Carlos Gagliano (71), médico jubilado

“Tener un proyecto para superar esa sensación de vacío”

Nació en La Carlota, se recibió en la Universidad Nacional de Córdoba y trabajó en los tres sectores de la salud (pública, privada y obras sociales sindicales). Llegó a dirigir el Hospital Regional Pasteur y tiene una receta para el momento de la jubilación

Tras graduarse en Córdoba en 1974, fue a trabajar a su ciudad, La Carlota, luego lo hizo en La Pampa, regresó y recaló en Etruria, donde se desempeñó durante siete años en el ámbito privado. Después prestó servicio en la obra social del sector de la Alimentación y en 1985 arribó a la salud pública, para llegar a dirigir por una década el mayor centro asistencial de la región. Allí se jubiló en 2016.

Un año más tarde también optó por el retiro en la obra social.

En la actualidad sigue ligado a la profesión: es el titular del Gabinete de Calidad de Vida de Cooperativa de Trabajo Comunicar, editora de este medio de comunicación, por ejemplo.

“Cuando atendíamos a pacientes que estaban próximos a la jubilación siempre les decíamos que lo ideal era que hicieran un proyecto de vida, una especie de planificación, para que esta nueva etapa no los sorprendiera. Porque el primer mes hay una sensación de encontrarse en unas lindas vacaciones, pero después de ese tiempo uno encuentra que hay hábitos familiares, sociales, que se modifican y puede sobrevenir una sensación de vacío que no todos procesan de la misma manera”, dice el doctor.

Y da fe de “casos en que la gente se deprime, que se ve sorprendida por el hecho de la jubilación”. También conoce “otros que han hecho un proyecto, que han entendido la oportunidad de realizar actividades satisfactorias que antes no podían hacer por falta de tiempo, es decir, que han encontrado la manera de estar activos canalizando inquietudes postergadas”.

“Como se ve, no hay una respuesta general, sino que se trata de una manera individual de enfrentar el tema. Lo que está claro es que, tomándolo con tiempo, se pueden encontrar alternativas a la sensación de vacío”, explica Gagliano.

Y agrega: “También habría que revisar la mirada peyorativa de la sociedad hacia la tercera edad. Hay culturas en las que los mayores son personas de consulta, en las que se valora su experiencia en los diferentes campos… Eso ayudaría mucho, más allá de que existan quienes siempre han defendido valores, que son naturalmente seres socialmente activos, a quienes esa actitud ante la vida los ayudará a sentir que nunca dejan de ser trabajadores”.

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