del eclipse.

Con las inundaciones, vos ponías un canal de noticias de Buenos Aires y te dividían en cinco la pantalla, mostrando las aguas, el padecimiento de la gente. Hoy, están hablando de la NASA o que van a venir los marcianos a tomar café con nosotros.

No lo critico, pero conozco mucha gente que opina y se guía por esos medios.

Hoy, determinada prensa te dice que las cosas son así, y mucha gente no busca informarse por otros medios para sacar su propia conclusión. Y eso es peligroso.

 

-¿La manipulación?

-Sí y es muy peligroso para mí. Puedo estar equivocado, soy una persona que siempre piensa que el primer equivocado soy yo. Me gusta escuchar, aprender, pero me parece peligroso que te impongan opiniones y te mientan.

 

-Las redes sociales también son una herramienta para difundir las llamadas “fake news” (noticias falsas), usadas en diversos lugares del mundo para las campañas políticas.

-Las usan de acuerdo a la conveniencia. Hoy están, se instalaron, hay personas que se animan a escribir con cara de “no fui yo”. Pero, a su vez, creo que es tanta la falsedad en las redes que mucha gente ya se está alertando. No hay que subestimar a la persona, detrás de las redes sociales hay un ser humano y el ser humano es grande, no puede ser subestimado.

 

-Somos muy complejos, como sociedad somos complejos...

-Me llama la atención la frialdad que tiene la gente hoy. Es una de las cuestiones que me pone mal. La no reacción de la sangre, de las emociones, ante un hecho doloroso para los demás. Que no se conmuevan, con cosas que suceden.

 

-¿Estamos anestesiados o imbuidos en nuestros propios problemas?

-Anestesiados no. Yo hasta hace poco estaba imbuido en mis propios problemas, pero hoy al que veo, le digo que lleguen a su casa, abracen a su familia, se encuentren con sus amigos, que miren a su alrededor.

Tenemos que empezar a ver lo bueno, esa es la forma de que florezca el cerebro, que se abra la mente.

Creo que todo esto tiene que ver con la crisis, con un gobierno que no está presente, me mata ver a chicos pidiendo, a gente durmiendo en la calle y al que no lo conmueve esto, no está dormido, está frío.

Y no soy el Papa Francisco, pero ver un chico con hambre, en la calle, es pensar en que podría ser tu hijo. Estamos muy cerrados, en lo personal.

 

-Vivimos en un mundo individualista, que promueve el individualismo.

-Sí, pero estoy convencido de que eso tiene que cambiar. No sé si va cambiar, pero tiene que cambiar. Es como decirme si va a cambiar la cultura del argentino, no lo sé.

 

-Vos que has ido a otros países, llevando a argentinos, ¿qué tiene la cultura del argentino de diferente?

-(Sonríe). Tiene muchas culturas, digo yo. Tenemos muchos altibajos. Cuando estamos bien, somos los mejores del mundo y no hay ningún país del mundo que supere a un argentino cuando estamos bien (risas).

Cuando estamos mal, somos los peores, somos negativos, amamos a los otros países, al país vecino. Pienso que somos muy extremistas. Allá arriba, o acá abajo. No tenemos término medio, para mí.

 

-Totalmente bipolares.

-(Risas). Yo primero, siempre yo primero. Cuando todo está bien, somos bárbaros, cuando todo mal, un desastre. En el fútbol pasa lo mismo.

 

-Hablando de fútbol, esa rivalidad entre Brasil y Argentina ¿se nota en el turismo?

-Sí. Me ha tocado estar con grupos argentinos en Brasil, cuando han jugado diversos partidos, y es tremendo. Más del brasileño que del argentino. El argentino lo hace más como una “gastada” del River-Boca, el brasileño es más sanguíneo, ve una bandera de Brasil y mata por Brasil.

El argentino es más astuto.

 

-Volvamos a la política ¿dónde estabas y qué sentiste cuando murió Néstor Kirchner?

-Estaba en mi casa, y al principio no lo creí. Y buscaba las noticias en diversos canales para ver si era cierto. Cuando un líder positivo muere, en cualquier ámbito, no lo podés creer. Después vas analizando todo lo que se hizo, lo que estaba en su cabeza de ahora para adelante, y te preguntás ¿ahora qué va a pasar?

Yo era más de Néstor que de Cristina y me sorprendió.

 

-¿Qué diferencias veías en los estilos para ser más de Néstor que de Cristina?

-(Pausa). Creo que Néstor escuchaba más. El sentaba a su mesa, al joven, al viejo, al opositor y después resolvía a su manera.  Desde el interior del interior, yo veía que te invitaba a sentarte a la mesa y te escuchaba. Cristina, no.

Lo que ella creía, era blanco y no se podía discutir. No estoy diciendo que lo de uno estaba bien y el otro estaba mal.

Sí, creo que para ser líder político hay que tomar decisiones, te podés equivocar, pero tenés que tomar decisiones.

Pero llegó un momento, en que escuchabas a ciertas personas que la rodeaban hablar de una manera, sin tener en cuenta que había millones en el país que no se identificaban con ese estilo. Y a quién culpaban, a Cristina.

Está bien, pasa en todo, pasa con Martín, pasa con Schiaretti, nos pasa a nosotros. Si un viaje sale la culpa es nuestra.

Me parece que Cristina no se dio cuenta de cambiar algunas piezas a tiempo y chocó contra la pared y hoy tenemos el gobierno que tenemos.

