Cámara del Crimen de Villa María - Dos condenados en sendos juicios por videoconferencia

Tres años y medio de prisión por tener estupefacientes para vender

La pena recayó en Diego “Corcho” López, un exempleado municipal de Dalmacio Vélez que fue detenido con marihuana y cocaína. En otro juicio, el villanovense Dante Alvarez fue condenado a seis meses por hechos de violencia contra su expareja
viernes, 27 de noviembre de 2020 · 07:32

Un vecino de Dalmacio Vélez y otro de Villa Nueva fueron condenados en los Tribunales villamarienses en dos juicios realizados por videoconferencia, que fueron presididos por las camaristas Edith Lezama y Eve Flores, respectivamente.

En la primera de las audiencias de debate, Diego Ceferino López (41) recibió una sanción de tres años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo luego de ser declarado autor responsable de dos hechos de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”.

En el otro proceso oral, Dante Emanuel Alvarez (23) fue sentenciado a seis meses de cárcel, también efectiva, por media docena de episodios delictivos vinculados a una causa de violencia de género: “violación de domicilio”, “desobediencia a la autoridad” y “lesiones leves calificadas por el vínculo”, reiterados en todos los casos (dos hechos cada uno), en perjuicio de su expareja.

Ambos juicios tuvieron como común denominador la participación del abogado villanovense Jorge Bustos, quien ejerció la Defensa de los dos presidiarios, mientras que el fiscal Francisco Márquez -como de costumbre- estuvo al frente del Ministerio Público.

 

Llevaba drogas

Hace cuatro meses, Diego López fue arrestado por efectivos de Gendarmería Nacional que realizaban un control de rutina en la balanza de pesaje que está ubicada sobre la ruta 158, entre Villa María y Arroyo Cabral.

El hombre domiciliado en Dalmacio Vélez, apodado “Corcho”, viajaba en su Renault Mégane, en cuyo interior los uniformados hallaron 29 gramos de marihuana y 9 de cocaína en su auto, por lo que se le inició una causa penal por infracción a la “ley de drogas” Nº 23.737.

Además, López tenía pendiente una causa del 30 de enero de 2016, cuando fue acusado por el mismo delito, aunque esa vez le secuestraron una ínfima cantidad de estupefacientes.

A poco de iniciado el juicio, este convicto primario prestó declaración y negó ser narcomenudista. Negó en forma terminante el primer hecho (aseguró que le “plantaron” la droga para incriminarlo) y dijo que las sustancias que llevaba cuando fue detenido por Gendarmería “eran para consumo personal”.

Posteriormente, el fiscal y el defensor acordaron incorporar por lectura toda la prueba obrante en el expediente, pero difirieron en el monto de la pena al momento de formular sus alegatos. Así, Márquez mantuvo la acusación y solicitó una condena de cuatro años de prisión efectiva, mientras que Bustos pidió que la pena fuera de dos años en suspenso por “tenencia simple de estupefacientes” para consumo.

Finalmente, López fue sentenciado a tres años y medio, por lo que deberá completar dos años y cuatro meses “a la sombra” (es decir, los dos tercios de la pena impuesta) para poder acceder a la “libertad condicional”.

Con buena conducta y una pericia psicológica favorable, podría salir de la cárcel a fines de noviembre de 2022.

 

El 16 de octubre de 2019, Dante Alvarez fue juzgado por primera vez en  la Cámara del Crimen local y recibió una pena de dos años de cárcel por varios delitos. En la foto (archivo de El Diario), junto a la asesora letrada Silvina Muñoz

Segunda condena

También hace cuatro meses, más precisamente el último día de julio de este año, Dante Alvarez terminó tras las rejas luego de una seguidilla de episodios de violencia de género cometidos en perjuicio de su expareja en el domicilio de la víctima, ubicado en barrio La Floresta de Villa Nueva.

Luego de incumplir una restricción de acercamiento impuesta por la Justicia, este iracundo pintor de obra agredió físicamente a la joven mujer y sumó su sexto hecho delictivo, además de infringir por segunda vez el artículo 205 del Código Penal, ya que violó la cuarentena y, con ella, “las medidas adoptadas para impedir la propagación de una epidemia”.

Ayer, la juez Flores le impuso una condena de seis meses de prisión y quedó a un paso de obtener la libertad, trámite que su abogado defensor realizará la próxima semana y que posiblemente prospere si durante este tiempo de detención observó buena conducta.

Alvarez no es “nuevo” en esto de sentarse en el banquillo de los acusados. A mediados de octubre de 2019 fue juzgado y condenado a dos años de cárcel por “hurto calificado en grado de tentativa”, “privación ilegítima de la libertad”, “lesiones leves”, “estafa en grado de tentativa”, “violación de domicilio” y “resistencia a la autoridad”, cometidos durante 2017 y 2018.

Domiciliado en Chascomús 380, en barrio Los Olmos de Villa Nueva, recuperó la libertad luego de pasar exactamente dos años y 23 días en el penal de barrio Belgrano, por lo que se le dio por cumplida la pena aplicada por aquellos ilícitos.

 

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