Cuatro policías se metieron al río y atraparon a un ladrón en fuga

Cuatro efectivos de la Unidad Departamental General San Martín no dudaron en arrojarse a las frías aguas del río para detener a un ladrón que había perpetrado un robo en una casa quinta de barrio Vista Verde.

En efecto, el sargento Ariel Darío Drapata, los cabos primeros Cristian Alara y Pablo Mercaú y el agente Axel Medrano atraparon al delincuente en fuga en medio del cauce del Ctalamochita, incluso arriesgando sus vidas porque el procedimiento se concretó en horas de la noche del viernes.

El decidido accionar de los policías posibilitó dar alcance a Ricardo Sebastián Toledo (33), un hombre domiciliado en 25 de Mayo al 300 de Villa María, quien momentos antes había arrojado el botín sustraído al verse acorralado por los uniformados.

Con la imperiosa necesidad de huir y sin posibilidades de hacerlo por las calles del barrio (iba a pie), Toledo no tuvo mejor idea que internarse en el curso de agua con el objetivo de alcanzar la orilla villanovense y, de ese modo, lograr escapar de sus perseguidores.

A pesar de que ya habían recuperado el botín (una mochila con los objetos robados, que se describen más abajo), los cuatro efectivos no dudaron en seguir los pasos del malviviente y fueron tras él incluso por vía acuática.

La aprehensión se produjo en medio del río y, desde allí, los policías y el detenido terminaron de cruzar hasta ganar la costa de Villa Nueva. Luego fue esposado y más tarde trasladado hasta la Comisaría de Distrito, donde se iniciaron actuaciones sumariales por el delito de “robo en flagrancia”.

Recuperaron todo

En la mochila, de color negro con vivos rojos, los efectivos encontraron unos binoculares marca Optus, dos cámaras digitales Nikon y Casio, una pulsera de oro, una medalla del mismo metal, alhajas varias (pulsera, collar, aros y una cadenita de plata), 150 pesos, 167 dólares, un pendrive, una afeitadora, un par de zapatillas, unas sandalias, dos perfumes y diferentes artículos de higiene, varios quesos y hasta un salame, además de otros objetos de menor valor.

Cabe destacar que, producto de la audaz determinación, uno de los efectivos perdió su celular, que llevaba en uno de los bolsillos de su uniforme. Ninguno extravió su arma reglamentaria, aunque todas se mojaron íntegramente, del mismo modo que los ya pesados borceguíes que calzaban.

Detalles del atraco

Con respecto al robo, hay que señalar que se había producido en una casaquinta propiedad de Eduardo Vasallo (quien  se encuentra de viaje), ubicada en una calle pública sin número, detrás del predio de recreación de Atilra, el gremio de los trabajadores lecheros.

Un hombre que trabaja como seguridad privada de la vivienda, llamado José Luis Gutiérrez, fue quien llamó a la Policía alrededor de las 21.45 de la antevíspera, alertado porque estaba sonando la alarma.

Gutiérrez advirtió que una puerta lateral había sido violentada y se encontraba abierta. Luego de unos segundos vio que un sujeto se asomaba desde el interior, pero momento más tarde se dio a la fuga corriendo, prácticamente cuando dos patrulleros llegaban hasta las inmediaciones.

El ladrón huyó por la avenida de tierra que va costeando el río, denominada República del Líbano, pero cuando llegó a su intersección con calle Río Carcarañá, es decir a unos 300 metros del lugar del robo, se vio acorralado por los dos móviles policiales.

Fue entonces cuando decidió arrojar el botín e internarse en el río para tratar de huir, con el resultado ya descripto.