El artefacto menos pensado

El hogar preferido para muchas bacterias y hongos: el lavarropas

Estudios han demostrado que el artefacto menos pensado del hogar es cuna de gérmenes y hongos: el lavarropas.

Al respecto, la empresa de electrodomésticos Longvie, ha compartido consejos para cuidar el electrodoméstico y mantener las prendas libres de bacterias.

Un estudio realizado por la Universidad de Bonn, en Alemania, reveló que existe gran cantidad de microorganismos que se esconden en el cajón del jabón y en el burlete que rodea la entrada del lavarropas. Muchas de estas bacterias y hongos son producto de la humedad del artefacto las que finalmente terminan ingresando a las distintas prendas.

La ropa interior, por ejemplo, contiene enterobacterias y mucha ropa cuenta con la presencia de mycobacterium. Además, hay agentes patógenos resistentes a los antibióticos que se pueden transmitir a través de este electrodoméstico.

Longvie, empresa nacional con más de cien años, propuso dos consejos a los que calificó de infalibles para que la ropa salga sin bacterias después de los lavados:

- El vinagre es uno de los productos de limpieza más efectivos: elimina gérmenes y los malos olores. El primer paso es mezclar medio balde de agua con vinagre de alcohol y 2 cucharadas de bicarbonato.

 Luego, se humedece un paño de algodón y se limpian los rincones del lavarropas, como el cajón del jabón, punto donde se concentran gran parte de las bacterias. Para finalizar con este método, se recomienda pasar un trapo seco por el electrodoméstico.

 - Los lavados sin ropa son otra opción para desinfectar el tambor del artefacto y así reducir la cantidad de bacterias en las prendas en los próximos lavados. Un recurso consiste en utilizar agua mayor a los 60 grados.

Las altas temperaturas pueden eliminar muchos microorganismos. Estos ciclos de lavado se pueden hacer solo con agua o también se le puede agregar vinagre, cloro y lavandina.

Un caso particular que sucedió en un hospital alemán había alertado sobre la posibilidad de que las lavadoras puedan albergar bacterias resistentes a los medicamentos, que podrían suponer riesgo para determinados pacientes.

El caso tuvo lugar en un hospital alemán que utilizó temporalmente una lavadora convencional en vez de las lavadoras industriales que se utilizan en los centros médicos, lo que le confiere una probabilidad "altamente inusual", según Ricarda Schmithausen, del Instituto de Higiene y Salud Pública del Hospital Universitario de Bonn, una de las autoras de la investigación. Según la misma, las lavadoras convencionales no tienen la misión de eliminar gérmenes de nuestra ropa, sino simplemente limpiarla. No obstante, las lavadoras de bajo consumo, que son capaces de lavar a temperatura más baja, son menos propensas a matar patógenos.

Sin embargo, las bacterias que pueden albergar las lavadoras no son preocupantes para una persona convencional, sino que pueden resultar más dañinas para determinado tipo de paciente, como personas con el sistema inmunitario muy debilitado, recién nacidos, ancianos o pacientes en cuidados intensivos.

"La gran mayoría de las bacterias" no causan problemas a las personas, ha señalado Amesh Adalja, especialista en enfermedades infecciosas en el Centro Johns Hopkins para la Seguridad de la Salud en Baltimore, Estados Unidos. En el caso tomado como base para el estudio los médicos de un hospital alemán notaron que los recién nacidos seguían dando positivo a una cepa particular de bacteria resistente a los medicamentos conocida como klebsiella oxytoca.

Esta bacteria puede causar infecciones graves (neumonía, infecciones del tracto urinario e infecciones de heridas) en entornos de atención médica, como en hogares de ancianos y unidades de cuidados intensivos. Los bebés no enfermaron por esta bacteria, pero su presencia alarmó a los médicos por su potencial de infección en sistemas inmunitarios débiles.

Tras una investigación, los médicos descubrieron la fuente de esta bacteria. Se trataba una lavadora doméstica (normalmente prohibidas en los hospitales) que se encontraba fuera de la lavandería central del hospital y se utilizaba solo para lavar la ropa de las madres y los gorros y calcetines de los recién nacidos. Después que el personal de atención médica dejara de usar esta lavadora, no hubo más casos relacionados con la klebsiella oxytoca.

Los autores de este estudio han pedido que se redoble la atención con las lavadoras que se usan en el entorno hospitalario, ya que pueden ser posibles fuentes de contagio. Además, han afirmado que, con las lavadoras domésticas, se debe lavar la ropa a temperaturas más altas o con desinfectantes eficientes si en la casa reside alguien con sistemas inmunitarios comprometidos o personas con heridas infectadas que están descargando pus. Esto evitará la transmisión de patógenos. 

Valorar noticia

0%
Satisfacción
0%
Esperanza
100%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia

Comentarios