Cambian los hábitos

Cada vez más adoptan un patrón alimenticio basado en plantas

Son más de cinco millones los argentinos que lo hacen. Además, según un documento de la Asociación Americana de Dietistas de 2016, el vegetarianismo o veganismo, si se planifica es apropiado para todo el ciclo vital

Escribe Eva Hendersen

Especial para Télam

El mundo está cambiando, y los hábitos alimentarios también. Desde hace algunos años se viene dando un crecimiento constante en el número de personas que deciden adoptar un patrón de alimentación basado en plantas.

En el año 2019, la Unión Vegana Argentina (UVA) encargó una medición a la empresa internacional Kantar, y los resultados en ese momento fueron que un 9% de la población argentina practicaba alimentaciones veganas o vegetarianas.

En 2020, en plena pandemia por el COVID, que dicho sea de paso se trata de un virus zoonótico, que pasó de los animales a los humanos, la UVA volvió a encargar una medición, y el resultado fue que un 12% de las personas se definió como “vegetarianos o veganos”,  lo que significa que más de cinco millones de argentinos practican una alimentación basada en plantas.

Las familias que adoptan estos patrones de alimentación suelen elegirlos por distintas motivaciones: salud, filosofía, ecología, entre otras. Es natural, que si los padres practican una alimentación vegetariana, críen a sus hijos con esa filosofía, al igual que ocurre con aquellos que se alimentan de manera omnívora. Pero dada las tradiciones culturales y creencias, y que la infancia es una etapa crítica de la vida, cabe preguntarse si los niños pueden o no ser veganos.

Según el último documento de posicionamiento de la Asociación Americana de Dietistas (ADN) de 2016, las alimentaciones vegetarianas o veganas, adecuadamente planificadas, son apropiadas para todo el ciclo vital: embarazo, lactancia, niñez, adolescencia e incluso para los atletas.

Se ha comprobado que proporcionan numerosos beneficios: mayor protección a padecer obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión arterial, entre otras. Una alimentación vegana los predispone desde pequeños a una mayor aceptación de alimentos como vegetales y frutas, que brindan protección a la salud, y los acerca al cuidado y respeto de todos los seres vivos. Pero el que pueda optarse o no por esta alimentación va a depender de ciertos aspectos, como el lugar en que viva el niño, su condición social y de salud, entre otros.

La información científica con la que contamos a la fecha menciona algunos posibles nutrientes a prestar mayor atención, pero fundamentalmente estas alimentaciones son deficitarias en vitamina B12, muy importante durante el crecimiento y desarrollo infantil. Esta vitamina debe incorporarse a través de un suplemento.

Hasta los primeros 5 o 6 meses, todos los requerimientos se cubren con leche materna o, en su defecto, una fórmula. Luego, a partir de la alimentación complementaria, la leche materna seguirá haciendo un aporte importante de nutrientes, pero se irán cubriendo con una variedad de alimentos (legumbres, cereales, frutos secos procesados, entre otros) y la suplementación con B12.

3
1
66%
Satisfacción
0%
Esperanza
33%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia

Comentarios