La gente lo eligió y lo respeto, es el presidente y tiene que terminar su mandato.

 

-¿Cuándo te enteraste la fórmula Fernández-Fernández te gustó?

-Me parece que es la unión de los dos estilos. Alberto Fernández estuvo al lado de Néstor en un momento en que todo estaba prendido fuego. Y el que lo escuchó cuando era funcionario de Néstor y lo escucha hoy no cambió el discurso.

Estuvo en contra de Cristina en las cosas que consideró que debía cuestionar, que las acepta hoy. Creo que el movimiento de Cristina fue claro. Que si es electo Alberto va a ser el presidente y ella la vice, y no lo que dicen algunos que lo va a manejar.

Y lo de Macri y Pichetto es como lo agridulce, a pocos les gusta lo agridulce.

 

-¿Pensás que la decisión de ella de ser acompañante en la fórmula, demuestra una madurez?

-Viendo lo que era Cristina cuando se fue a hoy es un gesto. La gente delira. Si Macri se hubiera bajado y la hubiera puesto a Vidal hubiera sido un gesto, si lo hace ella empiezan las especulaciones.

Para mí, es un gesto y muy importante. Y creo que se va armar un equipo interesante, que va hacer algo similar a lo que hizo Néstor y todo lo demás que dicen, para sembrar miedo, no tiene sentido.

Me parece que es la fórmula que le dio a la clase media de este país, el empuje para saltar del micro al avión, para tener su casa y mucho más. Por ahí voy yo.

 

-¿Te gusta Alberto Fernández?

-Sí, me gusta. Tiene experiencia, entró en el peor momento del país, acompañó a Néstor, siempre fue igual en su manera de ser, un tipo dialoguista, a mí me compra.

 

-¿Qué opinión tenés sobre la boleta de corta de Schiaretti?

-Creo que es una estrategia, le está dando libertad a funcionarios de años para decidir para quién trabajar a nivel presidencial.

-El peronismo se dividió a nivel dirigentes o las bases se dividieron ¿qué mirada tenés en este aspecto?

-Para mí la división es a nivel de dirigentes.   Van a ser muy importantes las PASO y volviendo al tema de ciertos medios de comunicación, tengo amigos que tienen su casa gracias al Procear del gobierno anterior y no saben qué decir a la hora de explicar porque no quieren votar a Fernández-Fernández.

Eso requiere que nos sentemos a hablar, que les expliquemos. Porque muchos de los que están bien, saben que podrían estar mejor.

 

-La campaña se respalda con el odio a Cristina y las denuncias de corrupción, no con lo bueno precisamente.

-Pienso que hay que dejar todo en manos de la Justicia. Días atrás hablaba con un amigo macrista y le decía cómo puede ser que un gobierno nos esté mostrando durante cuatro años Comodoro Py. Estoy muy lejos de saber lo que pasa, no conozco de leyes, pero hace tres años y medio que me están mostrando que ya va Cristina y muchos más a Comodoro Py.

Que vayan todos los que quieran, todos por igual, pero creo en la Justicia y no creo en muchos medios de prensa concentrados.

El que tiene que ir preso que vaya, pero que dejen a la Justicia trabajar fuera de las cámaras, de los flashes, de lo que quieren los medios. Respetemos la República.

Todo tiene que ver con todo. Si queremos salir adelante, necesitamos la educación, la ciencia, la salud, el trabajo, el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, la justicia social y de eso no se está hablando.

 

-¿Te hubiera gustado ser concejal?

-Estuve en listas de concejales, pero después no. Me hubiera gustado, sí, pero no soy un levanta manos. Conmigo no es simple. Me gusta hacer, si hay una propuesta muy buena, que puede cambiar la vida de los vecinos y en donde pueda ser útil, ahí estaré.

 

-¿En algún momento de esas noches que dormís con un ojo abierto, se te pasó por la cabeza ser intendente?

-(Pausa, sonríe). Sí. Porque tuve muchas oportunidades de irme a vivir a otros lugares, por el turismo, y amo a Villa María. Amo la ciudad, adoro la ciudad, ir a buscar mis hijos a la escuela, pero para ser intendente necesitaría dejar una marca.

Si no puedo hacerlo, si no puedo dejar algo bueno para la mayoría, no me interesaría.

Macri para algunos pocos no sirve.

 

-¿Cuál es tu sueño?

-Mi sueño mis hijos y mi señora. Que sean eternos. Tener un poder especial para ayudar. Yo tengo el ejemplo de José, el cafetero. Qué con lluvia, o lo que sea, él viene con una sonrisa. Mis sueños, no son conmigo, son con el resto.

 

Opiniones

Mauricio Macri

Es el presidente de mi país, elegido en democracia. Respeto eso, pero no comparto ni me identifico en nada de lo que hizo y de lo que estoy escuchando que va a hacer. Respeto el voto de la gente que lo apoyó, pero no me gusta nada su manera de gestionar el país.

Juan Schiaretti

Un político muy inteligente, ya está su nombre en la historia de Córdoba. Es un gran gestionador.

Martín Gill

No tiene techo en política. Muy inteligente, conciliador, es del pueblo, simple, natural.

 

Me gusta      

El fútbol, viajar, la familia.

Me encanta

Mis hijos.

Me divierte

Viajar, descubrir cosas nuevas.

Me entristece

Siempre me pongo en el lugar del otro y veo cosas que me ponen triste todos los días.

Me enoja

La falsedad.

Más de
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Satisfacción
36%
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Bronca
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Incertidumbre
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