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“Basta de pedirle más sacrificio al pueblo”

martes, 5 de noviembre de 2019 · 10:05

Quienes han venido gobernando en la Argentina siguen pidiendo más sacrificio al pueblo argentino.

Como excusa, argumentan que quien gobernó antes dejó una situación muy delicada, y es por eso que así debemos ser más pobres cada día un poco más. Es inaceptable e inadmisible que los ciudadanos argentinos continúen padeciendo esta situación.

La pobreza en nuestro país terminó aumentando considerablemente (sobre todo la infantil), se perdieron miles de puestos de trabajo, las paritarias de quienes trabajan han estado muy por debajo de la inflación (resaltando que hay actividades estatales y privadas que en el último tiempo ni paritaria han tenido), los jubilados nacionales han visto recortados sus indignos haberes jubilatorios (colocándolos en una situación de indigencia), y los sectores más vulnerables han empeorado aún más.

Se aplicaron tarifazos impagables, se autorizaron aumentos exorbitantes en los precios de los combustibles, las prepagas, entre otros.

El valor de los alimentos de primera necesidad y de los medicamentos los han transformado prácticamente en bienes de lujos, a los que muy pocos pueden acceder.

Pero a pesar de todo esto, siguen pidiendo más sacrificio...

¿Hasta cuándo?

¿Cuál es el límite del ajuste?

¿No les importa que la ciudadanía no soporte más esta pesada mochila?

Durante la presente transición de gobierno este cuadro de situación se está empeorando, y se sigue ahogando económicamente a cada uno de nosotros con las decisiones que desde el poder político se siguen tomando irresponsablemente.

Es prioritario que el presidente electo ni bien asuma tome medidas urgentes ante una situación económica y social muy delicada.

Todos los gobiernos que han pasado en Argentina han tenido sus aciertos y sus desaciertos, pero en el actual se observó un presidente que incumplió casi todas sus promesas de campaña, solo ajustó económicamente el bolsillo de quienes lo votaron y de quienes no lo hicieron, endeudó externamente al país (poniéndolo en una situación de casi cogobierno, por ejemplo, con el FMI, que llegó a indicar desde afuera las medidas que sí se podían aplicar y cuáles no), aumentó con su gestión el número de pobres (siendo que la República Argentina tiene capacidad para alimentar a 400 millones de personas, aproximadamente, según especialistas, pero no les garantizó el alimento a los 45 millones de argentinos), sus medidas económicas y de gobierno solo beneficiaron a sectores acomodados de la economía (generando una importante transferencia de recursos de los sectores medios y bajos hacia los más altos), nunca tuvo plan económico, ni proyecto de país, con la sensación para muchos, de que la Argentina es un barco a la deriva.

Como pueblo no debemos permitir nunca más que transitorios administradores de la cosa pública (políticos), hagan de nuestra vida lo que quieran a su antojo.

Pues el lugar que ocupan es para representarnos, para mejorar nuestra vida cada día un poco más, y no para empeorarla minuto a minuto como desde hace tiempo se viene haciendo.

Depende de cada uno de nosotros, y a la vez todos juntos como pueblo, recordárselos cuando sea necesario.

Carlos Emanuel Cafure
Abogado laboralista

 

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