Un poco de historia, para que se comprenda más de la profesión

Un trabajo que obliga a estar actualizado

¿Por qué un 23 de octubre? ¿Qué fue lo que pasó ese día de 1967? Eso y más nos cuenta una de las profesionales que hizo de anfitriona en la sede de los matriculados, Mónica Bottaro

“Este Colegio Profesional de Martilleros y Corredores Públicos fue creado en el año 1984 y el título que tenemos quienes los integramos es universitario.

Se celebra el Día del Corredor Inmobiliario el 23 de octubre porque se creó en Córdoba la Cámara Inmobiliaria el 23 de octubre de 1967.

“Somos quienes intermediamos en la operación que suele ser la más importante en la vida de una persona, que es la  compra o la venta de su inmueble”.

La importancia del título que nosotros tenemos -más allá de que el mismo tiene un amplio alcance- está dada en que somos quienes intermediamos en la operación que suele ser la más importante en la vida de una persona, que es la compra o la venta de su inmueble.

Pero no solamente intermediamos en la compra y la venta, porque antes de que se concrete, nosotros tenemos que ver la ubicación, el precio, la tasación y, al mismo tiempo, realizar el estudio del título, para que en el momento de la traslación del dominio no surjan inconvenientes, que todo se encuentre en las condiciones establecidas y la persona no se vea perjudicada por una mala acción. Es decir, ver si tiene hipoteca, si no tiene hipoteca, si están las declaratorias hechas, si los vendedores son realmente los propietarios… Porque han ocurrido situaciones en las que se ha llegado a una escribanía y los vendedores no pueden firmar porque les falta la declaratoria de una de las partes. Y esto por citar tan solo un ejemplo de lo que puede pasar si la operación no está supervisada, acompañada por uno de nuestros profesionales matriculados y su exhaustivo trabajo.

Un trabajo que obliga a estar informado y actualizado de manera permanente, para conocer cada uno de los cambios que se van sucediendo en la legislación y en el mercado, en lo referido a precios de las diferentes propiedades, los valores que se manejan en cada zona…

Una actividad, la nuestra, que también obliga a estar en contacto con otros profesionales, porque pueden darse situaciones que requieren de sus oficios, como cuando no coincide una letra en una palabra o en un nombre de un documento, o como cuando se pretende realizar una venta y no se había levantado un usufructo.

Nuestra profesión, además, tiene un costado social muy importante, en tanto y en cuanto tenemos que estar cuidando los bienes de las personas”.

Comentarios