Legítima defensa - Quedó en libertad el septuagenario que apuñaló a su hijo

“Que Dios me perdone, pero era él o yo”, señaló Alcides Rivarola

Por mayoría de votos, jueces y jurados absolvieron al hombre que le causó gravísimas heridas a su hijo Néstor Fabián durante una violenta pelea ocurrida a mediados del año pasado en barrio San Juan Bautista. La víctima falleció el 17 de junio, Día del Padre
viernes, 9 de agosto de 2019 · 09:00

La Justicia villamariense consideró ayer que Alcides Bonifacio Rivarola (71), el hombre que a mediados del año pasado apuñaló a su hijo Néstor Fabián (45) durante una pelea registrada en una vivienda de barrio San Juan Bautista y le ocasionó lesiones que le ocasionaron la muerte 20 días después, actuó en legítima defensa, por lo que lo absolvió de culpa y cargo y ordenó su inmediata libertad.

Rivarola, conocido entre sus familiares, amigos y vecinos como “Toto”, llegó a juicio con prisión domiciliaria, acusado como presunto autor de “homicidio calificado por el vínculo”, un muy grave delito que tiene como única pena la prisión perpetua.

Sin embargo, jueces técnicos y jurados populares establecieron que Rivarola se defendió de un violento ataque perpetrado por su hijo y, por mayoría de votos, dictaron su absolución.

“Que Dios me perdone, pero era él o yo”, se lamentó este hombre que supo ganarse la vida realizando tareas rurales y también como trabajador de la construcción, al declarar en la sala de audiencias de la Cámara del Crimen local, oportunidad en la que admitió haber apuñalado a Néstor, aunque reiteró que había obrado “en defensa propia”.

 

Alcohol, discusión y...

El trágico suceso que lo llevó a la cárcel, donde estuvo alojado varios meses hasta que le otorgaron la prisión domiciliaria por su edad y por las características del hecho, se produjo poco después de las 21.30 del lunes 28 de mayo de 2018, durante una discusión que mantuvieron padre e hijo en medio de una cena que compartían en casa de los Rivarola, ubicada en Remedios de Escalada 2433, junto a Eduardo Venancio Villalba (36), amigo y vecino de ambos.

Como ambos habían bebido copiosamente desde un par de horas antes, la disputa verbal pasó a mayores: primero hubo una violenta pelea a golpes de puño y luego ambos se agredieron con diferentes objetos.

Alcides tomó un cuchillo que había sobre un aparador, mientras que Néstor hizo lo propio con un caño que había sido utilizado para sostener un canasto de basura en la vereda.

El enfrentamiento fue feroz. El hijo alcanzó a golpear a su padre en la cabeza y el brazo derecho, pero recibió al menos seis puntazos en distintas partes del tórax y del abdomen, dos de los cuales le provocaron graves y profundas heridas en los pulmones.

La pelea empezó adentro de la casa, pero terminó en la calle, donde quedó tendido Néstor Rivarola y fue auxiliado por una dotación del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, que lo trasladó al Hospital Pasteur con la premura que el caso exigía.

Los servidores públicos llegaron al lugar de los hechos y socorrieron a Rivarola (h) en plena vía pública, más precisamente en Remedio de Escalada 2480. Alcides también sufrió lesiones, pero en su caso fueron de carácter leve.

A raíz de las lesiones sufridas, Néstor Rivarola fue intervenido quirúrgicamente dos veces y permaneció internado en grave estado en la Unidad de Terapia Intensiva del nosocomio públivo de barrio Ramón Carrillo, donde falleció el domingo 17 de junio, jornada en la que se celebrara el Día del Padre.

 

Alegatos de las partes

Al emitir sus conclusiones, el fiscal Francisco Márquez cambió la calificación legal del hecho y solicitó una pena de tres años de prisión efectiva por “homicidio calificado por el vínculo, con exceso en la legítima defensa”, mientras que la asesora letrada Silvina Muñoz pidió la absolución por entender se defendió legítimamente de una brutal agresión que pudo haberle costado la vida.

La defensora oficial hizo especial hincapié en que el septuagenario era blanco de agresiones físicas permanentes por parte de su irascible hijo, situación que fue corroborada por varios testigos durante la instrucción de la causa.

Apenas pasadas las 16 y luego de deliberar un par de horas, jueces y jurados decidieron que Alcides Rivarola había actuado “en legítima defensa”, por lo que el tribunal ordenó su inmediata libertad, que se concretó ni bien concluyó el debate.

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