Creadores de sonrisas

Villa María cuenta con una gran cantera de músicos y animadores dedicados especialmente al público infantil. En el mes de los niños reunimos a varios referentes locales del género y les consultamos acerca de la desafiante y creativa vocación de actuar ante los menudos espectadores.
domingo, 11 de agosto de 2019 · 20:02
  1. ¿Te acordás cuándo comenzaste a presentarte frente al público?
  2. ¿Cuándo te diste cuenta de que podías actuar ante los niños?
  3. Siempre se dice que son un “público difícil”. ¿Es más una exageración o una comprobación? 
  4. ¿Hay que conectar con la propia infancia cada vez que se actúa frente a ellos?
  5. ¿Han cambiado mucho las audiencias de ahora respecto a generaciones anteriores?
  6. ¿Qué anécdotas recordás de tus presentaciones?
  7. ¿Seguirías haciendo shows para los más pequeños aún siendo muy grande?
  8. Por último, ¿qué te gustaría ser si fueras de nuevo un niño?

 

PAYASO PURURU

(Marcos Juárez)

1 y 2. Me acuerdo del primer cumpleaños que animé. Fue hermoso. Fue hace mucho tiempo. Después quise tener mi propio espectáculo callejero. Y eso fue en la “colinita” (escenario Vanzetti, en la costa). ¡Tenía un susto! Pero fue muy mágico, increíble. Decidí hacerlo por vocación, porque me di cuenta la magia que genera un payaso al estar en una pista.

3. Para mí, el niño es el ser más simple, auténtico, noble y transparente. Para ellos no hay negro y blanco juntos. Si les gusta lo que hacés te lo demuestran con todo el amor, disfrutando el espectáculo. Y si no les gusta ellos mismos te lo hacen saber.

4. Pururú es un personaje basado en la esencia de la infancia y la niñez. Está todo el tiempo mandándose macanas. Es un payaso niño, dirigido a un espectáculo infantil para toda la familia, haciéndola partícipe para que todos se permitan volver a ser niños, dejando de lado la timidez y la vergüenza.

5. Con el uso de la tecnología la gente vive muy rápido y a lo mejor no se toma ese tiempo en ver las pequeñas cosas que la hacen feliz.

6. Anécdota: recuerdo siempre un viaje a 150 km para hacer una función. Y me había olvidado el vestuario, maquillaje, la nariz ¡todo! A 20 minutos de empezar le dije al que me contrató: “Me olvidé el vestuario”. Me temblaba todo el cuerpo. Me dijo: “Tranquilo. Yo también soy payaso”. Y fuimos a buscar el vestuario de él. La rezafé. Cosas que me han hecho reflexionar: que a través de una nariz roja podés ayudar a muchos niños. Y el poder ayudar no hay que perderlo nunca.

7. Esto es lo que amo hacer y seguiré hasta el día en que no pueda más. Ese día sentiré un vacío en mi alma muy grande.

8. El mismo niño que soy, un niño soñador. Con unos padres increíbles, una familia maravillosa que me enseñó a ser la persona que soy hoy.

Fechas: en agosto actuaré en Córdoba, Villa María, Río Cuarto, Marcos Juárez, San Francisco y Traslasierra, entre otros lugares.

 

RAUL MANFREDINI

Cantante

1 a 4. Desde hace más de 35 años que vengo componiendo canciones para niños y mi primera composición fue “Disparates en la verdulería” que los niños aceptaron ampliamente. Ahí noté parte de mi vocación hacia este maravilloso género. A partir de 1996 decidí presentar en Casilda, mi ciudad natal, mi primer material en casete que se tituló “En el jardín”, en esos momentos sentí que era el comienzo de un largo camino que aún sigo recorriendo. Este nuevo oficio de cantor para niños me resultó muy placentero, pues sentía la necesidad de seguir componiendo para esta etapa de la niñez y devino otro material discográfico en 1998, “De árbol a estrella”, con la misma temática anterior que fueron poesías musicalizadas de autores locales, argentinos y latinoamericanos. 

