Análisis - De qué se trata y cómo prevenir el...

Síndrome del jubilado

Es normal que el primer año después de la jubilación se haga especialmente complicado. Pero no debe ser siempre así

La psicóloga Olga Fernández Velilla explica que “aunque muchos fantaseen a lo largo de su vida laboral con el hecho de dejar de trabajar, lo cierto es que cuando eso se cumple aparecen dificultades”.

Así lo dijo en una más que interesante charla que mantuvo el año pasado con Laura Peraita para ABC, que se convirtió en uno de los elementos valiosos con los que trabajamos este suplemento.

La profesional explica que algunas personas sufren especialmente esa transición, llegando a experimentar síntomas físicos (malestares digestivos, hipertensión…) y emocionales (tristeza, apatía, angustia, estrés o ansiedad…). También comenta que es común observar cambios en las rutinas de higiene, de ocio o en las relaciones sociales. “Cuando aparece esta sintomatología y se mantiene por un período duradero es cuando podemos decir que se da el síndrome del jubilado. Es algo bastante común y debemos tener en cuenta que proviene de un gran cambio, por lo tanto, es normal que el primer año se haga especialmente complicado. En definitiva, el síndrome del jubilado es la dificultad de adaptación ante el cese de la actividad laboral. Todo cambio implica  dificultades, el dejar atrás la rutina laboral y, en este caso, aunque sea por jubilación, supone un desafío”, señala Fernández Velilla.

Dice que no hay un perfil concreto de la persona que pasa por ese tipo de situaciones y cree que todos, ante un cambio tan drástico, nos podemos ver afectados de una u otra manera. “A nivel emocional es común que aparezca sintomatología de corte ansioso-depresiva, como tristeza, apatía, angustia, pensamiento obsesivo, irascibilidad... Todo ello suele tener un impacto en las relaciones sociales y familiares, ya que puede que se sientan desganadas, apagadas, no busquen el contacto, no disfruten de actividades que antes disfrutaban o que se encuentren más alteradas. Cuando una persona se encuentra en ese estado de malestar es difícil, por no decir imposible, que no afecte a su alrededor, porque si uno no se siente bien no se va a poder relacionar de una buena manera. Para el que está al lado tampoco es sencillo, no es fácil acompañar a otros en este tipo de procesos”, añade.

En la misma jornada de ayer, dos personas mayores participaban del encuentro denominado “Un maravilloso día de perros”, en el mismo Parque

Factores de riesgo

En cuanto a los principales factores de riesgo para que aparezca el síndrome, enumera:

-Jubilación forzosa o no deseada.

-Presencia de situaciones de estrés (enfermedades, dificultades familiares, dificultades económicas…).

-Bajo soporte social o familiar.

-Sentimientos o situación de soledad.

-Ausencia de proyectos personales, aficiones o proactividad.

 

¿Se puede prevenir?

Para la psicóloga es difícil prevenir el síndrome con certeza, pero lo que sí podemos hacer es tratar de llegar a la jubilación lo más preparados que sea posible.

Y acá aparecen algunos aspectos desarrollados en la entrevista que le realizamos para este suplemento al exdirector del Hospital Regional Pasteur, el médico y exconcejal de esta ciudad Carlos Gagliano.

-Será importante planificar la jubilación (cuándo lo voy a hacer).

-Fomentar el autoconocimiento y plantearse preguntas como: ¿qué me gusta hacer?, ¿a qué le quiero dedicar mi tiempo?...

-Conservar y promover las relaciones sociales, evitando el aislamiento.

-Buscar alternativas, actividades culturales y de ocio que nos mantengan activos, como cursos, viajes, deporte, asociaciones, leer…

-Fijar expectativas y objetivos realistas, teniendo cuidado con la autoexigencia.

Son apenas cinco “tips” a seguir para que no todos tengan que pasar por algunas de las situaciones que aparecieron en las charlas con nuestros entrevistados, todos ellos trabajadores a través de los cuales, desde Cooperativa Comunicar, abrazamos al conjunto de la clase trabajadora en este 1 de mayo.

Comentarios