Dos jóvenes condenados por asaltar a una mujer en la calle

“Yo los vi: son el Cesita y el Fachita”, dijo un vecino que logró observar a los dos jóvenes que asaltaron a una mujer que caminaba por la calle, el 28 de junio de 2017.

Poniéndose uno por delante y otro por detrás, la tiraron al suelo, la golpearon y se llevaron la mochila con sus pertenencias, entre las que estaba el celular de la víctima.

Con los datos aportados, particularmente por los apodos, la Policía llegó al domicilio de los dos pibes del barrio San Nicolás y encontraron el teléfono de la mujer.

Ese fue uno de los delitos por el que se lo acusó a Eric “Fachita” Cáceres, quien ayer estuvo sentado en el banquillo de los acusados junto a César “Cecita” Díaz, su cómplice en ese hecho.

El primero recibió una condena de 3 años y el segundo recuperó la libertad dado que fue condenado a 1 año y 11 meses de prisión, dando por compurgada la pena.

No fue el único delito

Díaz, de 22 años, llegó acusado de ese robo en la vía pública; pero el Fachita, de 23, tenía otras causas pendientes con la Justicia.

Una de esas causas se inició el 23 de mayo de 2014, cuando la Policía allanó la casa del joven y le encontró marihuana y cocaína preparada para la venta.

Según la acusación, tenía 47 bolsas con marihuana que hacían un total de 51,3 gramos escondidas en su habitación; más cuatro bolsas del mismo estupefacientes guardadas en el interior de una zapatilla. También tenía otras cuatro bolsas de cocaína en el otro calzado.

Por ese hecho fue acusado de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización” por el ya jubilado fiscal de Instrucción Daniel Del Vö.

La otra acusación contra el joven proviene de la Justicia de San Francisco, donde Cáceres ingresó sin autorización a un domicilio y fue aprehendido por los uniformados de la cabecera del Departamento San Justo. Esto fue el 31 de octubre de 2015.

Finalmente, el hecho que lo llevó a la cárcel fue el robo a la joven, ocurrido hace casi dos años atrás.

Sus historias

Al declarar ante Félix Martínez, el juez que presidió la audiencia, Cáceres dijo que solo cursó los estudios primarios, que vive en el barrio San Nicolás en concubinato y que hace changas para vivir. “Me hago cargo”, señaló, al referirse a los hechos de los que se lo acusó.

Por su parte, Díaz relató que fallecieron sus padres y que vive solo en el mismo barrio. También hizo solo la primaria y se mantiene con lo que gana limpiando vidrios, cortando el pasto “o lo que se podía para sobrevivir”.

“Me hago cargo y estoy arrepentido”, confesó.

La defensa estuvo a cargo de Silvina Muñoz en el caso de Cáceres y de Francisco Argañaraz en el caso de Díaz. Ambos asesores letrados de Tribunales.

Exhibiciones obscenas en Pozo del Molle

Ayer a las 7, en la esquina de Mitre y Sánchez Manzanera de Pozo del Molle, en cercanías de la escuela secundaria, un hombre caminaba lo más campante con el cierre del pantalón bajo exhibiendo sus genitales. Una niña de 13 años fue la que vio esa situación cuando iba hacia la escuela caminando junto a dos amigas. El hombre iba tocándose y no les dirigió la palabra. Solo siguió caminando. Frente a este hecho la mamá de la niña denunció tal situación en la Policía, donde se inició una investigación y se la comunicó a la Fiscalía de Villa María.

La acusación la sostuvo el fiscal Francisco Márquez, quien había solicitado por el hecho de drogas una pena de cuatro años para Cáceres.