5. Entiendo que con el correr del tiempo el público infantil tiene una edad más reducida. Los niños tienen a su alcance otras propuestas musicales relacionadas al mundo adulto que los convocan mucho más y toman como propias aunque no sean tan adecuadas y no comprendan exactamente los temas que tratan.  Por tal motivo, mi lucha desde los inicios de este oficio, con creaciones basadas en poesías de autores, sigue siendo llegar a un público de edades que van desde 0 a 12 años con sus familias. 

7. ¡Claro que seguiría! Hoy tengo 62 años y cada vez que actúo  siento más afinidad con la niñez. 

8. Si fuera otra vez niño, me gustaría volver a mi barrio, lleno de árboles y campitos para revivir los juegos y reuniones con amigos que nunca olvidé. Y también tener siempre una regadera a mano para que los recuerdos y el espíritu de la infancia no se marchiten.  

Proyectos. Con el espectáculo “Todos a cantar con todo” que realizamos con Cecilia López, tenemos varias fechas en agosto. Y en septiembre participaré como invitado del “14º Encuentro de la Canción Infantil Latinoamericana y Caribeña” en Guatemala.

 

TUKY MAGICLOWN

(Facundo Cariaga) Mago y animador

1. Frente al público me presenté por primera vez siendo muy chico, a los 12 años ya haciendo magia en las fiestas familiares. Y con gente que no conocía a los 14.

2. Cuando era chico me gustaba hacer magia para más grandes. Y de grande me encanta hacer magia infantil. Sucede que los niños son un público muy exigente. Lleva una preparación distinta. Ni es más fácil ni más difícil. La mayoría se engaña y toma al público infantil como niños solamente y son más que eso.

3. El público infantil es muy complejo. En mi caso particular soy muy respetuoso con ese momento de la vida y veo, noto, compruebo que los niños cambiaron y uno tiene que tener las herramientas necesarias para que disfruten el show con todo lo que eso conlleva.

4. Creo en un eterno Peter Pan. Creo que mi mejor artista es el niño interior. Vivo en conexión con ese niño y en los shows lo dejo fluir más.

5. La generación actual, los “centennials”, son más intensos. Cuesta dejarlos con la colita en la butaca más de 20 minutos (risas). Pero eso es lo que decía antes: hay que tener las herramientas justas para disfrutar y que disfruten de la magia.

6. Anécdotas tengo miles. Me divierte mucho ver a los niños queriendo desaparecer una moneda o la intención misma de querer hacer magia. Y no dejo de reflexionar cuando veo a un niño triste. ¿Qué habrá pasado para que esté así?

8. Lo único que sé hacer es magia y así será por siempre.

Fechas. El 18 de agosto a las 16 actuará en el teatrino del Subnivel festejando el Día del Niño.

 

NICO TURCO

Animador 

1 a 4. Empecé a tener contacto con el público a partir de los 19 años, aproximadamente. Previamente hice teatro tanto en el Colegio Rivadavia, como de manera privada en el Teatro Estable Villa María. Se me despertó esta vocación gracias a la actividad teatral. Apenas pisé un escenario sentí que era lo mío. Luego me di cuenta que podía animar y entretener a los niños gracias al impulso del Profesorado de Educación Física. 

5. Han cambiado mucho las audiencias, es cierto. Pero la experiencia te favorece ya que estar  arriba del escenario y jugar, por más que cambien las generaciones, sigue igual. 

6. Anécdotas tengo muchas. Una vez fui a laburar en mi día de cumpleaños y apenas aparecí los niños me cantaron el Feliz Cumple. Y me sentí raro, pero fue una linda sorpresa. Después trabajar en colegios rurales o lugares con escasos recursos son eventos que me ayudaron a reflexionar mucho sobre mi trabajo. 

7. Con respecto a hacer mi espectáculo siendo grande de edad, todavía no me lo he planteado. Tengo 37 años y aún hay carretel, me parece.

8. Si fuese niño de nuevo volvería a dormir los findes con mis abuelos. Tuve una infancia linda y sana. Y jugar a la pelota en el campito con mis amigos. ¡Eso era impagable!

Proyectos. Este año en particular es un año difícil, pero tengo pensado invertir en algunas cosas para eventos de adultos.

 

VALENTINA MORELLO

Titiritera

1. Mi  relación con los títeres viene desde muy pequeña, en la escuela rural a la cual asistía, Paula Albarracín de Sarmiento, en la que mi mamá Delia era la directora. Allí iba cada tanto Héctor Di Mauro, quien daba algunos talleres  que sirvieron para darle forma a “Arlequín”, el teatro de títeres escolar al cual pertenecí. Viajábamos mucho con mis padres. Mi viejo era artesano y en todas las ferias siempre hay un titiritero/a. Por aquellos tiempos tuve la posibilidad de ver a Javier Villafañe. Una tarde, Aldo Paredes en el viejo Centro Cultural (hoy Museo Bonfiglioli), me llama para presentar  en vacaciones de julio un espectáculo que yo estaba preparando de Berta Finkel junto a mi amiga Yanina Bonaudo. Ese día descubrí realmente que quería ser titiritera para siempre. Aunque los títeres nos elijen, eso creo.

3. Siempre se dice que el infantil es  el público más complicado. Me acuerdo de Di Mauro un día mientras mirábamos una función en Cosquín. Me señaló cómo los niños se levantaban. Me dijo: “Un adulto se queda aunque no le guste”. Yo creo que cada público tiene su desafío. 

4. Afirmo sin dudar que es necesario conectar con nuestra infancia para trabajar en los espectáculos. Diría que en todos hay pedacitos de mí. 

5. Los espectadores han cambiado. El nivel atencional cada vez es más corto debido a las nuevas tecnologías. Una forma que yo he encontrado de trabajar es contar diferentes historias dentro de una misma. Me resulta, entretiene y me entretiene.

6. Anécdotas hay miles. Las cosas que les dicen los niños a los títeres son increíbles y las que me dicen a mí cuando salgo otro tanto. 

7. Hoy tengo 48 años y sigo disfrutando del público infantil. Ojalá ellos sigan disfrutando de mis trabajos.

8. Si volviera a ser una niña querría ser titiritera, supongo.

Proyectos. Tengo varias obras con las que estoy trabajando: “Busco un amigo”, “El Chilicote” (con técnica kamishibai que presenté en Cuba), “La tortuga con verruga”, “Historias del gran caballero”, “Historias en el patio del abuelo Tuni” (homenaje a mi viejo, que presenté en Cuba y que irá a Uruguay y Argentina). Además estoy trabajando hace mucho en un espectáculo para adultos sobre un texto de Poe.

 

RAMIRO “CHUMY” CHANQUIA

Actor, clown

1. La primera vez que actué frente a un público fue a los 12 años. La obra era “Tartufo” de Moliere, bajo la dirección de Javier González. Estuvo bastante tiempo en cartelera en Villa María e hicimos una temporada de invierno en Santa Rosa y Villa General Belgrano. Mi actuación consistía en estar parado en el mismo lugar, con alguna que otra variante. Después, hice de ángel, con una túnica blanca, y decía un texto que, si no recuerdo mal, había escrito el Padre Hugo. Me subí al escenario aquella vez y no quise ni pude bajarme más.

2. Javier García (gran payaso y malabarista villamariense por adopción), me facilitó enormemente el camino a nivel artístico y laboral. Yo no suelo discriminar al público, la mayoría de mis obras apuntan a un público general, a toda la familia, por ejemplo; tengo un gusto particular por eso, creo que es maravilloso ver a una familia entera sentada en el público. De todas formas, estoy seguro de que hago teatro para los más chiquitos porque quiero cambiar el mundo. El teatro es político (si no, no es teatro), es empatía pura, es pensarse, pensarnos para mostrar lo que somos.

3. Creo que lo difícil es hacer teatro, con el público en general. Los niños y las niñas carecen de pudor y son extremadamente sinceros. No tendrán ningún problema en hacer saber si algo no les gusta, o irse para interesarse por otra cosa. 

4. Creo que en el escenario hay que conectar con la técnica, es la única manera de lograr que el público se interese por lo que estás haciendo. Quizá en el proceso creativo sí es necesario conectar con la primera infancia, con esa sensibilidad, pero arriba del escenario solo te salva la técnica.

5. Las nuevas generaciones cada vez están más desinhibidas a la hora de participar, quizá porque el nivel de exposición de las personas es cada vez mayor. A su vez, el nivel atencional es cada vez más corto, hoy el público necesita más estímulos en menos tiempo. Además, al haber tanta invasión de información instantánea, el asombro y la sorpresa son más difíciles de conseguir. 

6. ¡Uff! Son muchas. Las más divertidas son las que tienen que ver con su sinceridad cruel, pero las que más me llaman la atención son las que suceden después y dejan ver su pensamiento, su pureza, como aquel niño que al verme “de civil” (sin vestuario) ya finalizado el show exclamó: “Wow, es un humano”. O Lucas, quien al terminar de ver “Punto Mongol” le dijo a su tío: “El hombre cuando estaba solo soñaba”, entendió absolutamente todo. O cuando mi sobrino juega a “ser el Chumy” muero de amor.

7. Espero que siga por mucho tiempo, que todavía tenga cosas para decir.

8. Si fuera de nuevo un niño quisiera ser niño, y jugar. Si pensara como niño de nuevo, seguramente volvería a querer ser un ninja, Maradona o mi papá.

Proyectos.  Con el Circo Moskito durante agosto tengo fechas programadas en Laborde, Justiniano Posse, General Deheza, Camilo Aldao, Noetinger y algunas escuelas de Villa María y Villa Nueva.

 

PIEDRA PAPEL TIJERA

Grupo musical infantil integrado por Bety Mellano, Miriam Perren y Sandra Gazzano

1. En 2006 recibimos una solicitud de armar una pequeña puesta musical-teatral con los grupos de  Iniciación Musical en la Escuela de Música Popular (EMPO), que teníamos a cargo  en ese momento. Durante los meses de ese verano, nos propusimos armar algo entre nosotras en base a los temas que trabajábamos con los chicos. En ese desafío descubrimos una nueva posibilidad de conectarnos con la infancia y con las familias.

2.Nosotras siempre estuvimos abocadas al trabajo con niños desde distintos espacios relacionados con la docencia, y por lo tanto conocíamos muy bien a lo que nos enfrentábamos. Lo que tuvimos que trabajar fue nuestro cambio de rol porque el escenario exige todo de vos en solo una hora y para eso nos preparamos mucho.

3. El público infantil es un público difícil, porque ellos hacen una devolución inmediata, si les gusta lo que ven, lo que escuchan, juegan, bailan, cantan, se emocionan, quedan atrapados con la historia, con el cuento y se genera el clima más maravilloso que uno pueda imaginar. Pero si no sucede esto, pierden la conexión y buscan otra actividad inmediatamente, se quieren ir, conversan. Pero también es un público muy permeable y no todo lo que les llama la atención muchas veces merece esa atención de parte de la infancia. Nosotras cuidamos mucho lo que le presentamos a los chicos, desde las letras de nuestras canciones, el vestuario, la escenografía, los juegos que proponemos en escena.

4. Cada una de nosotras hemos trabajado desde lo teatral conectando con nuestra infancia y descubriendo rincones olvidados, despertando sensaciones, emociones, y recuerdos que nos permiten jugar, divertirnos y disfrutar a la par de los chicos.

5. Creemos que el desafío con los chicos es siempre el mismo: lograr que se conecten con nuestros personajes y desde ellos lograr que vivencien la experiencia teatral y que las canciones en algún punto los atraviesen y movilicen. Es cierto que hoy  tienen muchos más estímulos visuales, sonoros y musicales, fuera del teatro. Pero los chicos disfrutan de igual manera de otras cosas que no sea lo mediático  si la propuesta es válida. 

8. Si fuéramos niñas de nuevo nos gustaría tener las posibilidades que tienen ahora los chicos de hacer música y formarse en lo artístico desde temprana edad, sin dejar de jugar.

Proyectos. Acabamos de terminar nuestro tercer disco titulado “Lari Leo”, que prontamente será presentado. Y estamos ensayando un nuevo espectáculo “¡Hoy habrá disparates!”. Seguimos presentando el espectáculo “¡Hoy habrá fiesta!” en localidades cercanas a nuestra ciudad. 

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